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Entre juncos del Canal 18.

Las bajas precipitaciones agudizan la búsqueda de ámbitos para tarariras. Así llegamos hasta uno de los canales bonaerenses menos frecuentados, en las inmediaciones de Chascomús, donde habitan ejemplares de hasta 3,5 kg. Claves para no fallar.

Textos y fotos: GUSTAVO FRONTONI

Las bajas precipitaciones agudizan la búsqueda de ámbitos para tarariras. Así llegamos hasta uno de los canales bonaerenses menos frecuentados, en las inmediaciones de Chascomús, donde habitan combativos ejemplares de hasta 3,5 kg. Claves para no fallar. Por Gustavo Frontoni.

La sequía tiene sus pros y sus contras: desaparecen algunos ámbitos de pesca de tarariras, lamentablemente, pero surgen otros que tal vez nunca tuvimos en cuenta. Como suelen decir: la necesidad tiene cara de hereje. Así fue que buscando alternativas llegamos al Canal 18, en la provincia de Buenos Aires, un pesquero público, sin servicios, ubicado en el partido de Chascomús, a solo 23 km de la Autovía 2, propuesta muy atractiva en esta época de pocas precipitaciones, que atesora un interesante nivel de agua y callejones de juncos donde poder dar con grandes ejemplares.

Para no fallar en el intento, fuimos con nuestro entrañable amigo y gran pescador de la especie: Alexis Altieri. Junto a él ingresamos en el Km 123 de la 2, justo en el retorno (yendo desde Capital Federal no hay que pasar ni subir el viejo puente de los famosos cigarrillos) se gira hacia la izquierda y desde ahí hay que tomar un camino todo derecho, sin desviarse durante unos 20 minutos, hasta que nos cruzamos con el puente del Canal 18. Llegamos muy temprano como para dejar el vehículo en la margen del camino y emprender la travesía a pie en busca de claros y juncos, lugares predilectos donde las tarariras anidan de cara al próximo desove.

Comienzo de la jornada

Pese a fracasados intentos, nunca abandonamos: el primer ejemplar se dio después del mediodía, con una pelea muy agresiva que se llevó abajo una boya Plop encarnada con colita de dientudo fresco. Tras el combate, acusó dos kilos y medio en la balanza. La cosa venía lenta pero de tamaños considerables. Para calmar la ansiedad, Alexis seguía probando con ranas artificiales: caminaba y se adelantaba a los posibles lugares propicios de pesca para tratar de ver movimientos. El día que nos había tocado ya estaba con una temperatura

superior a los 20 grados y la hora no era la mejor. El momento más oportuno es el del atardecer, en el que se produce una alquimia que lleva a las tarariras a activarse y salir a comer, oportunidad en la cual atacan todo tipo de carnadas: dientudos, mojarras, ranitas, anguilas y cualquier otro alimento de la zona. Hasta las 15 horas habíamos devuelto la primera captura y tres ejemplares más que no superaban el kilo de peso. Era todo lo pescado.

Todas las grandes salieron después de las 18, cuando el sol empezaba a desaparecer. En ese momento Alexis, con un equipo de 15 lb (1 lb = 4,530 g), pudo lograr varios ejemplares que rondaron los 3,5 kg. En realidad, el más grande que pudimos pesar acusó 3,600 kg, una sorpresa para todos los que estuvimos presentes en este canal generoso dela localidad de Chascomús. Sabíamos de sus bondades y le habíamos hecho varias visitas antes de la pandemia, pero desconocíamos que había regresado al ruedo con ejemplares de tan buenos portes. En total sacamos ocho tarariras entre dos cañas durante toda la jornada. Nada despreciable por tratarse de un ámbito público a muy poca distancia de la Capital Federal. Recordamos que la tararira es una especie protegida, cuya veda comienza el 1 de diciembre, momento en que la especie empieza a reproducirse.

Equipos empleados

En esta oportunidad utilizamos cañas de 6 a 7 pies, de 12 a 15 lb para spinning o bait, reeles de bajo perfil tamaño 200, o de spinning modelos 2.000 a 2.500, cargados con multifilamento de 0,17 a 0,20 mm de 40 lb y 8 hebras. En cuanto a los señuelos, los de mejor rendimiento fueron las gomas híbridas de látex con formato de ranas o escorpiones, pero también la ranita Zman. En rígidos, el Subwart y la rana antienganche Bad Line de color amarillo y verde flúo. Boyas: lo mejor, las de madera para hacer distancia B.N.V. y la Doble T con sonajero. En cuanto a líderes, utilizamos el de acero Berkley de 40 lb color negro; y, en anzuelos, los de formato Offset de tamaño 4-0 y 5-0 Owner y Sasame.

¿Modalidades? Practicamos dos formas diferentes de pesca: Alexis, bait; yo con las boyas Plop a la espera del pique. También plopeé zonas efectivas entre los juncos y espadañas que rodean el

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2022-11-08T08:00:00.0000000Z

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