Un nombre que es sinónimo de salud

El empresario fue distinguido por su fructífera trayectoria en el sector farmacéutico. En su larga historia, tiene reconocimientos de España, Francia, Brasil y Perú, entre otros.

En la 17ª edición de los Premios Fortuna, Sebastián Bagó fue galardonado por su “Trayectoria Empresarial”. El empresario recibió el premio de manos de Jorge Fontevecchia, Adelmo Gabbi, Eduardo Eurnekian y Enrique Pescarmona.

““Gracias a todos. Es un placer ue mis amigos de muchos años me hayan podido entregar este premio tan importante. Espero ser merecedor de él, ya que uno a veces tiene sus dudas, pero lo recibo gratamente porque sé que quienes lo hacen lo han analizado seriamente”, señaló Bagó, quien en su agradecimiento también afirmó: “Hay dos elementos fundamentales que sin ellos creo yo

que no hay éxito. Por un lado, un gran esfuerzo y trabajo y por el otro, una capacitación constante. Algo que es fundamental es el trabajo en equipo y desde muy joven me di cuenta de que liderar un equipo no es mandar, es convencer y mucho más que eso es tener la mente abierta para ser convencidos por otros. Muchas veces no es fácil esta actitud”.

Sebastián Bagó es licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Católica Argentina, realizó un MBA con especialización en Finanzas y Empresas de Familia en Kellogg School of Management y es el Presidente del Grupo Bagó, uno de los laboratorios más importantes del país. Además, es vicepresidente de la Asociación Empresaria Argentina y Miembro Fundador de la Fundación Mediterránea y del Consejo Empresario de América Latina. Distinguido como Empresario del año en 1992 por la Asociación de Dirigentes de Empresas, y con el Premio Konex 1998 como Empresario de la Industria. También ha sido distinguido con la “Imposición de la Encomienda del Mérito Civil”, otorgado por el Rey Juan Carlos I, de España y como Oficial de la Legión de Honor Francesa.

Frente a sus colegas empresarios, Bagó concluyó: “Yo me considero un afortunado primero por la educación y los valores que recibí de mis padres, por trabajar en una industria como la farmacéutica, ya que ayudar a las personas es muy lindo. Soy un afortunado por mi ángel de la guarda que es un trabajador incansable que sin él no hubiera podido lograr todos los éxitos que logré”.

“Hay dos elementos fundamentales que sin ellos creo yo que no hay éxito. Por un lado, un gran esfuerzo y trabajo, y por el otro, una capacitación constante”.