En estado de alerta. Ansiedad, depresión y angustia, los males que nos aquejan.

La aumentó significativamente adicciones. los casos de depresión, ansiedad y sorprenden Cifras que y cómo afectan estos trastornos más a las mujeres.

En 2019, una de cada ocho personas en el mundo padecía un trastorno mental y, dentro de ellos, los más comunes eran la ansiedad y la depresión. Al año siguiente, la pandemia de covid-19 puso al límite no sólo a la salud pública y a la economía sino también a la salud mental y a la emocionalidad. Una investigación publicada en la revista The Lancet asegura que en 2020 los casos de ansiedad aumentaron 26% y los de depresión severa, 28%.

En la Argentina, la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP) realizó recientemente dos estudios que muestran un aumento en la población en general de los niveles de síntomas ansiosos y depresivos, así como también del consumo de alcohol y psicofármacos. “Vemos que a edades más tempranas, incluso niños y adolescentes, se presentan perturbaciones que afectan la salud integral, y aparecen síntomas de ansiedad, fobias, desgano, mayor sedentarismo y aumentos de los índices de obesidad como nunca antes se ha visto”, dice Ricardo Corral, psiquiatra y jefe del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital Borda, además de presidente de la AAP.

La clave es identificar

Todos, en mayor o menor medida, atravesamos momentos de especial tristeza, dolor, miedo o incertidumbre. Entonces, es fundamental detectar si estamos ante una situación con la que podemos lidiar o si la cosa se salió de control. La psicóloga Silvina Sosa, de DIM Centros de Salud, describe a la buena salud mental como a la capacidad de relacionarse, desenvolverse, afrontar dificultades y prosperar. El punto es que los diversos factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales pueden combinarse para proteger o para socavar esa salud mental. “Cuando la ansiedad o la tristeza repercuten en nuestra vida cotidiana de manera que nos dificultan el trabajo, el estudio o las relaciones con los demás, estamos ante una patología y hay que consultar con un especialista”, explica Corral. Por otro lado, aclara algo que debemos tener siempre presente: sentirse bien no es una cuestión de voluntad, ni de “ponerle onda”. Hay que evitar esa creencia, porque lleva a echarle la culpa a la persona en cuestión. “Debemos desmontar el preconcepto de pensar que quien está padeciendo lo hace eligiendo libremente. Justamente, tal vez la voluntad sea lo más dañado de su psiquismo”, apunta el psicólogo y docente Javier Fernández Mouján.

Como si nada

El primer Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental se realizó antes de la pandemia, en 2018, e incluyó a casi 4 mil mayores de 18 años de las 8 ciudades más habitadas del país. Los resultados fueron contundentes: uno de cada tres presentó