Últimas crónicas bonaerenses pollerianas

2023-09-17T07:00:00.0000000Z

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Editorial Perfil

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CULTURA / NOTA DE TAPA

Durante el último fin de semana de agosto, en Pucherito Libros de Villa del Parque, y en la Biblioteca Madre Teresa de Virrey del Pino, la cofradía argentina Polleri tuvo su tenida blanca con la presencia del “Gran Maestro” Felipe Polleri, y su esposa, María Laura Pintos. El Todo de Polleri, la escritora de la despostada Carnal (2011), entre otros poemarios, y cofundadora de la exquisita La Coqueta Editora. Con los anfitriones Ana Vivas, Ariel Luppino y Pablo Farrés, por primera vez en nuestro país, se reunieron escritores y lectores devotos por esos libros arrancados a garrotazos del averno montevideano. “La escritura de Polleri te modifica, y desde la primera línea te muestra que las limitaciones son trampas propias. La escritura de Polleri te libera del mundo. La obra de Polleri es una obra de arte infinita”, comentó en las Jornadas Polleri Francisco Magallanes, el editor nacional de Club Hem, que publicó Gran ensayo sobre Baudelaire (2020) y Los animales de Montevideo (2023). Ambas publicaciones se suman a otras locales del uruguayo, ¡Alemania, Alemania! (2018) de Letra Sudaca, y La inocencia (2022) de Hojas del Sur. Tanto el editor platense como el escritor Luppino, autor de la máquina de guerra en forma de libro llamada Serbia o no Serbia (Hem. 2021), remarcaron la trascendencia internacional de Polleri, publicado en varios países de Europa y América, pese a ser considerado un escritor marginal. Y que el interés iba en aumento, más allá de la mención del novelista uruguayo en el último relato bibliófilo del español Enrique Vila-matas, debido a que surge en el cul-de-sac una original “versión a escala a lo Balzac: una Comedia Humana uruguaya o rioplatense; o sea una Comedia Humana en miniatura pero perfectamente universal. En la interminable deriva polleriana presiona una vocación que, aunque esquizoide, no deja de resultar aguda, dolorosa, fatalmente realista”, reflexiona el escritor Antonio González Mendiondo. En los nocturnales porteños también emergieron los dibujos pollerianos de Manuel Estelles; y la impactante performance de la diseñadora y artista Clara Tapia, a partir de un fragmento filoso de Los animales de Montevideo. Dos días después cruzaron los límites de mi Buenos Aires querido de Felipe, y en La Matanza compartieron todos más charlas de literatura y vida, con el escritor Farrés y José Retik, éste autor del reciente Cine líquido (Borde Perdido Editora. 2022). Retik un especialista en estudiar la locura en la sociedad argentina. Algo en común con Felipe Polleri, desenterrador del charco marrón que nos refleja y refracta, “yo me comí a mí mismo, usando mis pies en forma de tenedores y mis manos en forma de cuchillos. Me comí a cuatro manos, hasta el último bocado: el que nació, yo, una vez que mis pies y mis manos volvieron a la normalidad, no es más que un doble. ”O, mejor dicho, un sustituto… la guerra, la muerte, empezó muy pronto”, en sueltos de Alemania, Alemania. O el exceso de vida que algunos llaman locura, otros la real realidad.

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