Bombas de nafta eléctricas

Los modernos automóviles con motores ciclo Otto y sistemas de inyección electrónica incorporan una bomba de nafta eléctrica de alta precisión. Los requisitos del cuidado que se les haga influyen mucho en su vida útil y hasta en la del motor.

En muchos libros técnicos leemos que las bombas eléctricas de nafta comenzaron a utilizarse en masa a partir de la introducción de la inyección electrónica Bosch Jetronic en 1967, hace más de medio siglo. Sin embargo esto no es correcto, ya que las bombas eléctricas de nafta se aplicaban a modelos ingleses de finales de la década de 1950. Por supuesto que eran motores a carburador, de marcas tales como Austin y Riley, y aquí en el famoso Siam Di Tella fabricado en nuestro país entre 1959 y 1967, con bomba de nafta de marca S.U. situada encima del tanque. Era del tipo electromagnética, y cumplía su misión de manera admirable, ya que gracias a ella no se producían trampas de vapor como con las bom

bas mecánicas accionadas por el motor y por ello expuestas al calor del mismo. Cuando aparecían las trampas de vapor el motor se detenía y había que esperar a que se enfriara. Lo que si es cierto que con la llegada de la inyección electrónica se hizo imprescindible instalar una bomba eléctrica de nafta, que alimenta con mayor eficacia y constancia a los inyectores colocados en el múltiple de admisión, o ahora directamente en la tapa de cilindros para la inyección directa de combustible. Primero se utilizaron bombas eléctricas exteriores y su reinado duró hasta que aparecieron los módulos de combustible que llevan a la bomba a penetrar en el tanque.

Los detalles

Un módulo de alimentación de combustible en el tanque comprende los siguientes elementos: - un receptáculo como reserva de nafta para la conducción en curvas (la fuerza centrífuga puede provocar fallas en el envío de nafta al motor). La mayor parte se llena "activamente" por medio de una bomba de eyectores o "pasivamente" mediante un sistema de flaps (láminas), válvula de inversión o similar. - un sensor de nivel de llenado del tanque con mecanismo con flotante. - un regulador de presión para sistemas exentos de retorno.

- un filtro de aspiración o malla plástica para proteger la bomba de las impurezas. - un filtro de nafta del lado de presión, que no necesita cambiarse en toda la vida útil del automóvil. - conexiones eléctricas y de tubos de combustible. Una bomba eléctrica típica para estos módulos tiene un motor de corriente continua que envía la nafta a una presión de 5.5 bar y que gira a 7.000 rpm, entregando un caudal de entre 60 y 200 litros/hora.

El mantenimiento

Con estos módulos hay que mantener dentro de lo posible el tanque de nafta siempre lleno, y nunca conducir cuando llegamos a un cuarto de

tanque, porque podrían producirse serios daños en la bomba eléctrica. La misma se lubrica con la misma nafta que ingresa a su interior y sin ella entra a fallar. Debemos destacar que nunca hay peligro de incendio por los componentes eléctricos de la bomba y la nafta, sencillamente porque no hay oxigeno para iniciar una llama. Y tampoco hay peligro si el tanque se vacía por completo, lo que en situaciones excepcionales le puede ocurrir a un automovilista. En cuanto a las fallas de la misma bomba, que está compuesta por centenares de piezas, puede ser que envíe la nafta a muy baja presión o en cambio, a presión muy alta, fuera de los valores especificados por el fabricante. El ambos casos el motor fallará o dejará de funcionar. Obviamente el control y el eventual cambio del módulo lo realizan los concesionarios o los talleres especializados. Estas bombas funcionan de manera silenciosa porque dentro del tanque se amortigua el ruido del motor eléctrico. En muchos modelos de automóviles de anteriores generaciones que vemos rodar por nuestras calles la bomba eléctrica de nafta es exterior. No requiere mantenimiento, y solo cuando falla nos preocuparemos de ella. De acuerdo a su ubicación en el chasis podremos o no escuchar las pulsaciones de algunos tipos de bomba.