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Glaciares de arena, lava y sal.

Cuatro días en 4x4 recorriendo los mejores paisajes de Catamarca: Dunas de Tatón, Las Papas, campo de Piedra Pómez, de Lava y el salar Carachi Pampa. Además, termas.

Por Marcelo Ferro.

Cuatro días recorriendo los mejores paisajes off road de Catamarca: Dunas de Tatón, Las Papas, campo de Piedra Pómez, de Lava y el salar Carachi Pampa. Además, termas.

Era med ia noche cua ndo terminamos de reponer combustible y la camioneta no arrancó. Ninguna luz de alerta en el tablero indicaba que la batería no venía cargando: todas apagadas. Con el asiento reclinado y la ventanilla abierta, descansamos tensamente en la YPF de Deán Funes, Córdoba, hasta las 5 AM. Empujón mediante, una hora después estábamos frente al portón de un electricista recomendado que abría a las 8, y que 8:10 nos respondió: “Estaciónela allá y pare el motor; yo voy a desayunar y vuelvo en 45 minutos”. “¿Cuánto tiempo lleva arreglar el alternador?”, pregunté antes que el señor desapareciera detrás de la puerta. “Calcúlele dos días”, soltó con desgano. “Hay que desarmar y pedir los repuestos a Jesús María (72 km)”, completó y se fue.

Así empecé la travesía a Catamarca acompañando a la organización. Como la montaña no venía a Mahoma, para ganar tiempo sugerí viajar a Jesús María, porque se suponía que en Deán Funes no había dónde comprar las piezas que hicieran falta. El viaje a la montaña fracasó ni bien empezamos a carretear: a las 5 cuadras la camioneta se murió. Pero como no hay mal que por bien no venga,

de la nada apareció Juan, un muchacho en bicicleta que se ofreció a ayudarnos. “Trabajo con el mecánico de acá a la vuelta –manifestó–, le pregunto si los puede ayudar”. A las 10 de la mañana la Toyota SW4 ingresó en el taller de Marcelo Ugolino (Riobamba y

Chacabuco, Cel.: (03525) 537863), y a las cinco de la tarde salió reparada: “plaqueta detonada”, fue el diagnóstico. No hizo falta ir a buscar las piezas a Jesús María: la esposa de Marcelo tiene casa de electricidad y repuestos del automotor en el pueblo. Buen dato para agendar de camino, para que los habitantes locales lo sepan y para estar atentos en una próxima ocasión: en los pueblos del interior también hay picardía, egos,

intereses creados y competencia. Cuando preguntemos, debemos considerar que la información que nos proporcionen no necesariamente puede la más completa.

L lega mos a Belén, C at amarca, a las 23, con tiempo suficiente para organizar con Mainumby4x4 la travesía por los 50 años de Weekend. Deán Funes es la última gran ciudad de la RN 60 sentido al Norte. Luego siguen 500 km de asfalto desértico si no fuera por la estación de servicio de la localidad de San Martín que se alza como un oasis en el camino, y donde es difícil abonar la carga con medios electrónicos: el “no hay conexión” se vuelve frecuente de ahora en más, tal vez porque Belén es el territorio más antiguo de la provincia: fue fundado el 20 de diciembre de 1681 por el presbítero Bartolomé de Olmos y Aguilera, quien lo bautizó así en honor a la Virgen de Belén. Previo a él, por la zona a nduv ieron los incas y los indios hu a l f i nes, c ulampajaes, quilmes y famayfiles que hablaban un mismo idioma: el quechua.

Si bien las reser vas para los 26 participantes de la travesía de Mainumby4x4 ya estaba efectuadas, lo primero que me llamó la atención fue que los hoteles no tuvieran capacidad para r e c ibi r nuevo s huéspedes: “Tras la apertura pospandemia está todo lleno”, comentó Walter Ortiz, a cargo del Wisz. La mayoría es gente que está de paso por uno o dos días, porque Belén es el punto de acceso más próximo a El Peñón, la puerta de ingreso a la aventura en Antofagasta de la Sierra. “Pero sí, desde que se levantó la cuarentena no paramos de recibir turistas”, completó.

El Peñón

Se ubica a 200 km de Belén, primero por la RN40 y después por la RP 43, parte de asfalto y otra de ripio, y es el último pueblo de esta traza (el siguiente es Antofagasta de la Sierra, a 60 km) antes que el paisaje se vuelva estérilmente planetario. Desde allí el camino sorprende por su vasta paleta de colores amalgamados entre el gris lunar y marrón desierto, y por su inmensidad: todo es lejano. “Hace más de un año que no llueve”, comenta por radio VHF Verónica Romaña, directora de la organización. Y eso le aporta un condimento extra al remoto horizonte: el polvo en suspensión producto del viento Zonda lo vuelve aún más inconmensurable.

Sobre este suelo plano, seco y resquebrajado, sin más indicaciones que las del GPS, atravesamos el salar y la laguna Cara

chi Pampa, y también el Campo de Piedra Pómez (a unos 35 km de El Peñón): área natural protegida de 75.489 ha de superficie ubicada a 3.050 msnm, paisaje único en el mundo, algo así con una ciudad pétrea perdida en un desierto andino con gran amplitud térmica, baja presión atmosférica y menor dilución de oxígeno en el aire. Por regulaciones provinciales la zona solo es accesible a pie (las camionetas quedan sobre el camino), y es el resultado de eventos volcánicos que más adela nt e mutarán de morfología para generar el Campo de Lava, donde el suelo se tornará un tapiz rocoso negro, producto de millones de pequeños fragmentos que en eras geológicas pasadas fueron expulsados del volcán que tenemos a la vista: el Carachi Pampa (3.447 m).

Son las cinco de la tarde. Antes de regresar a Belén nos detenemos en laguna Grande, uno de los mayores reservóreos de flamencos de nuestro país (en 2016 censaron más de 18.000 ejemplares), donde conviven tres especies: parina chica, parina grande y el flamenco austral. El sol roza tangencialmente el agua y crea un magnífico Debido a las largas distancias a recorrer, Mainumby4x4 solicitó a los participantes que llevaran bidones con combustible extra. Der.: una de las calles de El Peñon, último pueblo de la RP 43 antes del salar Carachi Pampa (abajo), donde almorzamos al aire libre. Izq.: máxima altura alcanzada en travesía: casi 4.000 m, en el Campo de Lava: 26°40’16.5”S 67°13’20.5”W. cierre de jornada: el rosado de las aves posadas sobre el agua contrasta perfecto para las últimas fotos del día.

En búsqueda de más acción

Para llegar de Belén a Tinogasta hay dos opciones: un camino de tierra de unos 60 km que es todo una aventura en sí mismo y que recorrerlo toma todo un día debido a su dificultad (parte desde Londres), o los 153 km de asfalto de las RN 40 y 60. La organización optó por el plan B; la idea era no perder ninguna de las actividades previstas para las próximas dos jornadas: las Dunas de Tatón (a 92 km) y el circuito que lleva al pueblo Las Papas.

Tatón es una localidad del departamento Tinogasta y sus médanos conforman un desafío

para los sentidos por varios motivos. El primero es la altura intimidante: estamos frente a las dunas más altas del mundo (la Federico Kirbus se ubica aquí y tiene 1.230 m). El segundo es la inmensidad y la lejanía: el contacto social más cercano dista 15 km, por lo menos (nunca ir en una sola camioneta). El tercero es la dificultad para transitar: la arena es tan fina que encajarse resulta muy sencillo, tal vez por eso fue uno de los escenarios elegidos por el Rally Dakar en varias ocasiones. Emulando ese espíritu aventurero, varios participantes intentaron coronar algunas altas cumbres arenosas, pero solo unos pocos lo lograron. Desinflar a 12 libras, subir en segunda de alta y pasar cambios cortos para no perder inercia no siempre resultó.

El último día lo dedicamos a disfrutar el laberíntico camino al pueblo Las Papas, a 90 km de Fiambalá, que obliga a vadear unas 75 veces los ríos Grande y Las Papas. Allí conviven no más de 70 personas, decendientes de diaguitas que luchan por sa lir del ostracismo y posicionar al lugar como atractivo turístico en la Catamarca profunda. Fueron esos m ismos h abit a nt es qu ienes abr ieron a pulmón el ca mino que los conecta con Fiambalá. De esa manera, los vehículos 4x4 comenzaron a llegar para recorrer la única cuadra del pueblo, la misma que aloja una escuela primaria, una sala de primeros auxilios, capilla y comedor comunitario. Entre diciembre y marzo las lluvias tornan inaccesible la zona: crecen los cauces y hay derrumbes, pero nada detiene a los habitantes locales que, temporada tras temporada, ganan protagonismo debido a las increíbles historias de los amantes de las travesías que descubren la potencialidad de un lugar fuera de lo común, dominado por el silencio, la soledad y la tranquilidad de su gente que vive sin electricidad (un generador a combustible funciona apenas seis horas durante la tarde-noche.), con cocina a leña y no tiene señal de celular.

Próximamente, alojamiento

En los alrededores son varios los pueblitos que desaparecieron (Agua Negra tenía 70 habitantes y ahora solo uno). En este contexto, Las Papas está analizando construir una hostería y un salón donde recibir a los turistas que deseen pernoctar. Buscan propiciar experiencias únicas y,

sin duda, van por buen camino.

Un par de horas después del mediodía la organización detuvo la marcha de la caravana a orillas de un río próximo a un paredón que proyectaba sombra. Los almuerzos de Mainumby4x4 suelen ser en esos lugares perdidos en medio de la nada que llevan a la reflexión filosófica: “De dónde venimos, adónde vamos, cómo es que estamos disfrutando de este mágico lugar”. Empanadas catamarqueñas, pollo al horno con papas... Cada piloto había recibido indicaciones de llevar anafe de gas butano y marmita para calentar las vituallas provistas por la organización.

La realidad es que nadie quería sacar los pies del agua al atardecer, pero la idea era llegar a Tinogasta con luz de día. Así que nos pusimos en movimiento. Aún faltaba la cena, entrega de obsequios, los sorteos y la convocatoria de Verónica Romaña a la última salida del año: La Ruta de los Faros. “Seis travesías exitosas a lo largo de 2021 merecen un brindis diferente... Un brindis bien off road”, dijo. Y agregó: “Todos los lectores están invitados”.

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2021-12-07T08:00:00.0000000Z

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