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“DESEABA MUCHO SER MAMA”

BARBIE VELEZ, CON PANCITA DE 9 MESES

Por Kary López (producción: Sol Miranda)

Con la emoción a flor de piel y la ansiedad propia de su estado, pero contenida y acompañada por los que más ama. Con la felicidad que le genera el cumplir su deseo de siempre, pero también atenta a consentirse en esta etapa tan especial. Así vive Barbie Vélez (28) la llegada de su primer hijo junto a su esposo Lucas Rodríguez (27), ya en el noveno mes de embarazo.

“Tengo momentos de mucha ansiedad y otros de tranquilidad y de dejar que fluya. Y tengo todo preparado: el cuarto del bebé, su ropita, canalizo todo por ese lado”, admite la actriz, quien tiene fecha de parto para el 22 de febrero. “Por suerte todo el embarazo fue casi perfecto a nivel salud. Sólo en los primeros tres o cuatro meses tuve náuseas, asco con ciertas comidas y un cansancio que dura hasta hoy. Me pasó que a cosas de las que era fanática, como el mate, ahora no las puedo ni ver. Y bueno, en esta etapa tengo las molestias típicas, por ahí siento sus patitas en mis costillas, no puedo estar mucho sentada, a veces me agito y con el calor ni te cuento. Pero no me puedo quejar”, dice.

“Deseaba muchísimo ser mamá. Es el sueño más grande de mi vida. Así que todavía no caigo. Toda la vida lo fue. Y cuando lo conocí a Lucas, dije: ¨Ya está, es con él¨. Creo que voy a terminar de caer cuando vea a mi hijo y lo tenga en brazos. Estoy chocha. Tengo amigas que acaban de parir y que en esta etapa pedían que su bebé naciera, pero a mí me pasa lo contrario. Quiero que se quede un tiempo más. La estoy pasando muy bien embarazada. Hasta me da cierta melancolía pensar que no voy a tener esta panza”, reconoce Barbie, quien, confiesa, no terminaba de acreditar lo que le indicaba el test de embarazo.

“Le dije a Lucas que fuera a comprar otro test porque no lo podía creer. Quería estar muy segura. Y fue un shock enorme, porque si bien fue recontra buscado, ver ese positivo fue una locura. No sabíamos qué hacer, a quién contarle, a quién no, hasta hacernos una ecografía. Los dos estábamos felices, lo deseábamos mucho. Me pasó que empezamos a buscar en febrero y quedé en mayo. Pero en mi cabeza pensaba que iba a tardar mucho más; no quería ponerle ansiedad, decía: ¨Son cosas que tardan¨, yo venía además con irregularidades en mi período, por eso creía que podía pasar hasta un año. Por eso fue un impacto, por lo rápido”, detalla Vélez. La pareja se casó en septiembre de 2021, luego de años de convivencia. “Con Lucas estamos juntos desde 2017. Son casi seis años. A este hijo lo buscamos con mucho amor. Venimos, además, de un año muy movido en el que también nos mudamos”, agrega.

Respecto a la revolución que genera el

embarazo en los hábitos, Barbie asegura haber priorizado el disfrute. “Al principio dije voy a tratar de cuidarme, de comer sano, pero la verdad es que después me planteé ¿Cuántas veces voy a estar embarazada? Es algo único. Siempre llevé una alimentación saludable, me cuidé y entrené. Y este es un momento en el que quiero hacer lo quiero hacer. En cada etapa del embarazo fue así; desde elegir adónde ir, a dónde no, qué comer y qué no, de una forma muy relajada. Obviamente tenés que ir al obstetra y te tenés que pesar porque es uno de los controles de rutina. Hasta que una vez le dije al médico: ¨No quiero ver el peso, porque no quiero que sea un tema para mí. Pero si en algún momento me tenés que retar o decir que ajuste algo, hacelo” Así que me relajé. Obviamente que trato de comer saludable por los nutrientes que le paso al bebé, pero si me quiero comer unas papas fritas o un chocolate lo hago”, explica Barbie.

Un cuerpo que cambia. “Estaba muy ansiosa porque me crezca la panza. Una es lo primero que quiere ver. Hoy en día veo mis fotos de hace siete meses, cuando pensaba que ya tenía panza, y nada que ver. Igual la mostraba emocionada. Me encanta mi cuerpo en este momento. Porque lo veo con una panza enorme y me da mucha ternura. Me miro mucho al espejo porque me dijeron que está bueno ir viendo los cambios, sacar fotos y retratarlo. Estoy súper feliz y contenta en ese aspecto”, se sincera la futura mamá, quien protagonizó una divina producción fotográfica para CARAS junto a su incondicional mamá, Nazarena Vélez, y junto a Darwin, el perrito que adoptó con su esposo Lucas, hace un año.

“Al principio también fue mucha la revolución hormonal y emocional que tuve. De hecho pasé por un millón de estados: desde miedo, porque de repente te cambia toda tu vida; llega una persona que depende de vos para siempre, todo lo que sabemos que significa un hijo, y porque lo que tanto deseaste es un hecho. Pensaba: ¨¿Estaré preparada?¨ Por suerte, con el tiempo esos miedos se me fueron yendo, aunque sigo teniendo otros. Creo que siempre es así al criar a una persona. Hoy estoy muy tranquila, tal vez pensando en el parto y con otro temor por lo desconocido, no voy a mentir, pero emocionalmente estoy muy feliz”, afirma Vélez.

—¿Cómo viste a Lucas transitar también esta espera?

—Si antes estaba enamorada, ahora lo estoy el triple. Fue tan compañero desde el primer momento, entendiendo todo. En especial cuando yo pasaba por estas etapas de miedo o angustia, porque me ha pasado de llorar sin saber por qué, y de estar híper feliz. Frente a esos cambios emocionales, él estuvo siempre al pie del cañón, acompañándome, bancándome, bajando mis ansiedades. Es un 10. El también está súper ansioso por la llegada del bebé, pero no me lo transmite, sino que trata de relajarme, es un compañero increíble. No sé cómo hubiese hecho todo este proceso sin él. Es muy importante tener alguien que te cuide y apoye. Si es así conmigo ¡lo que va a ser como padre! Eso me vuelve loca de amor.

—¿Cómo lo imaginas?

—A Lucas lo veo como un papá muy presente. Creo que va a ser estricto porque ya lo he visto con cosas de Thiago (12) (El hijo que su mamá Nazarena tuvo con Fabián Rodríguez, el papá de Lucas) Porque cuando tiene que marcar algo lo hace, siendo Thiago su hermano, claro. Lo veo como un gran padre.

—¿Qué cosas te enamoraron de tu esposo?

— Es la mejor persona que conozco y

conocí en mi vida. No tiene maldad, es tan bueno, tan puro. Muy compañero, gamba, todo con él es positivo, y nunca dice “qué fiaca esto”. Esa gente que siempre va para adelante. Mismo con mi trabajo porque siempre está alentándome a qué vaya por esto, lo otro. Con mis cosas personales también. Esa gente que te suma en tu vida. Esa que queres siempre junto a vos. Y eso me pasó desde el día uno, desde que empezamos esta relación y lo empecé a conocer. Es lo más bueno del mundo. Creo que este bebé viene a coronar este amor, a iniciar nuestra familia junto con nuestro perrito. Nuestra familia.

—¿Y vos qué tipo de madre crees que vas a ser?

—Una muy babosa. Me imagino con el bebé a upa 24x7 (risas) La verdad es que siento que no voy a poder dejar de mirarlo. Una mamá muy presente. Lo pienso y me mata de amor. Creo que me va a costar ponerle los límites a mi hijo.

—Ya hay un nombre elegido: Salvador.

—Sí, sería ese. Aunque también me pasa que siento que hasta que no vea la carita de mi bebé, no voy a poder terminar de definirlo. Es que ¡Es el nombre para toda la vida! Pero creo que sí, que va a ser ese. Estábamos entre Salvador y Balthazar. A Lucas le gusta más Salvador. También pasó que yo al principio estaba segura de que el bebé ¡Era nena! No me preguntes por qué. Había soñado que lo era, hacía esas pruebas típicas de las abuelas, sentarte en la cuchara o tenedor, no sé. Y teníamos definido el nombre: Mía. Pero fuimos a una ecografía y nos dijeron que iba a ser nene y, de verdad, ¡No teníamos nombre de varón! Cero instinto maternal (risas) Nos pusimos a buscar nombre y creo que fue Lucas el que planteó Salvador, porque le encantaba. Nos costó, pero hace muy poco nos decidimos finalmente por Salvador.

—¿Cómo vivió Nazarena, la futura abuela, el notición?

—Ella fue la primera persona que se enteró. Con el tema de mis miedos, necesitaba a alguien que me ayudara. No sabía ni por dónde empezar, a qué médico ir, qué hacer. Estaba como perdida. Le contamos a mi mamá enseguida, y fue un shock enorme para ella, porque no se lo esperaba. Y hoy está enamorada, feliz, súper presente, pero no cómo avasallante o invasiva. Sí está pendiente de mí, me llama todos los días, le va comprando cositas al bebé, muy conectada y eso me mata de amor. Todos le dicen que ser abuela es sentir un amor que nunca conociste. Ahora está resolviendo todo, siento que quiere evitar que yo me ponga nerviosa, o que pase por algún tipo de problema, hasta con lo más mínimo. Amo a mi mamá, es lo más del mundo. Así como Lucas fue durante el embarazo un pilar enorme, también ella fue muy importante. Porque cuando yo pasaba esos momentos de temores, mamá siempre estaba. Necesitás a alguien que haya pasado por lo mismo, que te entienda, y así fue.

—¿Qué sentís que va a traer este bebito a la familia?

—Y, va a ser una locura, pensá que la persona más chiquita de nuestra familia tiene 12 años, así que un bebé va a traer una revolución, alegría. Es el primer bebito de ambas familias, estamos todos muy ansiosos. Siento que es un bebé que va a tener amor por todos lados.

—¿Ya hay planes de tener más hijos? —Es algo charlado con Lucas. A los dos nos encantaría tener más de un hijo. Dos, máximo tres. Y queremos que los hermanos

sean relativamente cercanos en lo posible en edad, con poca diferencia. Pero ahora nos pasa que queremos ver este mundo nuevo, pero sí, es un deseo de los dos.

—¿Decidiste cómo vas a vivir el parto?

—Mi partera me planteó poner música, para que sea un momento romántico, lindo, y eso me encantó. Me parece que me va a ayudar a relajarme y con los nervios, y para generar el ambiente, más allá de que ya es un momento hermoso. De hecho hoy pensaba que tengo que armar la lista de reproducción. Pero el resto lo dejo en manos de los médicos. Mi intención es ir a parto natural, estamos yendo a eso, pero la verdad es que cuando llegue y me digan otra cosa, no tengo ningún problema de nada. Quiero lo mejor para mi bebé y para mí.

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2023-02-01T08:00:00.0000000Z

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