La pampa tiene el ombú, el cuerno y la palta

2017-03-22T07:00:00.0000000Z

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Editorial Perfil

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Carolina “Pampita” Ardohain estuvo de los dos lados. Los puso y los sufrió, y como infiel que fue, conoce el paño y cuesta engañarla sin que, más tarde o más temprano, lo descubra. Es de las que buscan, y el que busca, encuentra. Bien lo sabe el chileno Benjamín Vicuña, por naturaleza hombre de cuernos poner, y con quien ella engañó a su primer marido, el polista Martín Barrantes, aún estando infelizmente casados, allá por el 2005 (en uno de los divorcios más escandalosos de la farándula argentina, él la acusó de adulterio y ella perdió el juicio, al menos el de Tribunales). “No podía salir a la calle porque hasta los nenes me gritaban cornudo cagándose de risa”, diría tiempo después el deportista en una entrevista. En el medio, la tildan de ser la típica pájaro carpintero o pica-sesos. “Insoportable, una come cocos”, según atestigua una expareja de la modelo. Consuelo de tontas y muchas, es una de las mujeres más lindas de la Argentina y, sin embargo, también tiene que salir con sombrero porque ya no le entran más cornadas, la gran mayoría proferidas por el galán trasandino y padre de sus hijos. Apenas comenzaron a estar juntos, el hombre ya se escapaba a una conocida disco porteña con nombre de continente donde, en el VIP, hacía de las suyas con modelitos en ascenso, pero lo hacía muy bien ya que nunca aparecieron fotos. ¡Si nos habremos callado, a medias, sus aventuras por no tener las pruebas físicas, pero sí los datos concretos de día, hora y lugar en que habían ocurrido los encuentros, que salieron publicados en tiempo y forma ¹ . Claro que con los años, o Benjamín ganó en desprolijidad o Carolina sumó experiencia de Sherlock Holmes, porque llegó el famoso capítulo de la agarrada de pelos con Isabel Macedo en Punta del Este (ya era vox populi que entre la entonces ex de Facundo Arana y hoy esposa del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y Vicuña había mucho más que las ardientes escenas de ficción de “Don Juan y su bella dama” ² ). Y, años después, la apasionante escena del motorhome de la filmación de “El Hilo Rojo”, con la mantita de Nepal y la palta, protagonizada por el actor con la China Suárez (ambos hoy en pareja, al menos hasta la salida de este libro), en la que Pampita irrumpe y los descubre con las manos no justamente en la masa. Aunque Suárez asegura, tal como dijo en el programa “Intrusos”, de América, tras el escándalo, que “yo estaba recostada en una manta que me traje de Nepal, me estaba comiendo una palta”, frase que quedará, de aquí a la eternidad, en los anales del manual del cuerno ilustrado. Sin dudas, dos momentos invaluables para la prensa del corazón que calentaron los veranos de 2010 y 2016. Y si de La China se trata, si en algo se parece a Pampita es que, siendo ambas dos de las mujeres más lindas del país, los cuernos no les son ajenos, lo que en algo aliviana el pesar a las simples mortales cornudas. La ex de Nicolás Cabré habría engañado a David Bisbal y a ella la habría corneado Nicolás, padre de su hija, no con una famosa, sino con la mesera de un bar, como salió publicado en varios medios ³ , algo que la ex “Casi Ángeles” nunca admitió pero que dejó entrever en declaraciones periodísticas, como cuando afirmó: “¿Sabés cuántas parejas están juntas por años, se engañan y nadie se entera? No me 4 gusta que me tengan lástima”. O cuando, tajante, le dijo a Susana Giménez en su programa, en julio de 2016, que no perdonaría una infidelidad: “No, jamás. Por ahí me cagaron alguna vez y nunca me lo dijeron. Pero si la vas a hacer hacela muy bien y que no me entere y sufra. No soy una negadora ni enferma de celos, pero si me cagás me voy a enterar”. Siempre se dijo que había sido el cantante español el infiel, pero en 2016, varios meses después de la ruptura con Bisbal y cuando la China ya estaba con Vicuña, un hacker filtró unos correos electrónicos entre el cantante de Almería y la actriz argentina en los que ella le pide perdón por sus infidelidades, entre otras cosas, tal como publicó en su momento el portal español Vanitatis. Y que no dan para sospechar de ser apócrifos dado que tiempo antes ella denunció que le habían hackeado sus redes sociales. Claro que también la China tiene antecedentes en esto de ser “la otra”, porque lo que le pasó a Pampita antes le sucedió a Eugenia Tobal, quien estando casada con Nicolás Cabré (¡la única que logró llevarlo al altar!) se enteró de que él había tenido un encuentro cercano de todos los tipos con la otra Eugenia. Nico y Tobal terminaron separándose y al tiempo, el actor y Suárez confirmaban su romance y un embarazo en puerta, del que nació Rufina. Está clarísimo que la belleza física no es garaníía de confian za y, mucho menos, de fidelidad. Una de las últimas famosas que puede dar fe de esto es la mediática argentina, ex “me acosté con Robbie Williams”, ex botinera, mamá de Uma con el Ogro Fabbiani y devenida periodista, Amalia Granata. “Me hubieses cagado con la China Suárez, no con este mamarracho”, le dijo a su última y por ahora actual pareja Leo Squarzon – de quien quedó embarazada apenas lo conoció– cuando, con una panza de seis meses, en septiembre de 2016, supo que él le había metido los cuernos con una ignota llamada Paula Linda, que poco honor le hizo a su segundo nombre “artístico”. Error: no se engaña con quien se quiere, sino con quien se pue de. En este caso, Amalia perdonó, y ni lentos ni perezosos, los dos aprovecharon la tapa de una revista y el canje por la nota exclusiva por el hotel y estadía en el Caribe. Lo que se dice, un negocio redondo desde la concepción. 1 Revista Semanario, edición 1530 del 22 de octubre de 2008. 2 “Don Juan y su bella Dama”, telenovela de Telefe, 2008 3 Revista Paparazzi, septiembre 2012. 4 Revista Hola! De Argentina, 25 de febrero de 2014.

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