¿MÁS LIBERTAD O MÁS REGULACIONES?

La situación pinta mejor que el mes anterior, cuando los números de mayo evidenciaban una caída tanto en la actividad como en el consumo. Pero, en junio hubo una recuperación del 2,4 por ciento según la consultora de Orlando Ferreres, por lo cual el crecimiento del PBI podría llegar al 7 por ciento este año, algo mayor a la nueva previsión del Fondo Monetario Internacional.

Un rebote frente a la caída de casi el 10 por ciento del año pasado, pero una situación mucho más auspiciosa de lo que parecía luego de los flojos números de mayo.

De todos modos, es un rebote de corto aliento: el FMI prevé un crecimiento menor, del 2,4 por ciento para 2022.

Con relación al consumo, que todavía no levanta, la apuesta es el estímulo a la demanda que todos descuentan por la necesidad del gobierno de ganar las PASO primero y las elecciones legislativas después, en noviembre.

Si embargo, las consultoras advierten que el escenario está sujeto a varios imponderables. En primer lugar, la evolución de la situación epidemiológica, donde se espera que la variante Delta no sea tan perjudicial como se temió hasta hace poco tiempo.

También existe un dilema electoral: hacia dónde se dirigirá el gobierno luego de las elecciones. En concreto: ¿habrá más capitalismo o más dirigismo? ¿Más libertad económica o más regulaciones? Es el tema de la nota de tapa de esta edición de

Fortuna, a cargo del economista Eduardo L. Fracchia.

La primera reflexión de Fracchia es que en las crisis de 1989 y 2001/2002 la salida fue con más capitalismo, pero que eso no es seguro ahora, cuando los cantos de sirena ideológicos pueden tener más peso. No se sabe qué pasará, pero es un riesgo que genera incertidumbre entre quienes toman decisiones económicas y que explica la parálisis en las inversiones y el freno en la recuperación de la actividad.

La situación tiene su dramatismo porque, como señala Fracchia, la clave es aumentar la oferta de bienes y servicios y la generación de divisas a través de la exportación. Pero, ¿cómo hacerlo sin más inversión?

La vicepresidenta Cristina Kirchner, líder de la coalición de gobierno, ya anunció que firmarán un nuevo acuerdo con el Fondo y descartó que intenten estatizar el sistema de salud, como indicaban algunas versiones. Esas palabras deberían asegurar un rumbo no tan dirigista luego de los comicios, como algunos temen, pero habrá que ver el valor que se le da a esa frase dicha en campaña.

Un concepto interesante de Fracchia es el de populismo sin billetera. El dirigismo se hace más fácil con dinero, y esa escasez debería ser un freno para los sectores de la coalición oficialismo menos afines al mercado.

De todos modos, como indican varios columnistas este número en Fortuna, distintos líderes parecen marchar hacia un modelo con un rol mayor para el Estado, con el presidente Joe Biden a la cabeza. ¿Vuelven los tiempos del Gran Estado?

Todas estas preguntas rondan la cabeza de quienes deciden invertir, o no, en la Argentina.

El rebote podría llegar al 7%, pero es grande la incertidumbre sobre el modelo.