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La incertidumbre económica expulsa recursos humanos

Más de un millón de argentinos viven fuera del país. Las nuevas razones para mudarse. Los principales destinos. Las consecuencias económicas de esas pérdidas.

JULIETA COLELLA*

Más de un millón de argentinos viven fuera del país. Las nuevas razones para mudarse. Los principales destinos. Las consecuencias económicas de esas pérdidas.

Cada vez son más los argentinos que comienzan a escribir una nueva historia fuera del país. Como si las ganas de emigrar se contagiaran, en los últimos años la cantidad de argentinos que viven en el exterior fue incrementándose notablemente hasta superar el millón de personas, cifra que no incluye a la segunda o tercera generación

de nacidos fuera del país. Si ese grupo se tuviera en cuenta, el total ascendería casi al doble.

A finales de 2019, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó que eran 1.013.414 los argentinos viviendo en el exterior, lo que representó el 2,26% de la población total. Dicha relación resulta la más alta de los últimos 30 años, levemente superada en 2010, cuando el porcentaje de emigrantes fue del 2,30% del total de la población.

A comienzos de los 90, 430.169 eran los emigrantes argentinos radicados en el exterior, lo que representaba el 1,32% del total de la población. Diez años más tarde, la cantidad de emigrantes se incrementó en un 29,2%, ascendiendo a 555.587 personas. Sin embargo, entre 2000 y 2010 la tasa de incremento de argentinos que emigraron al exterior casi se triplicó. Para 2010, 938.087 eran los emigrantes argentinos viviendo en el exterior, un 68,8% más que durante los 10 años previos.

Para comienzos de 2020, si bien el total de emigrantes superó el millón de personas, solo creció un 8,0% en los últimos diez años, en los cuales el mayor crecimiento se concentró entre 2017 y 2019. Si proyectamos estos niveles de crecimiento, para finales de 2021, los emigrantes argentinos radicados en el exterior podrían superar el número de 1.050.000.

Del total de emigrantes a 2019, la emigración femenina ascendió al 51,6% del total, siendo superior a la emigración masculina, la cual fue del 48,4% del total. Históricamente ocurrió que, del total de emigrantes, fue mayor la emigración femenina que masculina.

Con respecto al destino de los argentinos, los emigrantes se dirigieron especialmente a España, donde fue el 25,7% del total, seguido por Estados Unidos, recibiendo el 21,2% del total de emigrantes. La oficina de Censos de Estados Unidos informó que en 2017 la población argentina en el país era de 278.000 personas, representando un crecimiento del 158% desde principio de siglo.

El estado norteamericano que más argentinos recibe es Florida, en el cual, en la última elección presidencial, hubo más de 31.000 votantes. De todas formas, cifras extraoficiales comentan que más de 100.000 argentinos podrían vivir en dicho estado. Por su parte, el consulado de Nueva York sería el segundo estado con más argentinos registrados, 22.300 aproximadamente. Sin embargo, de acuerdo con los datos del censo de 2010 la población argentina radicada en Nueva York habría ascendido a 57.600 habitantes.

Además de los destinos mencionados, también hay muchos argentinos radicados en países limítrofes. Por ejemplo, muchos argentinos decidieron emigr ar a Chile por el desarrollo que ha tenido ese país en los últimos años. Uruguay continúa promoviendo la migración argentina. Recientemente, Paraguay resultó atractivo, en especial para empresarios, así como también Bolivia.

Argentina es un país que se caracteriza por haber transitado sucesivas oleadas emigratorias. Independientemente del destino elegido y de la edad de los emigrantes, la búsqueda de nuevas oportunidades fuera de Argentina

El estado norteamericano que más argentinos recibe es Florida, donde vivirían más de 100 mil compatriotas.

sería el común denominador de todas las historias.

INCERTIDUMBRE. De todas formas, si bien el desempleo y la coyuntura económica fueron las principales razones del éxodo en 2001 y 2002, actualmente el motivo pareciera estar en la incertidumbre, la ausencia de reglas claras y la frustración por no poder progresar. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Argentina se encuentra en el top 30 de los países con emigrados de alta calificación, fenómeno que comenzó a partir de los 60, pero que actualmente se amplía y diversifica.

Si bien la cantidad de emigrantes argentinos parecen ser valores elevados, lo cierto es que la emigración no ocurre solamente en Argentina. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó que, durante 2020, en el mundo había aproximadamente 272 millones de migrantes internacionales, de los cuales, casi dos tercios, serían migrantes laborales.

En los últimos 20 años, dicho total se incrementó en un 81,3%, ya que durante 2000 se estimó que el total de migrantes internacionales ascendía a 150 millones. De todas formas, el total de 2020 seguía siendo un porcentaje bajo de la población mundial (3,5%). Es válido aclarar que estas estimaciones del número y la proporción de migrantes internacionales ya superan algunas proyecciones que se habían hecho para 2050, que pronosticaban un 2,6%, o 230 millones de migrantes internacionales.

Del total de migrantes en el mundo, al revés de lo que ocurre con los argentinos, el 52% son varones y el 48% mujeres. Por su parte, el 74% de los migrantes internacionales son personas en edad activa (de 20 a 64 años).

Del último informe presentado por la OIM se desprende que India tuvo el número más alto de migrantes residentes en el extranjero (17,5 millones), seguida de México y China (11,8 millones y 10,7 millones, respectivamente). Por su parte, Estados Unidos mantuvo el primer lugar entre los países de destino (con 50,7 millones de migrantes internacionales).

Si comparamos los valores de Argentina con el resto de los países del mundo, vemos que el porcentaje de emigrantes resulta de medio a bajo dentro del ranking de emigrantes. A modo de comparación, según relación emigrantes/ población total, los emigrantes de Portugal ascienden al 25,6% de su población total, el 18,3% de la población de Uruguay son emigrantes, Paraguay el 12,2%, México el 9,3%, Alemania el 4,8%, España el 3,1%, Estados Unidos el 1,0%, entre otros.

La pérdida de recursos humanos en edad de trabajar implica graves consecuencias para la actividad económica y la integración social.

Mirando al interior de América Latina, la migración hacia América del Norte es una característica distintiva de la región de América Latina y el Caribe. En 2019, residían en América del Norte más de 26 millones de migrantes de esta región, cifra que fue aumentando considerablemente con el paso del tiempo. Otros 5 millones se encontraban en Europa en 2019; aunque esta cifra fue incrementándose solo levemente desde 2015, el número de migrantes de América Latina y el Caribe que viven en Europa se ha cuadruplicado con creces desde 1990. Otras regiones, como Asia y Oceanía, tenían números muy bajos de migrantes de América Latina y el Caribe en 2019 (400.000 y 200.000, respectivamente).

Los motivos para emigrar de un país son muchos y cambian de persona a persona. Sin embargo, en Argentina pareciera haber algunas razones que resaltan por sobre el resto, como ser la desconfianza institucional, incertidumbre en el corto plazo y falta de progreso en el largo plazo.

Si bien quedó demostrado que la migración también ocurre en otros países del mundo, incluso en mayores niveles, parecer ser momento de cambiar las reglas de juego, de generar confianza y oportunidades de desarrollo; de incentivar la capacitación y el progreso, y de marcar certidumbre en el mediano y largo plazo para que no sigan ocurriendo oleadas emigratorias de argentinos, quienes sienten que el propio país los expulsó.

Sumario

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2021-10-06T07:00:00.0000000Z

2021-10-06T07:00:00.0000000Z

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