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La crisis de migrantes del presidente Biden

Jorge Castañeda

Desde los primeros días de la presidencia de Joe Biden, su administración ha insistido en que la creciente cantidad de migrantes detenidos en la frontera de Estados Unidos y México no es una “crisis”, sino más bien un pico estacional normal. Las autoridades norteamericanas hasta han llegado a decir que la controversia fue inventada enteramente por el ex presidente Donald Turmp y otros republicanos.

Si bien la administración Biden no estaba del todo equivocada respecto de Trump, la realidad desde entonces ha refutado sus argumentos. La situación en la frontera hoy es efectivamente una crisis, tanto para Estados Unidos como para México. A fines de septiembre, unos 15.000 migrantes y buscadores de asilo, la mayoría de ellos haitianos, se están refugiando del sol bajo el Puente Internacional en Del Rio, Texas. Han vuelto a poner la cuestión de la migración en primer plano.

Durante todo el verano, las autoridades inmigratorias de Estados Unidos esperaban que la cantidad de gente en la frontera bajara, pero siguió subiendo, a pesar del calor insoportable. Las detenciones mensuales alcanzaron un pico de 200.000 en julio y otras vez en Agosto –su nivel más alto desde 2000-. La repentina aparición de miles de haitianos en el lado norteamericano de la frontera (y no en las ciudades mexicanas de Matamoros, Reynosa o Tijuana al sur) demuestra que el flujo de ninguna manera está cesando.

La crisis en la frontera de Estados Unidos es sólo parte de la historia. Tapachula, una ciudad mexicana de 350.000 habitantes en la frontera con Guatemala, hoy da refugio (en condiciones miserables) a 50.000-100.000 buscadores de asilo, aproximadamente la mitad de los cuales son haitianos. Las autoridades mexicanas están obligando a los migrantes a permanecer allí mientras se procesan sus pedidos. Pero ese proceso puede demorar más de un año, y los migrantes cada vez más buscan salir y viajar hacia el norte. Varias caravanas, cada una con cientos de refugiados y migrantes, han partido en las últimas semanas, obligando a las autoridades de inmigración mexicanas a mandarlos de vuelta a Tapachula.

La mejor solución inmediata es otorgar un estatus protegido temporario (TPS) a los haitianos que ya han ingresado a Estados Unidos. (Aunque el TPS es en teoría temporario, probablemente en la práctica duraría indefinidamente). Biden también debería pedirles a los países de tránsito –principalmente Chile, México y Panamá- que les brinden a los migrantes un asilo apropiado y papeles de trabajo, y les permitan permanecer en condiciones humanas y hospitalarias.

En cuanto a las consecuencias políticas y las perspectivas electorales de los demócratas en 2022 y 2024, una estrategia más humana ciertamente no es peor que la alternativa de meter a niños haitianos en aviones y mandarlos de vuelta a un país sumido en la discordia, la destitución y la desesperación.

Biden debería pedirles a los países de tránsito que les brinden a los migrantes un asilo apropiado y papeles de trabajo, y les permitan permanecer en condiciones humanas y hospitalarias.

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2021-11-02T07:00:00.0000000Z

2021-11-02T07:00:00.0000000Z

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