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Más importaciones, y no menos importaciones

Las compras al exterior están aumentando, pero todavía no alcanzan los niveles anteriores a la pandemia. Para qué sirven las importaciones. El problema de la falta de dólares. La reducción de las importaciones en relación con la región y el riesgo de aisl

MARCELO ELIZONDO*

Las compras al exterior están aumentando, pero todavía no alcanzan los niveles anteriores a la pandemia. Para qué sirven las importaciones. El problema de la falta de dólares. El riesgo de aislarse cada vez más.

Las compras al exterior están aumentando, pero todavía no alcanzan los niveles anteriores a la pandemia. Para qué sirven las importaciones. El problema de la falta de dólares. La reducción de las importaciones en relación con la región y el riesgo de aislarse cada vez más.

Las importaciones en 2021 no se encuentran en niveles elevados. Se ha regresado en las últimas semanas en Argentina a las manifestaciones de representantes de diversos sectores productivos relativos a la dificultad de acceso a las importaciones. En la industria vitivinícola en relación con botellas, en la de calzado en relación a partes para su producción, en la de automotores en relación a autopartes, en la de electrónicos en relación a chips, etcétera.

Las importaciones argentinas de bienes están creciendo en 2021. Lo hacen en los 8 primeros meses del año nada menos que en 52,9% en relación con el mismo periodo de 2020. Pero ocurre que 2020 fue un año extremadamente particular por la pandemia y sus efectos. Si se analizan los importes en dólares de las compras de bienes desde el exterior en la última década se constata que, en realidad, Argentina está aún en niveles bajos de importaciones en relación con lo que la economía requiere.

Así, midiendo esos 8 meses con años anteriores se constata lo siguiente:

■ En 2021 las importaciones de bienes alcanzan 40.068 millones de dólares.

■ Ello que supera con creces el importe del mismo periodo de 2020, que fue 26.200 millones de dólares.

■ Pero el número de 2021 no es tanto mayor que el de lo importado en el mismo lapso de 2019, cuando las importaciones de bienes alcanzaban a 34.460 millones.

■ Y aquel número es aún menor al referido a lo que se importaba en 8 meses de 2018, cuando llegaban a 47.388 millones de dólares.

■ También el de 2021 es menor al monto importado en 8 meses de 2017, cuando llegaban a 43.227 millones de dólares.

■ Si bien es mayor que el de 2016 (36.992 millones), es similar al de 2015 (40.052 millones) y es otra vez menor al de las importaciones de 2014 (44.714 millones).

■ Y es también muy menor que en 2013 (50.192 millones), que en 2012 (cuando alcanzó 45.003 millones de dólares), y también es menor que en 2011 (48.497 millones).

Por lo tanto, no estamos ante niveles de importaciones elevados sino a una recuperación sobre niveles bajos anteriores. Y se mantienen bajos considerando niveles históricos recientes. Lo anterior sirve como advertencia ante posibles tentaciones dirigidas a detener —por la vía de la administración de comercio exterior— la recuperación de las importaciones.

Límites que pudieran ponerse en marcha basados en las conocidas restricciones cambiarias que Argentina padece en razón del régimen cambiario imperante y que se antepondrían a las necesidades de la economía y la producción.

¿PARA QUÉ IMPORTAR? Las importaciones tienen relevante incidencia en la producción. Por diversos motivos. En primer lugar, porque se componen de bienes que son requisito para la producción: bienes de capital, bienes intermedios, piezas y partes de bienes de capital, energía y aun automotores para movilidad relativa a procesos productivos.

En segundo lugar, porque las importaciones generan producción (y empleo) en sí mismas: para implementarse requieren servicios varios (empresas importadoras, logística, transporte y almacenamiento, financiamiento y bancos, seguros y contratos, servicios de planificación estratégica de negocios, intermediación mayorista, comercialización minorista, etcétera).

Adicionalmente, porque importaciones de calidad tecnológica mundial permiten elevar las condiciones productivas locales.

Por ello, las importaciones son condición de buena parte de la inversión (especialmente, la extranjera). Y las importaciones facilitan la mejora en la productividad sistémica promedio de la economía (y por ende, las exportaciones). Y las importaciones, finalmente, cuando llegan a niveles apropiados hacen que las empresas locales puedan participar consecuentemente en cadenas de valor supranacionales.

Desagregados por rubros se advierte, aún más, la necesidad de importaciones mayores. Por lo antes referido, desagregar las importaciones por rubro permite advertir riesgos. Así, en 8 meses de 2021 vemos que las

Las importaciones son condición de buena parte de la inversión, especialmente la extranjera.

importaciones de bienes de capital (inversión) han llegado a 6.209 millones de dólares en 8 meses de 2021, lo que supone un nivel muy mayor al de 2020 (4.347 millones) y algo mayor a 2019 (5.826 millones), pero que es inferior al de todos los años anteriores en la década. Así el nivel de importaciones medidas en dólares en 2021 es muy menor al nivel de 2018 (9.060 millones de dólares), es también muy menor al nivel de 2017 (9.537 millones) y aún menor al de 2016 (7.546 millones de dólares), y a su vez menor que en 2015 (7.546 millones de dólares) y que en 2014 (8.197 millones de dólares) y más bajo a la vez que el nivel —siempre en dólares— de 2013 (7.697 millones de dólares), además se ser también inferior que en el 2012 (7.166 millones de dólares) y que en 2011 (9.051 millones de dólares) y a la vez más bajo que en 2010 (6.983 millones). Lo antedicho afecta considerablemente la inversión en Argentina.

Algo similar se advierte cuando se analizan las importaciones de piezas, partes y accesorios de bienes de capital (que se utilizan para la reposición, el armado o el soporte operativo para el equipamiento para el genérico de bienes y servicios). Efectivamente, mientras en 8 meses de 2021 las importaciones en este rubro fueron de 7.577 millones, superando cómodamente el nivel del —pandémico— 2020 (4.478 millones), en los años anteriores en este rubro las importaciones en el mismo periodo fueron algo inferiores específicamente en 2019 (7.098 millones). Pero en 2018 habían sido mayores (de 8.895 millones) al igual que en 2017 (8.308 millones), mientras en 2016 habían sido similares (7.570 millones) pero habían sido más altas en 2015 (8.431 millones), como también habían sido de más importe en total en 2014 (8.630 millones) y también en 2013 (cuando fueron muy elevadas, de 10.413 millones), al igual que fueron más altas en 2012 (9.082 millones) y en 2011 (9.221 millones). Este nivel bajo pone en riesgo el manteniendo y el armado de bienes de capital y aparatos.

Por el contrario, en lo que parece ser una tendencia diferente, las importaciones de bienes intermedios (insumos para la producción) fueron de 16.402 millones en 8 meses de 2021, lo que supone un nivel mayor que en el pandémico 2020 cuando alcanzaron 10.530 millones; y también mayores que en el mismo periodo de 2019 (11.995 millones) y mayores que en todos los años anterior de la década. Esto marca que Argentina está haciendo “rebotar” coyunturalmente la producción con la capacidad instalada actual.

En materia de combustibles y lubricantes y energía, las importaciones en 8 meses de 2021 fueron de 3.793 millones de dólares, lo que supone un nivel muy mayor que en 2020 (fueron de 1.191 millones) y también que en 2019 (3.360 millones). Pero este nivel de 2021 es menor que el importe de las importaciones en este rubro en el mismo periodo en 2018 (fueron de 4.968 millones), y también menor que en 2017 (3.960 millones), siendo por su lado similar a los de 2016 (3.613 millones), pero los referidos números de 2021 son menores que en 2015 (5.165 millones) y también menores que en 2014 (8.854 millones) y a la vez más bajos que en 2013 (8.969 millones) y que en 2012 (7.020 millones) y por su parte también menores que en 2011 (6.899 millones)

AUTOMOTORES. Donde se advierte una escasa recuperación es en importaciones es de automotores. Mientras que en 8 meses de 2021 alcanzaron 1.193 millones, habían sido menores en 2020 (877 millones) pero mayores en todos los años anteriores. En 2019 habían alcanzado 1.786 millones, en 2018 fueron de 4.259 millones de dólares, en 2017 de 4.095 millones, en 2016 de 2.858 millones, en 2015 fueron 2.298 millones, en 2014 llegaron a 2.600 millones, en 2013 sumaron 4.616 millones, en 2012 llegaron a 3,537 millones, y en 2011 a 3.519 millones.

Finalmente, en materia de bienes de consumo las importaciones de 2021 en

Las importaciones facilitan la mejora en la productividad sistémica promedio de la economía y, por ende, las exportaciones.

8 meses llegan a 4.525 millones lo que implica un nivel mayor a 2020 (fueron 3.821 millones) y poco mayor que en 2019 (4.249 millones). Pero esos montos de 2021 son menores que en los años anteriores: en 2018 fueron 6.049 millones, en 2017 fueron 5.561 millones, en 2016 llegaron a 4.741 millones, en 2015 sumaron 4.384 millones, en 2014 alcanzaron 4.339 millones, en 2013 fueron de 4.921 millones, en 2012 de 4.604 millones, en 2011 de 5.106 millones.

Un dilema: se necesitan más importaciones y no menos, y el régimen cambiario no genera márgenes para ello.

Todo lo anterior explica que los niveles de importaciones en 8 meses de 2021 no son altos históricamente y que Argentina necesitará no solo no reducir importaciones sino incrementarlas para mejorar su capacidad productiva y recuperar niveles de funcionamiento económico y superar el estacionamiento. Y que hay rubros como los relativos a la inversión que se encuentran en niveles aún bajos y no solo afectan la recuperación económica inmediata sino también la capacidad productiva futura.

RESTRICCIONES. Pero lo antedicho parece anteponerse a las necesidades cambiarias surgidas del complejo régimen vigente que restringe capacidad del BCRA para abastecer a los importadores en las condiciones actuales (en las que no hay otros oferentes en el mercado de acceso a divisas para importaciones). Lo que consecuentemente afecta a la actividad económica.

Las importaciones son una parte relevante de la economía en todo el mundo. La globalización ha hecho que la capacidad productiva de los países se alimente (entre otros rubros) de las importaciones. Pero Argentina no ha acompañado este proceso desde hace mucho. Por lo que, a lo antes referido, debe agregársele que Argentina viene reduciendo sus importaciones en términos relativos en el total mundial y en el regional.

En 1990 la Argentina generaba 3,39% de las importaciones de Latinoamérica. Esto, porque las importaciones latinoamericanas eran de 109.879 millones y las argentinas de 3.726 millones. Pero en la medida en que la globalización avanzó, en el año 2000 la Argentina generaba ya 6% del total regional. Las importaciones argentinas eran 23.889 millones de dólares y las de Latinoamérica y el Caribe fueron de 394.843 millones de dólares.

En 2005 Argentina (post crisis 2002) generaba ya niveles menores: 4,38% del total regional. El país importaba 23.700 millones y la región llegaba a 541.073 millones. En 2010 la economía de Argentina —en mayor recuperación— generaba 5,58% del total de importaciones latinoamericanas. El país importó 54.154 millones de dólares y Latinoamérica y el Caribe lo hizo en 916.061 millones de dólares.

En 2015 la Argentina generó 5,25% del total de importaciones regional. Argentina importó 55.594 millones de dólares y la región alcanzó 1.057.042 millones de dólares.

Desde ese momento Argentina debilitó importaciones y, aun antes de la pandemia, en 2019, Argentina generó solo 4,09% del total regional. Argentina importó 46.928 millones de dólares y Latinoamérica y el Caribe lo hizo en 1.146.714 millones de dólares. La pandemia solo mantuvo esa mala situación la situación y Argentina en 2020 explicó 4.15% del total porque importó 40.365 millones de dólares mientras la región lo hizo en 971.443.

Y si el análisis de hace tomando como referencia años anteriores el desacople es mucho mayor. Argentina, por ello, viene reduciendo su participación en las importaciones regionales. Y la economía de Argentina, por ende, se encuentra en niveles de importaciones que requieren una revisión para la mejora en su capacidad productiva. Lo que llama a reconsiderar el sistema general de comercio exterior, de reglas cambiarias y aún de alianzas internacionales comerciales del país.

Argentina viene reduciendo sus importaciones en términos relativos en el total mundial y en el regional.

Sumario

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