“NO VENDEMOS BEBIDAS SINO BOTELLAS”

Entre

las preocupaciones comunes a todos los jugadores del mercado de bebidas se ha sumado en el último tiempo la de la escasez de envases de vidrio. “Como se trata de un insumo productivo, nosotros hasta ahora no hemos tenido ninguna restricción”, admite Nicolás Vilcinskas. Aunque confirma que “el problema de la disponibilidad de botellas existe a nivel global”. ¿A qué se debe? “Es que el mayor consumo hizo que exploten todas las fábricas. La industria del vidrio tiene una capacidad productiva limitada porque los hornos cuestan fortunas y los fabricantes demoran la decisión de construir uno nuevo hasta que la demanda presiona. En la Argentina hay casi un único productor (Cattorini), que está trabajando con su capacidad máxima”, señala. Y se sincera: “Es que hoy nosotros lo que vendemos no son

bebidas, son botellas. Por eso necesitamos vender la botella que nos da el mayor retorno. Hay proyectos para prender hornos que ya existen y hacer otros nuevos, pero ya sabemos que la producción de vidrio a nivel global va a estar complicada todo 2022 y parte de 2023”.