LA INFLACIÓN, LA GRAN BATALLA

Esta edición está íntegramente dedicada a los Premios Fortuna 2022 a las Mejores y Mayores Empresas, que fueron entregados el 9 de agosto en el Recinto Principal de la Bolsa de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires.

Como todos los años, el análisis de los balances públicos de las empresas para determinar al ganador en cada rubro fue realizado por la consultora de Gabriel Rubinstein, nuevo secretario de Programación Económica, que fue contratada por esta revista.

Precisamente, la consultora de Rubinstein explica en este número cómo fue realizado ese análisis y brinda un comentario acerca del panorama general de la economía.

Como viene sucediendo en los últimos años, los números globales indican un deterioro de la situación general, más allá de que a algunos sectores les ha ido mucho mejor que al promedio. En ese sentido, la consultora señaló su esperanza de que en el corto plazo el gobierno genere condiciones para “quebrar años de estancamiento y deterioro”.

Veremos si Rubinstein puede contribuir a satisfacer esa expectativa. Esperamos que sí, por el bien del país y de todos sus habitantes, más allá de que las condiciones políticas, económicas y sociales no son las mejores.

Más allá del contexto, como señalé al dar bienvenida a los invitados, “somos siempre optimistas sobre la Argentina. ¡Cómo no serlo con un país que tiene tanto para ofrecer! Luego de la pandemia y a causa de la lamentable guerra en Ucrania, ¡cómo no ser optimista con un país que puede producir tantos alimentos y tanta energía! Que es lo que el mundo demanda, lo que está caro en el mundo.

Alimentos y energía, con el campo y Vaca Muerta, es un partido que no deberíamos perder.

Y, sin embargo, estamos haciendo de esa oportunidad global una crisis interna. Debería ser al revés: una crisis puede ser oportunidad; en nuestro caso, una oportunidad global se transforma en una crisis.

En realidad, la crisis es anterior a la pandemia y a la invasión de Rusia a Ucrania; es toda nuestra, pero la situación global la agrava o la muestra mejor para que todos podamos verla.

Y ahí está la razón de nuestro optimismo: la situación llegó a tal punto que se está formando un consenso sobre cuáles son nuestros problemas verdaderos.

Uno de ellos, el principal para la mayoría de los argentinos, es la inflación. Cuando se forma un consenso social, ahí es cuando se puede avanzar con soluciones económicas y políticas.

Luego de tantos fracasos para controlar los precios, la inflación nos conduce rápidamente al déficit fiscal. Más allá de cualquier ideología. Por un lado, hay que producir más y, en ese marco, exportar más. Por el otro, el Estado tiene que gastar menos y gastar mejor.

Es un momento crucial. ¿Será este gobierno? ¿Será el próximo? ¿Quién se llevará el premio de haber vencido a la inflación?”.

La inflación se convirtió en la madre de todas las batallas.

Somos siempre optimistas sobre la Argentina. ¡Cómo no serlo con un país que tiene tanto para ofrecer!