El marco ideal para una cena romántica

Reconocido como uno de los mejores restaurantes del mundo, Grotta Palazzese es un palacio que se ubica en el interior de una cueva y cuenta con una de las mejores propuestas gastronómicas al aire libre. Su increíble vista al mar.

Reconocido como uno de los mejores restaurantes del mundo, el “palacio” se ubica en el interior de una cueva y cuenta con una de las mejores propuestas gastronómicas del mundo al aire libre. Su vista al mar y su ambientación completan el ambiente perfecto.

Situado en el centro histórico de Polignano a Mare - una antigua aldea de pescadores -y sobre un acantilado con vista al mar, el hotel Grotta Palazzese descansa sobre la famosa Grotta Palazzese, una cueva que alberga el restaurante homónimo considerado entre los 10 restaurantes al aire libre más exclusivos del mundo. El establecimiento gastronómico es reconocido internacionalmente y cuenta con una sala ambientada en un lugar único: la terraza que recibe a los clientes fue creada dentro de una cueva natural, la Grotta Palazzese (o di Palazzo), de la que toma su nombre, un lugar conocido y utilizado para exclusivas fiestas y banquetes desde el siglo XVIII. Esta terraza tiene capacidad para 150 personas y si bien es exterior está resguardada por la bóveda de la cueva. Por un lado se asoma al mar, con una espléndida vista del panorama costero y el horizonte marino; mientras que por el otro, hacia la cueva mayor, se ven las dos canteras - una mayor y una menor - que forman la cueva.

Dadas sus características, el restaurante ha sido reseñado en una gran cantidad de revistas y sitios especializados, recibiendo las críticas de los periodistas y viajeros más exigentes y amantes de la buena comida. Por la particularidad del lugar y el refinamiento de la cocina, se incluye como uno de los lugares más espléndidos del mundo, parada imperdible para todo aquel que quiera vivir emociones únicas e inolvidables.

Grotta Palazzese ofrece dos

menús degustación, “Essenza” (Escencia) e “Istinto” (Instinto), con platos como el arroz vialone nano con azafrán, caviar, cítricos y huevas de mujol; el pulpo asado con garbanzos y perlas de pesto o la lubina con emulsión de tomate amarillo, aceite de menta y lombarda crujiente marinada en vinagre de Jerez. También hay opciones vegetarianas. Por otro lado también está el menú a la carta, del que pueden disfrutar solo las mesas más pequeñas, de no más de seis personas. Es importante saber que no se puede compartir el menú entre varios comensales y que incluye uno, dos o tres platos a un valor de 195 euros por persona, o bien de cuatro platos por 235 euros. Los platos se combinan con una carta de vinos que reúne una amplia selección de más de 300 etiquetas de los vinos nacionales e internacionales más prestigiosos.

A pesar de su exclusividad, el hotel está abierto a toda la familia aunque con algunas salvedades. Si bien los niños son bien recibidos, por ser un espacio romántico e ideal para cenas tranquilas, los menores de 10 años solo pueden asistir al primer turno, entre las 18 y las 20 horas. Y en el caso de las mascotas, excepcionalmente reciben a algunas pequeñas. Y aunque esté frente al mar y en un contexto de playa, hay un dress code que respetar por la noche, ya que no permiten pantalones cortos y sandalias y/o chanclas para los hombres.

LA EXPERIENCIA DEL PALACIO. Comer no es sólo satisfacer el deseo o la necesidad de comer o de pasar una agradable velada con los amigos. En este restaurante, comer es acariciar los sentidos, y sumergirse en una experiencia única. En una cueva y en uno de los restaurantes más bonitos del mundo.

El mar abraza la vista, las paredes rocosas actúan como complemento natural y dan la bienvenida al comensal. La luz de las velas completa el conjunto, quizás con la ayuda de la luna llena

o un cielo estrellado en verano. Y menús muy refinados. Las recetas marineras priman en la variedad de recetas propuestas. Los colores de los platos hábilmente compuestos son un deleite, tanto para la vista como para el paladar.

EL HOTEL. Grotta Palazzese Beach Hotel, junto a su exuberante vegetación embellecida por agradables cascadas, ofrece a sus huéspedes la disponibilidad de una espléndida playa privada, en una ensenada cómoda y segura, desde la cual se extiende un mar cristalino. La presencia de la playa privada hace del lugar una propuesta única y exclusiva, ya que en Polignano a Mare es el único hotel que puede disfrutar de esta belleza natural y totalmente reservada.

Las habitaciones, a menos de 20 metros del mar, están equipadas con todas las comodidades. La elegancia en los detalles y el estilo del mobiliario, con colores típicamente mediterráneos, crean ambientes acogedores e inolvidables.