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“La clave es que baje la inflación”

ALEJANDRO SIMÓN Claudio Celano Gómez*

El CEO del Grupo Sancor Seguros, Alejandro Simón, analiza la actualidad de un sector golpeado por el atraso tarifario, la suba de la siniestralidad y los malos rendimientos de las inversiones. También explica cómo la compañía gana participación de mercado mientras su industria se achica.

El CEO del Grupo Sancor Seguros analiza la actualidad de un sector golpeado por el atraso tarifario, la suba de la siniestralidad y los malos rendimientos de las inversiones. También explica cómo la compañía gana participación de mercado mientras su industria se achica. Por qué lanzaron su propia prepaga, compraron un banco y tienen desarrollos de real estate propios.

El contexto del mercado asegurador es complejo. Esto es una realidad no solo en Argentina, sino también en el mundo por el cambio climático, la guerra y la inflación a nivel mundial que impacta directamente sobre los resultados del sector. Y, en nuestro país, hay que sumarle nuestros propios problemas”. Así de claro y concreto comienza Alejandro Simón a explicar la situación actual que vive el sector asegurador, que actualmente representa poco menos del 3% del PBI local.

Simón es el CEO del Grupo Sancor Seguros, que según datos de la Superintendencia de Seguros de la Nación es la compañía número uno del país en cuanto a primas realizadas en los últimos cuatro años consecutivos. Además, es la aseguradora con mayor participación de mercado en el rubro salud, en el de ART, de accidentes personales, vida colectivo y el agropecuario. Sin embargo, en los últimos años, y dada la dificultad que atraviesa la industria, de la mano de Simón el Grupo se ha diversificado hacia la medicina prepaga (Prevención Salud), el mundo financiero (Banco del Sol) y el real estate con desarrollos inmobiliarios propios en la Ciudad de Buenos Aires. “Nuestro propósito es brindar protección y tranquilidad, y esto incluye los seguros, lo financiero y la salud. Somos un gran Grupo, con negocios sanos”, afirma.

Alejandro Simón recibe a Fortuna en su amplia oficina del centro porteño y no le escapa a ninguna pregunta: política, inflación, reglas del juego, futuro de la industria… Y tiene muy en claro cuál es, para él, el principal problema del país: “El veneno principal es la inflación”. FORTUNA: Según datos de mercado, el último ejercicio acumulado del sector asegurador fue el peor desde 2005. ¿Cuál es su análisis al respecto?

SIMÓN: Al adverso contexto internacional hay que sumarle los serios problemas nuestros. Hoy tenemos tres temas que confluyen de manera negativa. Por un lado el impacto vinculado a la crisis macroeconómica que vive el país que implicó un atraso en las tarifas, lo que genera situaciones anti-técnicas. A esto hay que sumarle que, en general, según los rubros, hay una mayor siniestralidad y, como tercer aspecto, los rendimientos que se obtienen por las inversiones financieras que hacemos las aseguradoras no alcanzan a ganarle a la inflación. El problema entonces que hoy tenemos es la incertidumbre, porque si uno tiene una inflación alta pero constante se va acostumbrando. Sin embargo, es que todos los meses nos sorprendemos con una suba de precios más alta que la del mes anterior, salvo el último índice que bajó algunos decimales. Esto genera que todas las inversiones que se hacen, que lo que buscan es respaldar compromisos asumidos, y el propio patrimonio de las aseguradoras, pierdan contra la inflación.

FORTUNA: ¿Todos los rubros del sector asegurador se han visto igualmente impactados?

SIMÓN: En el sector automotor la situación es grave. Hay atrasos tarifarios y mayor siniestralidad porque la salida de la pandemia generó que la gente tuviera más ganas de salir, usar el auto y circular por la Argentina, a lo que se le suman tarifas atrasadas y la necesidad de ajustarlas constantemente por la inflación, pero con una población que ya no da más. Por otro lado, en lo que tiene que ver con riego del trabajo, que es la segunda rama en importancia del sector asegurador, hay un problema permanente de litigiosidad vinculada a la inestabilidad de las reglas de juego y

“Tenemos el 25% del mercado asegurador agropecuario en Argentina. De México hacia el sur somos probablemente la mayor aseguradora del sector”.

a ciertos poderes que lucran con las desgracias reales o no de los trabajadores. Es así como pierde el trabajador y pierde la aseguradora, y solo ganan aquellos que viven de la generación del conflicto que la mayoría de las veces es artificial.

Nuestro objetivo, entonces, está en contener esa litigiosidad. Hoy el 26% de las empresas argentinas están aseguradas con nuestra ART, que es Prevención, y nuestra tasa de litigiosidad es la tercera parte que la del mercado.

FORTUNA: Ustedes también son la aseguradora número uno en el sector agropecuario y en el de vida y retiro. ¿Cuál es la situación de ambos rubros?

SIMÓN: Lo agropecuario es lo que mayor necesidad genera para el mundo entero y con el cambio climático cada vez hay más siniestralidades. Tenemos el 25% del mercado asegurador agropecuario en Argentina, y somos de México hacia el sur probablemente la mayor aseguradora del sector. Es algo que nos ocupa porque el dar cobertura sin apoyo del estado cuando uno sabe que el planeta va a un calentamiento global inexorable y los pequeños productores son los que se ven más afectados; es un desafío. Y, por el lado de los seguros de vida y retiro vemos que hay una necesidad importante en nuestro país sobre todo por la crisis del sistema previsional local. Se busca fomen

tar el ahorro individual pero es complejo cuando no hay confianza en la Argentina. Hoy vemos una necesidad de mercado de tratar de asegurar el futuro, pero la incertidumbre macro y normativa lo hace difícil. Está claro que estas inversiones que son a largo plazo tienen ciclos, el tema es que estos vienen siendo hacia abajo hace mucho.

FORTUNA: Resultados técnicos negativos por atrasos tarifarios, una mayor siniestralidad e inversiones cuyos rendimientos no alcanzan. ¿Qué perspectiva futura ve con esta realidad que plantea? ¿Cómo subsiste el negocio y el sector?

SIMÓN: La clave es que baje la inflación y que esto genere una recomposición real en los ingresos de las personas que generaría una mejora en la capacidad adquisitiva de la gente y su nivel de vida, y por supuesto en la posibilidad de ajustar los seguros a los costos reales de las coberturas. Otro aspecto fundamental es la normalización del mercado cambiario. Hoy no tenemos acceso a vehículos cuando tenemos que reponer por uno nuevo o es difícil conseguir los repuestos cuando hay que hacer reparaciones. Argentina es un vaivén permanente que en algún momento se va a lograr estabilizar, y esperemos que sea la política la que haga los ajustes que requiere la economía y no el mercado, porque el ajuste del mercado siempre produce una gran crisis, con licuaciones y transferencia de riquezas de un sector al otro de la economía.

“En medicina prepaga tuvimos una política muy cuidadosa donde hicimos mucho foco en la reducción de gastos innecesarios”.

FORTUNA: ¿Ve que han bajado la cantidad de seguros que se sacan, hay menos coberturas?

¿Hay menos calidad en lo que se contrata?

SIMóN: En términos generales uno ve que, al igual que en consumo masivo, que la gente va pasando de primeras marcas a segundas y terceras. Nosotros en particular seguimos creciendo porque nuestro lema es que si hay problemas debemos trabajar el doble. Seguimos ganando participación de mercado. Hoy somos la ART más grande del país, al igual que en seguros en general también somos la número uno sobre 170 aseguradoras con el 11,5% del mercado. Tenemos una industria aseguradora que se está achichando en términos reales de primas, porque crecen menos que la inflación y en porcentaje del producto bruto interno se reduce. Las primas crecen menos que la inflación, lo que hace que haya una contracción del mercado asegurador.

FORTUNA. Usted habla de tarifas atrasadas en el mercado asegurador. Pero eso no se debe a que es un mercado regulado, sino que es una decisión de las compañías. ¿Si aumentaran a la par de la inflación, perderían clientes?

SIMÓN: Es la dinámica propia del mercado, ya que no hay una reglamentación como sí hay en otras industrias. Es un sector muy competitivo, con muchas empresas, y hay una tendencia natural a que las tarifas sean insuficientes. Y a esto se suma la incapacidad del consumidor de poder afrontar mayores gastos cuando hay salarios que no se ajustan como la inflación. En la ART pasa lo mismo, ya que nuestras primas son una

“Hoy vemos una necesidad de tratar de asegurar el futuro con inversiones, pero la incertidumbre macro y normativa lo hace difícil”.

alícuota aplicada sobre el salario y el salario perdió 20 puntos contra la inflación en los últimos años, entonces las primas del sector caen por debajo de la inflación.

FORTUNA: ¿Por qué cree que mientras el mercado asegurador se achica, ustedes ganan participación?

SIMÓN: Nosotros tratamos de pensar cada vez menos en el valor del dólar y cada vez más en cómo dar un mejor servicio y respuesta a nuestros asegurados. Pero también me gusta decir que hay dos países en uno en Argentina. Por un lado está la Argentina de Capital Federal y el Conurbano; y la otra es la que empieza a 100 kilómetros de Buenos Aires donde realmente hay motores que traccionan y están vinculados a economías regionales, a la agricultura, a la industria… y allí la verdad es que se vive otro clima. Yo viajo permanentemente por todo el país y nuestras 750 oficinas, y el clima que se percibe en la calle es diferente, mucho mejor. A nosotros realmente nos va bien. Además, hace años venimos con una estrategia de abordaje 360°. En 2014 creamos nuestra propia empresa de medicina prepaga, que es Prevención Salud, y hoy tiene más de 260 mil afiliados. Y, además, hace un tiempo compramos Banco del Sol, que combina lo mejor de lo digital con lo humano. Así es que como grupo podemos dar una cobertura completa de protección personal, patrimonial, de planificación financiera que ninguna otra aseguradora de Argentina tiene. Nosotros somos los únicos que tenemos las cuatro patas de seguros personales, ART, un banco y medicina prepaga.

FORTUNA: En el mercado asegurador el contexto no es nada bueno, y lo mismo sucede en el

“El mercado asegurador es muy competitivo, con muchas empresas y hay una tendencia natural a que las tarifas sean insuficientes”.

sector de la salud y las prepagas, con un negocio que pareciera no ser rentable y estar al borde de la quiebra. ¿Qué análisis hace de esta industria?

SIMóN: En medicina prepaga tuvimos una política muy cuidadosa donde hicimos mucho foco en la reducción de gastos innecesarios y de costos transaccionales; y aprovechamos la digitalización de la economía antes de la pandemia. Esto nos ha permitido conservar un negocio sano. Es importante dividir la salud entre los que son los financiadores de la salud, que somos nosotros como prepaga; y por otro lado los efectores. El año más complejo desde el punto de vista empresarial fue el 2020 para los efectores, ya que la gente estaba en las casas y no había prestaciones y había que sostener las estructuras fijas. Nosotros no tenemos efectores propios, entonces no sufrimos esta situación. En 2021 la crisis se trasladó de los efectores a las empresas de medicina prepaga por el congelamiento de las tarifas y se generaron resultados muy complicados Este año se recuperó parte del atraso tarifario generado en 2021 y hoy el peligro tiene que ver con los rumores de un posible congelamiento de tarifas en el futuro que sería nefasto para el mercado de la medicina prepaga. Además de los rumores que siempre existen de una posible estatización del sistema de salud.

FORTUNA: ¿Cuál es para usted el mayor desafío para el futuro del país?

SIMóN: Siempre digo que la clave es no nivelar hacia abajo. El desafío es un cambio cultural a través de la educación porque de esta manera se va a superar la grieta. La grieta es muy beneficiosa para ganar una elección pero hace imposible gobernar y este es el problema que estamos teniendo hace mucho tiempo.

Sumario

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2022-12-02T08:00:00.0000000Z

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