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Hacen falta mejores sanciones contra Rusia

Ricardo Hausmann

El legendario jefe del estado mayor prusiano Helmuth von Moltke decía que ningún plan de batalla sobrevive al primer contacto con el enemigo. Se refería a que los comandantes que ganan las guerras no necesariamente son los que tienen los mejores planes iniciales, sino aquellos que se adaptan rápidamente a la nueva información y a las condiciones en el terreno. La brillante contraofensiva del ejército ucraniano, que ha obligado a las tropas rusas a retirarse en Kyiv, en el este y en el sur de Ucrania, es un buen ejemplo. Un ejemplo menos brillante es el esfuerzo de Occidente por utilizar sanciones comerciales y financieras para dificultar la capacidad de Rusia de llevar adelante la guerra. Aquí las cosas no han salido según el plan inicial y resulta evidente que se debe ajustar la estrategia. Con este objetivo, hemos identificado varios pasos que harían que el régimen de sanciones occidentales resulte más efectivo. Las acciones iniciales en materia de sanciones fueron impresionantes. Inmediatamente después de la invasión, Estados Unidos, la Unión Europea y sus aliados congelaron la mayor parte de las reservas internacionales de Rusia, excluyeron a la mayoría de sus bancos del sistema de pagos internacionales SWIFT y prohibieron la venta de muchos productos a Rusia (incluidas piezas de aviones e insumos críticos a los sistemas de armas). Si bien los pronósticos iniciales anticipaban una contracción de dos dígitos del PIB y un colapso del rublo, eso no sucedió. El Fondo Monetario Internacional espera que el PIB ruso caiga solamente un 3,4% este año, mientras que el rublo se ha revalorizado aproximadamente en un 20% con respecto al dólar en relación a los niveles previos a la guerra. Esto no significa que las sanciones lideradas por Estados Unidos y la UE no hayan afectado significativamente el poder bélico del presidente ruso, Vladimir Putin. Pero, ciertamente, han sido menos efectivas de lo que inicialmente habían esperado Estados Unidos y los gobiernos europeos. Ahora bien, las sanciones actuales están lejos de maximizar el daño que se le puede causar a Rusia. Los miembros de la coalición anti-Putin también parecen tener serios problemas de coordinación. A mediados de octubre, la UE había prohibido la exportación a Rusia de alrededor del 37% de todos los productos exportados por Europa, según datos de la Alerta Comercial Global. Estos productos representan el 45% de las exportaciones de la UE a Rusia previas a la guerra. Pero casi la mitad de los productos que prohibió la UE no son objeto de restricciones a las exportaciones en Estados Unidos, y viceversa, lo que le permite a Rusia comprar en unos países de la coalición lo que otros miembros han restringido.

Dada la urgencia del esfuerzo bélico, es importante identificar y bloquear las importaciones que causen daños inmediatos a Rusia.

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2022-12-02T08:00:00.0000000Z

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