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Cómo reinventarse para empoderar usuarios

La empresa, que nació en 2004 en Argentina y logró la comunidad más grande de Latinoamérica, vive un proceso de transformación sin precedentes y promete ser la plataforma más equitativa y abierta, dándole el verdadero poder al usuario gracias a la Web3.

ROCÍO BRAVO

Taringa!, que nació en 2004 en Argentina y logró la comunidad más grande de Latinoamérica, vive un proceso de transformación sin precedentes y promete ser la plataforma más equitativa y abierta. Entrevista con Cristina Sancho, su CEO.

Cristina Sancho es española, nacida en Madrid, y hace poco más de un año que se desempeña como Managing Director de Taringa!. Antes de eso, pasó por empresas como Netflix, Amazon y Accenture, donde tuvo a cargo equipos internacionales de marketing y estrategia. Sancho estuvo estuvo en Argentina para ser parte de LABITCONF ‘22 (Latin American Bitcoin & Blockchain Conference) -el evento cripto más importante del mundo que tuvo lugar en Buenos Aires- y mostrar la nueva estrategia de la compañía, la cual se ha ido construyendo a partir de ser adquirida por IOV Labs. A Cristina se la ve curiosa y según ella misma dice no está dispuesta a vivir en un mundo en donde reine el status quo. La frase que más la motiva para avanzar es “¿Cuál es la próxima gran disrupción que está cambiando al mundo?”. Fue justamente la búsqueda de esa respuesta y su gran capacidad para inspirar a otros y colaborar en entornos de innovación, el motivo que hizo que se sume a Taringa! en medio de un proceso de reinvención profundo que transita la compañía. “Cuando me contactaron para contarme el proyecto, vi una forma de poder perseguir mi pasión”, cuenta a Fortuna. “A mí me apasiona el talento y quiero que la gente tenga oportunidades para sacar todo su potencial. A lo largo de mi carrera profesional he visto cómo se dan y se quitan oportunidades por decisiones y criterios que no tienen nada que ver con el talento y el potencial de la gente. Dónde has nacido, te da o no oportunidades. Que tengas una red adecuada de contactos o no, también. O sucede que se pierde un papel porque alguien tiene más seguidores en redes sociales que otro”. “Taringa! ha sido pionera”, sigue. “Nació en 2004, en un momento en el que se le estaba dando más poder al usuario y cuando empezó el boom de las redes sociales”. Según explica, “tradicionalmente, en las plataformas sociales hay varios agentes: los creadores, los usuarios y en el medio la plataforma que trae el valor ¿por qué? porque su modelo de negocio es la publicidad. Se necesitan ingresos publicitarios y el foco es la marca, no el usuario”. Su lectura es que los creadores ponen su contenido, los usuarios ponen sus datos, los monetizan, y “la plataforma se queda con todo”. El mismo espíritu curioso hizo que Cristina también comience a investigar e incursionar en el mundo de las criptomonedas. “Recuerdo escuchar los primeros podcasts que empezaban a hablar de los NFTs, lo que significaban para los artistas. Entendí que era una tecnología que podía democratizar todo y hacerlo más transparente”. Cristina se ha sumado a la compañía para dirigir la estrategia global con un equipo multidisciplinario repartido por el mundo: Argentina, Colombia, México, España, Italia y Nigeria, entre otros países, motivada por el hecho de visualizar una compañía que tuvo su momento álgido y que si bien ahora no está en ese momento, “los usuarios siguen estando, la marca es potente y la gente tiene mucha conexión emocional con ella”. “Todos esos elementos me hicieron ver que era una oportunidad para cambiar las cosas y volver a ser pioneros”, destaca. “El desafío de trasladar una plataforma que era web 2 a una nueva era, hace que cada día me levante completamente ilusionada con este proyecto”.

REINVENCIÓN. Con más de 17 años de vida y la meta de convertirse en la plataforma que permita a la gente vivir de su pasión y conectar con sus fans, Taringa! está presentando su nueva propuesta de marca, que permitirá dirigirse hacia los principios de la Web 3.0, creando un entorno de comunidades centradas en los creadores de contenido y sus fans. El nuevo camino, cuyo lanzamiento está previsto para 2023, estará construido sobre Rootstock, una de las plataformas de contratos inteligentes más seguras del mundo. Cuando surgió, si bien la plataforma nació para que las comunidades pudieran manifestarse, no existían herramientas para que los creadores pudieran recibir el valor de lo que crean. “Eso es lo que está cambiando ahora”, remarca Sancho. “La incorporación de la tecnología Web 3.0 en Internet busca cambiar las reglas del juego”. Entre sus innovaciones se encuentra el otorgamiento a los usuarios del control absoluto de sus datos, la monetización de sus contenidos en base a tokens digitales, la compatibilización con aplicaciones desarrolladas con inteligencia artificial, y una experiencia de uso personalizable, versátil y flexible. Así, los creadores de contenido podrán ser los legítimos dueños de sus producciones y tener a su disposición formas más directas y personalizadas de obtener un rédito económico por el tiempo invertido en su desarrollo. “Esta evolución hacia los principios de la Web 3.0, con la tecnología blockchain como llave, es un paso natural para Ta

Taringa! nació en 2004, cuando se le estaba dando más poder al usuario y empezó el boom de las redes sociales.

ringa!, que siempre quiso dar el poder al usuario. Ahora, además, esta tecnología nos permite resolver el problema de la capacidad de monetización de quien crea valor en una plataforma”. En 2019 se supo que la compañía especializada en blockchain IOVLabs, creadora de la red RSK basada en Bitcoin y la economía de tokens RIF, había decidido adquirir Taringa!. En aquel momento muchas fueron las especulaciones sobre el futuro de la red social y hoy comienza a cobrar sentido lo que será una plataforma que quiere darle a los usuarios el poder de monetizar sus creaciones, pero sin intermediarios. “La oportunidad que vio Diego Zaldívar, CEO de IOVLabs, es que había una comunidad con unos principios y valores que compartían”, detalla Sancho. “Taringa! na

El objetivo del “nuevo” Taringa! es unir un modelo de monetización directa con las audiencias que cada usuario y comunidad tenga.

ció como una manera de darle voz a un usuario en un entorno en que no existía una comunidad. Esos valores y esa comunidad todavía se mantienen. Y la misión de IOV es dar más oportunidades, hacer un mundo más justo y equitativo, que la gente tenga más herramientas financieras. La fusión tenía sentido”. Ahora bien, ¿qué va a ser Taringa! a partir de ahora? Según explica la ejecutiva española, las plataformas tienen algunos problemas: “Uno es que el 88% de los creadores de contenido no pueden vivir de ello. Para ganar mil dólares tienes que tener 100 mil seguidores en Instagram, un millón de vistas en Youtube, 25 millones en Tik Tok. Solo ganan los que logran grandes números y las plataformas se quedan con la mitad de los ingresos por publicidad”, detalla. Por otro lado, agrega, “todo lo que crean los creadores no es suyo, es de la plataforma. La plataforma elige a través de algoritmos a quién mostrarle el contenido y los creadores deben estar tratando de entender permanentemente cómo funciona para adaptarse. Además, tienes a los usuarios que explotan sus datos, se crean audiencias, pero no obtienen nada a cambio”. Lo que se propone Taringa!, en esta nueva era, es que los creadores puedan vivir de sus creaciones. “Y no solo solucionamos el problema de los creadores de contenido, sino a cualquier persona que quiera perseguir su pasión, que pueda hacerlo y que tenga herramientas”, aclara la vocera. Otro tema de las plataformas actuales es que las comunidades se generan alrededor de una persona, pero esa comunidad no interactúa entre ella. “En Taringa! lo que queremos es unir un modelo de monetización directa de tus audiencias con la comunidad que es fuerte. Como tienes un espacio, puedes monetizar tu contenido y la comunidad establecer una relación más cercana”, explica Sancho. En este sentido, “lo que estamos haciendo es construir de nuevo la plataforma y uniendo lo mejor de la

web 2, con los principios de la web 3, apalancándonos en blockchain. Es hacia donde queremos ir”, detalla Sancho. “¿Qué es lo mejor de la web 2? Construir una plataforma sobre cloud con microservicios y totalmente centrada en user experience. A eso le vamos a sumar wallets, NFTs y todo lo que tenga sentido incluir. Ahora Taringa! utilizará blockchain para garantizar el correcto funcionamiento del nuevo sistema de recompensas y los creadores de contenido van a poder cobrar en cualquier parte del mundo”.

AUDIENCIAS GLOBALES. Si bien IOVLabs es una empresa global, su modelo de negocio está cambiando y prestando atención a los sitios donde puede empezar a operar. La primera etapa incluye Argentina, Uruguay y Colombia. Al respecto, Cristina expresa: “Los apasionados los puedes tener en todo el mundo, pero en términos de oportunidades, la gente que no tiene acceso a ellas en todos lados. Argentina, por ejemplo, tiene una población donde el 55% no está bancarizada, el acceso a crédito es casi imposible y tienes una moneda que se devalúa 83% en el año. Aquí es donde entiendes el valor que traen las criptomonedas. Entonces, nuestro criterio al momento de elegir mercados es centrarnos en países donde más necesidad de acceso a oportunidades haya”. Desde el punto de vista de los equipos que hoy trabajan en el desarrollo de la nueva plataforma, la ejecutiva cuenta que disponen de equipo en Argentina, en Nigeria, en Colombia y en Costa Rica. “Es una compañía global y tenemos talento por todos lados. Somos una compañía 100% remota y podemos contratar talento sea donde sea”, destaca.

NUEVO LIDERAZGOS. Tras haber pasado por “gigantes tecnológicos”, el reto que se le presenta a Cristina es enorme. Pero también lo aprendido le permitirá ir gestando los equipos necesarios para desarrollar el futuro de una compañía que le brinde a sus usuarios la libertad de expresarse, generar valor y ser retribuido por eso. A nivel equipo, “el tema de cultura es fundamental”, dice la ejecutiva. “Cada uno del equipo tiene que tener la capacidad de tomar decisiones y tu debes darle el contexto para que puedan hacerlo. Hay que crear el entorno y darles el poder para que haya debates y que todos se sientan seguros de tomar decisiones”. En Tarigna!, dice, “una de las cosas que me llamó la atención al principio fue que hay que romper las jerarquías. La idea de ‘Tu dime lo que hay que hacer’ ya no va más. Ahora se trata de ‘Yo te digo lo que queremos conseguir y vemos cómo lo hacemos entre todos”. Y aquí, es clave su rol. “La plataforma que estamos construyendo busca solucionar problemas reales. Y para eso, hace falta gente que sepa cuáles son esos problemas. Necesitamos liderazgos de todas las demás industrias para que vengan”. Hablando de talento y la diversidad de esos equipos, “siempre se puede mejorar”, reflexiona. “Estamos tomando contrataciones que tienen en cuenta la diversidad. No me gusta poner etiquetas a la diversidad, tiene que ver con la visión del mundo, el pensamiento, diferentes opiniones. Me gusta mirar cómo se complementan las personas en las áreas, no me gusta contratar gente igual. Estoy orgullosa porque tenemos un equipo con 8 o 9 geografías diferentes y eso estimula los unos a los otros”.

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