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NUNCA TE QUISE

ALEX PANDEV @LOCURADEALEX @locuradealex

Cuando me dijeron que era una nena no podía creerlo. Recé con todas mis fuerzas para que fuera un varón.

Las enfermeras me dicen al oído lo linda que es la bebé y agregan riéndose: va a ser una bomba. La miro y no veo nada extraordinario: es solamente una monita de mirada rara.

Unos días más tarde decidí que su padre y yo nos tomaríamos unas vacaciones y nos fuimos los dos solos y la dejamos en una guardería. Estaba cansada, ¿está mal?

Pronto se convirtió en una nena súperdespierta y con una fuerte personalidad.

Siempre le corté el pelo bien corto y la vestía solo de gris.

Un día, cuando volvió de la escuela, me dijo que a partir de ahora quería trenzas y vestirse con colores llamativos.

Agarré la tijera y le corté el pelo más corto todavía.

Era para que le creciera con más fuerza, ¿está mal?

Y seguí poniéndole ropa… de color gris, es más chic, ¿está mal?

En la adolescencia engordó y, como le encantaba lo dulce, seguí comprándole más. Era para mimarla, ¿está mal?

Me tenía una confianza ciega y yo una autoridad total sobre ella. Leer su diario íntimo a escondidas… era una prueba de mostrar mi interés por ella, ¿está mal?

Y un día ya no fue más una adolescente, le creció el pelo, tenía una melena negra que le llegaba hasta la cola… a pesar de que yo le decía lo vulgar que era.

Y empezó a hacer dieta... a pesar de todas mis advertencias sobre su salud y de todas las cosas dulces que le traía.

Y decidió vestirse a su gusto...

Y empezó a rebelarse y mostrar su intensa personalidad. Entraba en un lugar y enseguida era el centro de atención. Hablaba fuerte, se reía aún más fuerte y nadie podía escapar de su magnetismo.

Cuanto más brillaba ella, yo me apagaba. Cuanto más existía ella, yo desaparecía.

Estaba a punto de convertirse en lo que siempre imaginé: una mujer espectacular y, sobre todo, especial. Algo que yo nunca fui.

No puedo resistirme a mis sentimientos oscuros. Nunca lo hice.

En esa época teníamos un nuevo jardinero, un hombre de mi edad, muy buena persona, a quien yo le gustaba mucho y que me colmaba de atenciones, nunca fuimos más allá de esto, pero me daba placer…mucho placer…

Un día ella llegó más temprano de la universidad, él nunca la había visto. Quedó subyugado.

Y de golpe supe que yo ya no existía.

Volví a ser una mujer de mi edad. Una madre. Un ser invisible.

Una mujer con una forma de pensar de mi edad, un cuerpo de mi edad, una piel de mi edad.

Una mujer que hizo de todo para conservar su seducción, pero que, frente a la verdadera juventud, se convirtió en algo patético. Me odiaba a mí misma. Y a ella, más todavía. Cuando el jardinero vino a saludarme, le dije que no viniera más.

Y a ella, a la noche, le di un fuerte sopapo… porque sí.

Era más fuerte que yo. Era más fuerte que todo. Ya no podía cortarle más el pelo, ni vestirla de gris, ni hacerla engordar contra su voluntad, ni encerrarla en su cuarto…

Pero podía darle sopapos. Soy su madre.

Las enfermeras no se habían equivocado, es una bomba, a pesar de que yo no dejo de humillarla, consumida por algo que me supera. Un día, no dio más y me rompió un collar de perlas. Lo que pasó después entre ella y yo fue muy feo.

Un día me miró con tristeza y me preguntó por qué. No supe responderle.

No pude.

… Por qué no tuve un hijo varón.

Columna

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2023-06-06T07:00:00.0000000Z

2023-06-06T07:00:00.0000000Z

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