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ESCRITORAS. Pilar Rahola

Es una historia que he estado trabajando más de seis años. Ha sido un trabajo arduo pero para poner luz a una historia maravillosa y real", contó Pilar Rahola en su presentación para Argentina de su nueva novela El espía del Ritz, de Editorial Planeta, basada en Bernard Hilda, un violinista judío que tocaba en el hotel Ritz en la Segunda Guerra Mundial.

El libro narra la historia de un grupo de músicos judíos que huyeron de la Francia ocupada por los nazis. Atravesaron los Pirineos a pie en las peores condiciones a punto de morir en diversas ocasiones. "Intentan llegar a Barcelona, una ciudad que también era ella misma una ciudad derrotaba en la peor época del franquismo cuando se fusilaba a los ciudadanos, a los prisioneros políticos por las calles, en las cunetas o en cualquier lugar. Esa Barcelona y esa España que era filonazi, abiertamente favorable al nazismo y también al fascismo italiano. Esa Barcelona se convirtió en una especie de Casablanca en la Segunda Guerra Mundial. Había espías alemanes, italianos pero también ingleses, franceses, americanos y esa Barcelona en ebullición estaba derrotada y al mismo tiempo era resistente. También se crearon grandes redes de evasión para ayudar a los miles de judíos que atravesaban los Pirineos a pie. Muchos de ellos murieron, otros fueron deportados, muchos se salvaron. Una historia poco conocida. Esa Barcelona que ayudó a muchas familias a escaparse o a la Palestina o a Estados Unidos para salvar la vida", contó Rahola en la presentación y agregó sobre el argumento de su novela: "Eran músicos judíos, llegaron a Barcelona. Nadie sabía que eran judíos. Actuaron en el Ritz y se convirtieron en la gran orquesta de la Barcelona de la época. Pero ellos también escondían un secreto, un secreto de resistencia y de lucha.

"Eran músicos judíos, llegaron a Barcelona. Actuaron en el Ritz y se convirtieron en la gran orquesta de la época".

Una novela difícil. De amor y de dolor. De vida y de muerte. Pero, sobre todo, de resistencia, esperanza, de supervivencia", concluyó la escritora.

Apuntes sobre su vida

Pilar Rahola nació en Barcelona, en 1958. Es analista política de La Vanguardia, RAC1 y TV3. Novelista de éxito con Rosa de ceniza y Mariona, ha publicado libros de actualidad de gran eco como ¡Basta!, sobre el yihadismo, República islámica de España, Carta a mi hijo adoptado o Atrapados en la discordia, sobre el conflicto is

raelí-palestino. Ha sido galardonada con el Premio a la Mejor Articulista de Prensa 2007 y con el Premio Atlántida 2010 de los editores catalanes. También tiene múltiples premios internacionales por su lucha a favor de los derechos humanos, entre otros, el Mass Media Award 2009 del American Jewish Committee; el Daniel Pearl 2010 de la Anti-defamation League y el Morris B. Abram Human Rights Award 2011, de UN Watch. En 2012 se plantó un bosque de 2.500 árboles en su honor en Israel por su lucha contra el antisemitismo.

Fragmento del libro

"Ha venido toda Barcelona", dijo eufórico, y los años de mayordomo y nodrizas y un nutrido grupo de sirvientes que le habían mimado desde pequeño se dibujaron en la sonrisa que acompañaba su entrada en el salón. Aquel ambiente de éxito y poder le excitaba el orgullo de clase y le hacía sentirse finalmente seguro. Lejos había quedado la locura revolucionaria que despreciaba a la gente de bien y ponía en peligro el orden de Dios. ¡Qué sería del mundo si los hombres como él no inspiraban respeto! Y entonces respiró aliviado, porque los días en que miraba de reojo, convencido de que algún revolucionario le dispararía un tiro por la espalda, habían desaparecido para siempre. Los suyos habían ganado la guerra, y eran implacables y precisos en su determinación de limpiar de rojos el país. "No dejaremos ni una rata viva", se dijo mientras ayudaba a su mujer a quitarse la estola de marta cibelina que la hacía parecer tan elegante. Y al mirarla, pensó que Merceneta aún mantenía una gran belleza, a pesar de que ya había superado los cincuenta. "Buena para pasearla", y la idea de que aquella gran dama, refinada y culta, le pertenecía como el resto de los objetos de lujo que tenía en propiedad, le hizo sentirse poderoso, tan poderoso como los hombres que ahora gobernaban el destino de España. Aunque en los momentos de debilidad reconocía que sentía algo por ella, no la amaba desde hacía años y solo la tocaba cuando le apetecía recordar que era suya, que podía hacer lo que quisiera con ella. No era sexo, era posesión. Para el sexo ya tenía la piel y la boca y los pechos turgentes de una gitanita desvergonzada que alegraba sus escapadas festivas. Y con el recuerdo de aquella piel satinada se apresuró a saludar al gobernador Correa Veglison, que le había hecho un gesto afectuoso. Merceneta se dirigía a su mesa cuando oyó una voz conocida. "Ha llegado la mujer más guapa de Barcelona", y antes de volver la cabeza ya sabía que aquella voz cariñosa era la de Albert Puig i Palau. "Querido Albert, siempre tan peligroso", le respondió, y la sonrisa recogió la estima que se tenían, ahora aumentada por la complicidad de aquellas actividades de ayuda a los evadidos que, desde hacía semanas, daban sentido a su vida. Lo que no conocía Merceneta eran los vínculos secretos de aquel músico al que admiraba, Bernard Hilda, con su amigo Albert...

Sumario

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2021-07-28T07:00:00.0000000Z

2021-07-28T07:00:00.0000000Z

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