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BELLEZA. Después de los 40

Aunque la edad no pasa en balde para ninguna, lo cierto es que quien ha mantenido una rutina de belleza constante durante la veintena y treintena lucirá una piel mucho más joven y saludable

Silvia Pardo

Apartir de los 40 la piel empieza a verse distinta. Se notan algunos cambios que son el fruto del descenso de algunas hormonas. Esto repercute en la piel, la cual comienza a perder tono y elasticidad.

Luego, cuando llega la menopausia, es cuando más se notan los efectos del paso del tiempo: se acentúan las arrugas, la piel pierde luminosidad y se vuelve más opaca, las líneas de expresión están más marcadas, se aprecia menos firmeza, pérdida del óvalo facial, deshidratación y sequedad.

Debido a estos cambios, la mujer necesita incorporar a su rutina de cuidados productos específicos en función de esa necesidad para contrarrestar estos efectos. "Los cuidados de la piel varían con la edad y son diferentes en función del estilo de vida que llevamos, la genética y los cuidados previos que hayamos hecho a lo largo del tiempo. A partir de los 40 años es necesario modificar la rutina facial de los 30 y comenzar a optar por productos que se adapten, nutran y protejan mejor la piel", explica la Dra. Johanna Furlan, médica cirujana, MN 122.975. La rutina es el punto más importante y el que no se puede negociar, sí o sí hay que realizarla dos veces por día: a la mañana y a la noche.

Es posible lucir una piel radiante e iluminada a los 40 siempre y cuando contemos con una rutina de cuidado facial que se adapte a nuestro tipo de piel. Es decir, al llegar a esta edad necesitará nuevos ingredientes para atenuar mejor las arrugas y recuperar elasticidad. "Para lograrlo, buscaremos estimular la producción natural de colágeno y elastina, que son las encargadas de mantener la piel lisa y tersa. También es importante contar no solo con una rutina facial especial, sino también con una alimentación saludable y equilibrada y mucha, pero que mucha, hidratación y vitamina C y A", afirma Furlan.

Pero ¿cómo saber si la piel necesita cambiar de fase y una nueva rutina de cuidado facial? Algunos signos de envejecimiento celular para tener en cuenta:

La piel se nota fina, deshidratada y apagada.

Aparición de manchas solares o rojas en la piel.

Pérdida progresiva de la elasticidad y el tono. La revolución hormonal hace que la piel se vea y se sienta más seca. Por eso es probable que las líneas y arrugas del rostro estén más profundas, sobre todo alrededor del labio superior. Aparecen así arrugas más marcadas, líneas de expresión y se suma también la flacidez.

El tono de la piel puede empezar a verse irregular.

Estos cambios se aceleran con el tabaquismo, el alcohol y la exposición sin protección a los rayos ultravioletas.

Tres aliados indispensables

1. Uso de cremas antiage: a partir de los 40 es esencial el uso de cremas antiedad o antioxidantes, que disminuyen los signos del fotoenvejecimiento. Muchas de ellas contienen retinoides, vitamina C o

ácido salicílico.

2. Realizar un peeling, para renovar la piel: se puede efectuar en gabinete con punta de diamante o con distintos ácidos. Se obtiene una rápida mejoría en la humectación cutánea, se estimula la producción de colágeno con lo que atenúa las arrugas superficiales. Se puede realizar tanto en invierno como en verano. Claro que en la época estival debe ser suave y con los debidos cuidados del sol. 3. Suplementos vitamínicos: Colágeno, ácido hialurónico, biotina pueden complementar la dieta.

Una rutina especial

Limpieza facial de día: higienizar la piel a diario para eliminar todos los residuos. En cuanto a limpieza, a partir de los 40 se aconsejan las leches hidratantes y las lociones suavizantes, para aportar humectación a la piel. Al terminar con la limpieza facial es

A PARTIR DE LOS 40 AÑOS ES NECESARIO MODIFICAR LA RUTINA FACIAL DE LOS 30 Y OPTAR POR PRODUCTOS QUE SE ADAPTEN, NUTRAN Y PROTEJAN MEJOR LA PIEL

necesario utilizar un tónico facial, sobre todo si nuestra piel es muy sensible y con tendencia a las rojeces.

Para la hidratación: luego de la limpieza de la mañana es el momento ideal para colocar un sérum con ácido hialurónico y niacinamida, para hidratar, aportar luminosidad y proteger la piel durante el día. Después, una crema antiarrugas, que además de hidratar aporte suavidad y elasticidad a la piel.

Exfoliación: es recomendable exfoliar la piel una o dos veces por semana con un exfoliante suave para remover las células muertas y luego aplicar una máscara de hidratación calmante. Otro tratamiento ideal para realizar una o dos veces por semana es hacer una limpieza profunda con una máscara de arcilla y luego aplicar una máscara reafirmante.

Los sérums faciales: son más que recomendables, casi una obligación al llegar a esta edad. Esto se debe a que los sueros tienen una mayor concentración de activos que ayudan a cuidar las pieles maduras haciendo que absorban mejor todos los nutrientes de las cremas antiarrugas. Se aplican luego de la limpieza, unas gotitas y esparcir.

Rutina para la noche: Limpiar con una crema de limpieza que aporte suavidad y luego colocar un producto con ácido glicólico y retinol para afinar la capa córnea, mejorar la luminosidad, además de estimular la renovación de la piel. Para terminar, reducir la aparición de las patas de gallo aplicando contorno de ojos que cuida esta zona del rostro que es tan delicada. Poner esta crema con el dedo anular mediante suaves golpeteos alrededor del hueso del ojo.

Protección solar diaria: siempre, los 365 días al año, aunque no tomemos sol. La piel se enfrenta a diario a toda la polución del medio ambiente. Si queremos evitar las temidas manchas solares, que también envejecen la piel, utilizar un filtro solar con SFP 50, aunque la crema antiarrugas que usemos contenga factor de protección.

En este caso lo mejor es colocar una protección solar que además tenga ingredientes antiarrugas.

Masajes faciales: el momento ideal para incluirlos es a partir de los 30. A los 40 son casi una obligación. Una opción es utilizar la guasha y/o combinarlo con ejercicios faciales como pronunciar las vocales en voz alta, inflar las mejillas o parpadear rápido. El yoga también favorece la piel, al producir relax, se favorece.

Consumir abundante agua: la piel necesita hidratarse a diario, ya que se deshidratará más rápido debido al enve

SIEMPRE, LOS 365 DÍAS AL AÑO, AUNQUE NO TOMEMOS SOL, USAR PROTECTOR SOLAR PARA EVITAR MANCHAS Y FOTOENVEJECIMIENTO

jecimiento celular. Beber dos litros de agua diarios.

No fumar: causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos en las capas más externas de la piel. También daña el colágeno y la elastina, fibras que dan a la piel su fuerza y elasticidad. Como resultado, la dermis empieza a debilitarse y a arrugarse de forma prematura. Incluso si has fumado durante años o has fumado mucho, aún podés mejorar el tono y la textura de la piel y evitar futuras arrugas (y graves enfermedades) si dejás de fumar.

Tratamientos estéticos: es un buen momento para combinar nuestra rutina facial con métodos antiedad. Se puede optar por técnicas que estimulen la producción de colágeno y la elastina.

Para las bolsas y ojeras, las infiltraciones de ácido hialurónico o colágeno ayudarán mucho a aclarar las zonas más oscuras y apagadas del rostro. Lo ideal es consultar a un profesional de confianza sobre las zonas a hacer un refresh.

Cuidados corporales: la piel del cuerpo también sufre cambios en la menopausia y se vuelve más seca, por eso es ideal hidratar diariamente con crema humectante. Para las zonas como codos, talones, rodillas, etc. las ideales son las que contienen lactato de amonio, lanolina, ácido hialurónico y urea.

Evitar los cambios bruscos de temperatura: Esto es para quienes presenten rojeces o rosácea. En estos casos están indicadas las cremas con manzanilla, aloe vera, té verde, avena y hamamelis.

SUMARIO

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