Piernas sin várices ni arañitas

Son una parte fundamental de nuestra imagen corporal y antes de que el verano exija mostrarlas, es importante ponerse en acción para que luzcan lindas y saludables. Hay varios métodos para eliminar las imperfecciones

En el invierno las piernas no están tan expuestas pero, con los primeros calores, empiezan a asomar y no es grato descubrir várices y arañitas. No se trata solo de una cuestión estética sino que una vena varicosa es una enfermedad y puede complicarse, de no ser tratada.

Por eso, mejor prevenir que curar y la propuesta es ocuparnos de ellas en esta estación para que luzcan sanas y bellas cuando lleguen la primavera y el verano.

El camino de la circulación Normalmente, las venas transportan la sangre de retorno desde las piernas y hacia el corazón. Para ello poseen un mecanismo por el cual se pueden dilatar y volver a su calibre anterior, permitiendo así, entre otras cosas, el normal retorno sanguíneo. Se ensanchan para permitir el paso de la sangre en esa única dirección y luego se angostan para evitar que esa sangre vuelva nuevamente a las piernas.

Este fenómeno se produce gracias a la existencia dentro de las venas de unas estructuras llamadas válvulas venosas. Cuando el correcto mecanismo de apertura y cierre valvular falla, y existen otros factores generadores de várices -ya sean genéticos o adquiridos, como los embarazos o la toma de pastillas anticonceptivas o estadía prolongada de pie-, pueden producirse várices o arañitas, piernas edematizadas, hinchadas y dolorosas, entre otras afecciones.

La desatención de este problema puede llevar a la formación de edemas crónicos, hinchazón, coloración verdosa azulada del trayecto varicoso, marrón de la piel y, finalmente, a la aparición de las tan dolorosas úlceras varicosas, conformando el estadio más grave de la insuficiencia venosa crónica de los miembros inferiores. El diagnóstico de la enfermedad varicosa se puede realizar muy precozmente, incluye una primera consulta con un especialista y, a partir de la misma, puede surgir la indicación o no de que la persona afectada repies

La desatención de este problema puede llevar a la formación de edemas crónicos, hinchazón y coloración verdosa azulada del trayecto varicoso

quiera la realización de algún estudio diagnóstico complementario como un ecodoppler color venoso de los miembros inferiores.

Principales factores de riesgo

Factor genético: en la gran mayoría de los casos hay un antecedente hereditario-familiar.

Embarazo: este estado aumenta la cantidad de sangre circulante, la presencia del bebé tiende a presionar las venas de la zona de la pelvis disminuyendo la circulación y las hormonas producidas por la placenta debilita las paredes venosas.

El tabaquismo y el uso de anticoncepción oral favorecen la aparición de várices.

La obesidad y el sedentarismo vuelven a la mujer más propensa a padecerlas.

Las hormonas producidas por el ovario pueden relajar las fibras de los músculos existentes en la pared venosa y llevar a la aparición de várices.

Permanecer de pie o sentado por tiempos prolongados también puede derivar en la aparición de várices.

Tratamientos disponibles

"No es estrictamente necesario tratarlas, ya que suponen sólo un problema estético la gran mayoría de casos. En caso de desear eliminarlas, se dispone de distintas opciones", explica la Dra. Johanna Furlan. cirujana estética (MN 122.975).

Una de ellas son las fuentes de luz. "Las lesiones vasculares pueden tratarse con distintas fuentes de luz, como los láseres o la luz pulsada intensa. Entre los láseres que más se emplean con esta finalidad están el de colorante pulsado para lesiones planas y levemente elevadas y para lesiones sobresalidas.

La luz pulsada intensa es también una opción excelente para la mayoría

de los casos, y posee como ventaja que permite de forma simultánea tratar lesiones pigmentadas y el envejecimiento de la piel", afirma la especialista.tanto el láser como la luz pulsada tienen como ventaja una menor probabilidad de cicatriz, de formación de costra y no requieren anestesia local. "La luz pulsada intensa, además de tratar las lesiones vasculares, permite mejorar de forma simultánea otros signos del envejecimiento de la piel, como las manchas solares y la atrofia", señala la doctora. Las sesiones recomendadas son de 1 a 3 según el caso.

Otros métodos Crioescleroterapia: consiste en inyecciones esclerosantes que se aplican con el sistema Cryo para obtener el beneficio analgésico y antiinflamatorio. Este tipo de tratamiento puede ser complementario al realizado con los crioláser o realizado de forma solitaria utilizando el método de espuma.

Microcirugía estética láser: este tipo de cirugía es ambulatoria, no deja cicatrices, presenta retorno laboral casi inmediato. Consiste en extraer, por medio de milimétricos cortes, las várices que provocan la molestia. Los microcortes luego no llevan puntos de sutura sino que la piel es pegada con un pegamento especial que no deja marcas ni secuela alguna. Este tipo de procedimiento, en contraposición al tratamiento crioláser de los derrames y arañitas, sí requiere evitar la exposición solar entre 15 y 20 días posteriores a la cirugía porque pueden quedar algunos pequeños hematomas.

Prevención

No permanecer parado o sentado mucho tiempo. Movilizar pies y piernas con frecuencia y al final del día estar unos minutos con los pies elevados.

Al colocar cremas realizar movimientos ascendentes para activar la circulación y ayudar al retorno venoso.

Evitar el uso de ropa ajustada y de tacos altos o planos.

Evitar la exposición a fuentes de calor en las piernas (horno, baños muy calientes, etc).

No utilizar anticonceptivos sin consulta previa al médico especialista.

Llevar una dieta balanceada, rica en fibras, evitar las subas o descensos bruscos de peso y estados de constipación prolongada.

Realizar actividad física programada, deportes, por ejemplo, la natación y los paseos en bicicleta.

Elevar las patas de la cama unos centímetros más que la cabeza.

Evitar traumas directos sobre las piernas.