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Billeteras RFID

El sistema con protección Radio Frequency Identification bloquea la entrada y salida de ondas y mantiene las tarjetas a salvo del robo de datos. Cómo funcionan

Con la llegada de las tarjetas con RFID para poder hacer compras sin necesidad de pulsar el código PIN ("contactless") llegó un nuevo método para intentar clonar tarjetas o incluso robar dinero con esta función. Por eso, las billeteras y carteras con protección RFID son un complemento indispensable para evitar problemas. Estas bloquean las señales electromagnéticas que emiten los lectores para detectar los códigos almacenados en el chip RFID y robar datos.

La Radio Frequency Identification (RFID) fue patentada en 1973 por Charles Watson. Sus primeras aplicaciones, que permanecen en la actualidad, estuvieron relacionadas con el control electrónico de artículos. A diferencia del código de barras, o el QR, el reconocimiento no se basa en una imagen sino en una radiofrecuencia de corto alcance (unos 30 centímetros).

En 1999, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), la RFID, combinada con códigos de producto electrónico, comenzó a sustituir al código de barras. Las etiquetas, o tags, RFID desarrolladas por el Auto ID Lab contienen un código único (EPC) en un microchip que se trasmite a los lectores mediante una antena.

La tecnología llegó a las tarjetas de crédito y débito para quedarse: casi todas ya incorporan un chip que contiene los datos básicos, como el número y la fecha de caducidad. Y, claro, las tarjetas habitan billeteras y bolsos que, muchas veces, permanecen junto a los teléfonos móviles. Este es el primer riesgo, porque los teléfonos generan ondas magnéticas que pueden alterar los circuitos de los chips e inutilizarlos.

Pero existe un riesgo mayor. Los estafadores ahora no solo roban las billeteras, sino los datos contenidos en los

chips de las tarjetas. Ellos cuentan con dispositivos capaces de interferir las radiofrecuencias en las que se basa la tecnología RFID.

Es verdad que, para lograr este objetivo, los delincuentes tienen que estar bastante cerca de billeteras y carteras ajenos. También que hay dos datos que, aseguran los expertos, están fuera de su alcance: el nombre del titular de la tarjeta y el código de verificación (CVV), en general, tres o cuatro cifras escritas en el frente o dorso del plástico.

Sin embargo, para no correr riesgos y evitar "compras indeseadas" y onerosas, existen billeteras y carteras con bloqueadores de frecuencias RFID. Una especie de "pantalla" que brinda mayor seguridad a quienes poseen este tipo de tarjetas. Los bloqueadores están confeccionados en materiales que impiden el paso de las ondas de radiofrecuencia. Algunas opciones son las fundas hechas de PET y papel de aluminio, o de papel y un interior metálico que evita la desmagnetización.

Distintos modelos

Es una tecnología reciente, pero hay billeteras, mochilas y carteras que la incorporan y a un precio económico. Hay diseños clásicos, billeteras de clip, tipo tarjetero, con bolsillo para monedas, mucha variedad.

Algunas son de diseño compacto, con gran capacidad de almacenaje, y hay de colores y estampadas. Otras cuentan con lugar para varias tarjetas, espacio para los billetes y bolsillo para las monedas. Además, de la protección RFID a prueba de robos a través de las ondas electromagnéticas de los teléfonos móviles.

Otros modelos presentan una zona imantada que evita que se abra aunque esté demasiado llena. Para quienes les gusta llevar las fotos de la pareja, hijos o seres queridos en la billetera hay una versión en la que se pueden grabar sus caras mediante la técnica del láser.

El sistema RFID crea una especie de pantalla que aísla las tarjetas y evita el robo de datos

SUMARIO

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2022-07-02T07:00:00.0000000Z

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