Enfermedades del corazón

En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebró, como cada año, el 29 de septiembre, algunas respuestas a las consultas más frecuentes sobre su cuidado

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el planeta, y puede estar originada por múltiples factores. Existen las causas congénitas y las adquiridas. Las primeras son aquellas que se obtienen a través de los genes que son heredados por nuestros progenitores y están presentes antes de nacer, un ejemplo de esto son el síndrome de Brugada y la miocardiopatía no compactada, de crucial importancia ambos ya que causan muerte súbita. Las segundas son aquellas que se manifiestan durante la vida, ejemplos más frecuentes son hipertensión arterial, dislipemias, tabaquismo y diabetes

Las llamadas enfermedades cardiovasculares son aquellas relacionadas con las patologías del corazón y sus arterias. Ejemplo, un ictus o accidente isquémico transitorio, cuya causa más frecuente es por la hipertensión arterial que se produce en un pequeño vaso del cerebro y dependiendo qué parte de este irrigue se producirá un déficit de la función transitoria traduciéndose así en un problema, por ejemplo, en el habla, la visión una desviación de la comisura labial... Todo aquello que afecte a los vasos sanguíneos disminuirá la función del órgano irrigado.

Síntomas

En cuanto a los síntomas, no se deben esperar, ya que el primero de ellos puede ser la muerte, Siempre hay que prevenir y consultar en forma anticipada haciendo chequeos rutinarios cardiovasculares.

Los síntomas más asociados por la gente son el dolor de pecho asociado al dolor de brazo. La realidad es que ante este tipo de consulta debe saberse que cualquier dolor de pecho , brazos incluso estómago y hasta dolor de mandíbula inferior debe analizado por un especialista y en su conjunto. Las personas somos un todo y nunca una signo aislado, por eso la medicina es considerada un arte, un arte para interpretar las manifestaciones del paciente y saber tratarlas y eventualmente acompañar. La prevención es la regla, no hay que esperar síntomas. Prevenir es el pilar fundamental y, claro, adquirir hábitos saludables diarios desde temprana edad, que implican alimentación sana y deporte, dieta equilibrada, sin sal sin azúcar, con productos frescos y lo menos procesados posible. Y ejercicio progresivo y regular, incorporando como hábito, por ejemplo caminar trayectos cortos evitando el sedentarismo

Las emociones afectan

Una persona motivada e implicada con su tratamiento, definitivamente mejora más que una persona no motivada. La motivación debe ser la vida personal y sus proyectos. Una persona optimista y comprometida tiene mejores chances en todas las patologías, no solo en las cardiovasculares. Cuidar las emociones y saber gestionarlas es primordial en el éxito del tratamiento.