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Crece el debate global

Algunos piden empezar a inocular un refuerzo. Para otros, antes hay que vacunar a cientos de millones que aún no recibieron nada.

Dos posturas se enfrentan, comenzar a dar una tercera dosis de vacuna, o dedicar esos recursos a iniciar el proceso de inmunización en decenas de países pobres.

Mientras

en Argentina los casos internaciones y fallecimientos siguen cayendo semana tras semana, en otros países del mundo ya arrecia una nueva discusión de salud pública: esta vez no versa sobre el uso de barbijos o las regulaciones de viajes sino sobre cómo debe seguir la campaña de vacunación. Dos posturas se enfrentan: comenzar a dar una tercera dosis de vacuna a todos los ciudadanos de países del primer mundo. O, como pide la Organización Mundial de la Salud, dedicar esos recursos a inicar el proceso de inmunización en decenas de países pobres.

La idea de avanzar con la tercera dosis se está diseminando a gran velocidad en Francia, Israel e Inglaterra, entre otros países "ricos". Y tiene defensores "peso pesados" como el máximo gurú de la lucha anti-covid en EE.UU., Anthony Fauci, que recordó públicamente que ya hay estudios que sugieren una caída del riesgo de contagio, infección y enfermedad en aquellos que recibieron una tercera inyección.

"Lo que ya se comprobó en investigaciones científicas sobre los efectos de una tercera dosis es que aumenta y mejora la inmunidad general", le dijo a NOTICIAS la doctora Cristina Freuler, jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán y profesora de infectología en la Universidad Austral y la UCA.

La experta agregó que "en muchas otras vacunas son necesarias las repeticiones: desde la antigripal que se vuelve a dar año tras año a la antitetánica que en su primera oportunidad requiere de tres aplicaciones y luego incorpora refuerzos cada 10 años. O la de la hepatitis B, que son tres dosis para, recién luego, otorgar inmunidad de por vida".

PASOS. Lo que proponen, por ahora, algunas autoridades de salud, por ejemplo las de Gran Bretaña, es concentrar las primeras entregas de tercera dosis a personas severamente inmunosuprimidas. Ponen como ejemplo a los enfermos de leucemia, con Sida o a los trasplantados recientes. "Justamente ese refuerzo ya puede plantearse para ciertas poblaciones: los inmunodeprimidos, cuyo metabolismo no genera una respuesta adecuada con el esquema usual

de dos dosis. Pueden ser personas con enfermedades autoinmunes o que están en tratamiento oncológico, trasplantados o con algún otro compromiso inmunitario presente. Ahí sí se notan los beneficios en la prevención", le explicó a NOTICIAS Silvina Ivalo, especialista en infectología de Centros de Salud (DIM) y médica del servicio de Inmunocomprometidos del Hospital Ramos Mejía.

En esas personas la tercer dosis -más que un concepto de "refuerzo"sería completar el esquema "normal" de vacunación. Y detalló: para el resto de los casos, al menos con las evidencias con que contamos hoy, lo correcto es lo que propone el Centro de Control de Enfermedades (CDC), la OMS y otros organismos internacionales respecto a destinar las partidas de vacunas que tenemos a países y regiones que aun no están adecuadamente protegidos". La razón es que solo la adecuada cobertura global es lo que nos permitirá controlar, en forma contundente, la pandemia.

Esa es la postura que sostiene en detalle la OMS desde hace meses y que resumió en un comunicado reciente: "En el contexto de las limitaciones actuales en el suministro de vacunas a nivel mundial, la administración de dosis de refuerzo exacerbará las desigualdades -al aumentar la demanda y consumir un recurso (la vacuna) escaso-. Esto es importante cuando las poblaciones prioritarias en algunos países aún no han recibido siquiera una vacunación primaria. Por el momento, el foco debe seguir estando en aumentar la cobertura de vacunación mundial".

En una reciente conferencia de prensa Jarbas Barbosa da Silva, subdirector de la OPS, postuló que "tenemos ya muchos estudios sobre el tiempo de protección que genera cada vacuna en cada grupo y no hay, hasta ahora, una evidencia sólida de que se necesite generalizar la tercera dosis en toda la población. Sí podría servir en algunas poblaciones pero, por ahora, la información científica con que contamos no es suficiente para hacer una recomendación general. Para nosotros no hay dudas de que la prioridad es avanzar con los esquemas ya aprobados porque esa es la manera de proteger a todos: ampliar el acceso a las vacunas. Ahí sí tenemos evidencia científica".

Si se miran las cifras en detalle los números impresionan. Analizando los monitores de vacunación global, "se ve que que casi el 60% de la humanidad aún no recibió ni siquiera una primera dosis", le aseguró a NOTICIAS Humberto Debat. Según es

AÚN FALTA MUCHO TRECHO Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, casi el 60% de la población mundial todavía no recibió ninguna dosis.

SUMARIO

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2021-09-18T07:00:00.0000000Z

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