Medicina de alto riesgo: exceso de intervenciones y riesgos inútiles. Por qué mucho de lo que dábamos por cie

Exceso de intervenciones y chequeos inútiles. Por qué mucho de lo que dábamos por cierto está equivocado.

L a mayoría se dedica a destapar arterias. Nosotros nos dedicamos a que no se tapen”. Con esta frase identificamos a nuestro centro médico de prevención de enfermedad vascular. Y también destacamos que los intereses de pacientes -la población- y del sistema de salud, en general, no están alineados. La razón es simple, como en el resto de las actividades, son incentivos económicos los que rigen las reglas de oferta -estudios y tratamientos- y demanda -lo que un paciente realmente necesita-. En el libro “A mí no me va a pasar”, comienzo con un capítulo titulado “A modo de sinceramiento” donde intento transmitir lo que como médico y paciente he vivido como una constante. El sistema y sus efectores funcionan principalmente en base a diagnosticar y tratar la enfermedad, pero no para mantener la salud. Y en esto existe un grosero balance inclinado hacia la realización de estudios y tratamientos muchas veces innecesarios. Una de las formas en que se califica la excelencia de centros médicos en los EE.UU. es calculando cuántos procedimientos innecesarios realizan. En el tope de esta lista están las histerectomías (extracción del útero), cirugías de apendicitis y vesícula, cirugías de columna, y