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La trama tras los mundiales:

Documentales y series revisan la corrupción en el fútbol y explican cómo se llegó a Qatar.

MAXIMILIANO SARDI msardi@perfil.com @maxi_sardi

documentales y series revisan la corrupción en el fútbol y explican cómo se llegó a Qatar.

Los mundiales como los conocemos, comenzaron en 1974. El organismo rector del fútbol, la FIFA, había si anteriormente un equipo pequeño que organizaba la Copa del Mundo con impronta amateur. Todo cambió cuando João Havelange, se convirtió en presidente: se firmaron acuerdos de patrocinio (con CocaCola y Adidas) y la expansión de la FIFA fue global.

Esa es la historia que cuenta “Fifa Uncovered” (Netflix), un documental de cuatro partes, que comienza su historia con la revisión de la presidencia de Havelange, y alcanza su clímax cuando el FBI realiza múltiples arrestos por corrupción y crimen organizado décadas más tarde.

Y el relato hilvana el vínculo entre pasado y presente. Los cuestionados mundiales de Qatar y Rusia, para lavar la imagen de gobiernos autocráticos, tienen un link innegable con la Copa del Mundo de 1978, organizada por una Argentina gobernada por la dictadura militar.

Havelange respaldó ese mundial firmemente. Y explotó lo político a la par del marketing: a principios de la década de 1980, el jefe de Adidas, Horst Dassler, creó International Sport and Leisure, que llevó desde entonces la gestión de derechos de la FIFA. Los países miembros no vieron su tajada, pero Havelange fue generosamente recompensado. Un grosero acto de corrupción que le abrió el camino al trono de la FIFA a Sepp Blatter, el protegido de Havelange que ejerció la presidencia desde 1998 hasta 2015.

Bajo Blatter, la FIFA se volvió institucionalmente corrupta. Y esa impronta se volcó incluso en la Concacaf (la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol Asociación). Un escenario que el presidente Jack Warner, y el administrador deportivo estadounidense Chuck Blazer, aprovecharon al máximo.

“Fifa Uncovered” realiza en cuatro horas una detallada crónica de acusaciones, con testimonios de los protagonistas, y desnudando la descarada fechoría de la FIFA, en el tono de los documentales sobre crímenes reales que lo hace adictivo de ver. Y la serie logra explicarle a la audiencia como Qatar, el represivo petroestado del desierto, es seleccionado para albergar la Copa del Mundo de 2022. Pero es quizás benévolo con Blatter, a quien no se confronta con preguntas clave.

De la FIFA que él lideró, solo uno de los 22 miembros del comité eje

cutivo sigue en el cargo. Pero la sucia rosca subsiste. Gianni Infantino, quien sucedió a Blatter, terminó complaciendo a Vladimir Putin y la élite gobernante de Qatar, y negocia con el cuestionado príncipe Mohammad bin Salmán el Mundial 2030 para Arabia Saudita.

DOCUMENTAL. “Fifa Uncovered” (se encuentra como “Los entresijos de la FIFA” en Netflix Argentina) expresa pesar, pero falla al señalar la responsabilidad moral del la Copa del Mundo en el sportswashing (lavada de imagen mediante el deporte) de cuestionados regímenes: el periodista de The Guardian, David Conn, sugiere en el documental que ser cooptado por las dictaduras es quizás incluso peor que aceptar sobornos. Y el ex director de medios de la FIFA, Guido Tognoni, explica que la organización seguirá en esa senda oscura: “Si me preguntan si la FIFA podrá librarse alguna vez de la corrupción, hay que preguntarse si el mundo podrá librarse alguna vez de la corrupción. Tal como está estructurado ahora: no. Imposible".

Y la historia se repite en HBO Max con la miniserie de dos capítulos “Los hombres que vendieron la Copa del Mundo”, producción de Discovery que investiga la elección de Qatar como país anfitrión en uno de los eventos más importantes del mundo. La trama refleja la corrupción del viejo orden político en el fútbol, cómplice de las violaciones a los derechos humanos, la criminalización de la diversidad sexual, el lugar de la mujer y las muertes de los obreros inmigrantes en la construcción de los estadios: del Mundial de Qatar: unas 7.000 personas según estimaciones de ONGs, los organizadores reconocen un 7% de esa cifra.

“Los hombres que vendieron la Copa del Mundo” es parte de la estrategia de la empresa por promover los contenidos de Discovery en la plataforma, algo que le ha dado a HBO Max un crecimiento de 2.3 millones de usuarios en el pasado trimestre (totalizó 94,9 millones a fines de septiembre, con una base internacional de 41,4 millones por los que percibe individualmente un promedio de 3,68 dólares: en EE.UU. y Canadá esa cifra trepa a 10,66).

FICCIÓN. Los escándalos del fútbol también son la columna vertebral de “El Presidente”, la serie de Amazon Prime Video, que regresó con su segunda temporada. Si la primera se centró en la CONMEBOL y su corrupción, con Julio Grondona a la cabeza, esta vez la mirada se posa en la figura de João Havelange.

Bajo la dirección de Armando Bó, el argentino ganador del Oscar por el guión de “Birdman” (2014), retrata en tono de , sátira el entramado de poder, dinero y tráfico de influencias que envenenó al fútbol internacional durante medio siglo.

“Es una historia relevante porque no sólo es de fútbol, es una serie de política: Sobre cómo una persona logra manipular a la gente para su cometido y su ambición de poder, sin importarle con qué dictadura o con qué asesino esté negociando”, cuenta Bó. En el centro de la historia apa

rece Havelange (encarnado por Albano Jerónimo), el improbable brasileño que le arrebató la presidencia de la FIFA a los europeos, y mantuvo el control de la organización deportiva por dos décadas. “Transformó el deporte en una máquina de hacer dinero. Inventó una forma de negociar los derechos de televisión y supo cómo hacer más relevante al fútbol latinoamericano versus el europeo”, repasa el director.

“La serie se ríe de un mundo, parecería que es sobre el fútbol, pero en realidad no lo es. Es una serie sobre política, sobre cómo el fútbol y política, combinados con el dinero, producen este mundo de corrupción. Habla sobre cómo el marketing y el dinero entran en algo y lo vuelven diferente”, explica. Y definió al personaje central, Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange, como “un hombre moderno, un tipo del 2022 que no cree en nada”. “Hoy nos cuesta encontrar cosas en las que creamos. Creo que en ese mundo, en los 60 y 70, todavía la gente creía mucho, en las religiones, en los países, el comunismo. Había creencias por todos lados que hoy ya no están”, agrega Bó. El relato marca ese camino con humor y cinismo.

“La idea era entretenernos con este zoológico y circo del fútbol, y no tomarlo con seriedad”, añade. Cada capítulo es una película en sí misma. En el primer capítulo, Havelange se aprovecha de Pelé para ganarse el favor de los países africanos y sacarle el poder a los europeos. En el segundo juega a la política con la copa del Mundial del 78. La serie evoluciona en una historia del peso del fútbol, no solo desnudando a la mafia del deporte, pero explicando cómo se logra manipular a las masas. “Esta temporada es más serie, más verdadera y más profunda, no solo se ríe de la corrupción, es más potente”, concluye Bó.

Una mirada desde la ficción pero con links irrefutables con una historia verdadera y actual.

SUMARIO

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2022-12-03T08:00:00.0000000Z

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