REFERENCIA EN DISTINCIÓN

Con sendas imágenes que sobresalen del resto de los SUV, estos dos modelos de la casa francesa se posicionan también entre los más avanzados.

Este atractivo SUV es uno de los modelos más modernos y de diseño original dentro del segmento de los compactos. Se produce en Brasil, desde donde se importa desde fines de 2018, con dos motorizaciones. Las versiones de entrada montan el conocido motor 1.6 VTi que entrega 115 caballos de fuerza, unido a una transmisión manual de cinco velocidades o a una automática de sexta.

El motor 1.6 THP queda reservado para el nivel de equipamiento Shine, único con decoración bicolor y únicamente con transmisión automática. Todos los C4 Cactus ofrecen de serie control electrónico de estabilidad ESP. La variante Live tiene doble airbag, que se elevan a cuatro en el Feel y a seis en el Feel Pack, que agrega importantes detalles de equipamiento. El Shine manifiesta excelentes prestaciones y un consumo más que acorde, con un manejo muy equilibrado. El equipamiento es más completo, con la incorporación de un paquete con ayudas a la conducción o acceso sin llave, por ejemplo, en tanto su diseño es muy llamativo y su interior muy espacioso.

Entre los ítems de seguridad más importantes resaltan en toda la gama los airbags frontales y laterales delanteros, mientras que ya a partir de la variante Feel agrega airbags de cortina. También dispone de control de estabilidad y tracción de serie, y la alternativa tope de gama Shine suma el Pack Drive Assist, compuesto por: Active Safety Brake, alerta de colisión, alerta al cambio involuntario de carril, alerta a la falta de atención del conductor e indicador de descanso recomendado.

En términos de confort, la completa lista de equipamiento está encabezada por el Citroën Connect Radio, que consiste en un sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas integrada, con Apple CarPlay & Android Auto.

El nuevo SUV mediano de la marca de los dos chevrones ‒fabricado sobre la modernísima plataforma modular EMP2‒ llega importado desde Francia y se ofrece en una sola variante, equipada con el conocido motor naftero 1.6 THP de 165 CV.

Con un aire estético similar al del C4 Cactus, la carrocería del nuevo C5 Aircross mide 4,50 metros de largo y ofrece una distancia entre ejes de 2,73 metros. La capacidad de baúl, en tanto, es de unos generosísimos 580 litros.

Este logrado producto de Citroën se destaca por la versatilidad interior en beneficio del uso familiar: las plazas traseras son individuales, reclinables, abatibles y corredizas.

Tal como ocurre con los modelos del Grupo PSA en este segmento, el panel de a bordo se sirve de un tablero de instrumentos ciento por ciento digital, con un enorme display “full

HD” de 12,3 pulgadas que puede personalizarse con diferentes serigrafías e información.

También cuenta con un sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas y conectividad Mirror Screen, compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

Mecánicamente, el Citroën C5 Aircross estará disponible inicialmente en el mercado local únicamente con motor 1.6 THP de 165 CV, combinado con una caja automática de seis velocidades y tracción delantera.

Entre uno de los tantos ítems a resaltar del modelo se encuentran los amortiguadores hidráulicos progresivos, que optimizan su confort de marcha.

Asimismo, dispone también de Grip Control, sistema que optimiza la motricidad en condiciones de baja adherencia en función de terrenos específicos y permite escoger entre cinco modos de conducción: Nieve,

Barro, Arena, Asfalto y ESP off.

En materia de seguridad se destaca por contar con seis airbags (frontales, laterales y de cortina), control de tracción y estabilidad, detector de subinflado de neumáticos, anclajes para sillas infantiles, sensores de estacionamiento (delanteros y traseros) y cámara de retroceso.

Por otra parte, ofrece algunas asistencias a la conducción tales como aviso de cambio involuntario de carril activo, alerta de riesgo de colisión, sistema de vigilancia del ángulo muerto activo, reconocimiento de señales de velocidades máximas y frenado automático en emergencia, aunque ‒llamativamente‒ no dispone de control de velocidad crucero adaptativo.