Con larga vida en los pesados

Los especialistas afirman que hacía el 2030 saldrán de las fábricas, a nivel mundial, 3,8 millones de camiones. Y que un 80 por ciento de ellos serán Diesel. También se espera una drástica reducción de las emisiones contaminantes y del consumo de combustible.

El post-tratamiento de los gases de escape, es decir aprovechar la temperatura desperdiciada (residual) para transformarla en energía eléctrica, propicia las ventajas citadas.

Los principales fabricantes, entre los que se incluyen Scania, GM, Volvo y Ford, entre otros, han puesto a punto sus sistemas. A continuación, y tomando como base el esquema técnico, describiremos a uno de los equipos más avanzados y presentado en Alemania, bajo la denominación "Waste Heat Recovery" (WHR). La caja que contiene a todos los elementos citados en su interior, solo mide 55 centímetros de ancho y se puede instalar fácilmente en el chasis del camión. Este sistema reduce el consumo de gasoil en un 5 por ciento y la emisión de CO₂ en un 20 por ciento. Con medidas adicionales aplicadas al motor se consiguen los valores exigidos para el 2030.

En la próxima década los camiones eléctricos todavía tendrán una participación mucho menor en el mercado en comparación con Diesel, y su pleno desarrollo llegará, posiblemente después de 2040.