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LA CALIDAD MANDA

La marca de lujo de Hyundai ofrece un producto digno del segmento premium. Este modelo es, de alguna manera, la confirmación de una idea que maduró hasta alcanzar un punto de equilibrio desde el cual animarse a más.

Por DIEGO PORCIELLO (desde Miami, Estados Unidos)

El desembarco de las marcas japonesas en los Estados Unidos en los años 70 fue disruptivo para ese mercado automotor. Los estadounidenses se fueron convenciendo de que había otra manera de concebir vehículos, y con una buena interpretación de las marcas sobre lo que el cliente necesitaba, fueron ganando el mercado popular. Sin embargo, a medida que los compradores exigían automóviles más lujosos y sofisticados, las marcas asiáticas habían quedado encasilladas en el segmento popular. Así, Toyota creó su división Lexus, Honda creó Acura y Nissan Infiniti, para ofrecer sus productos de gama superior. Años después, las surcoreanas vivirían una historia similar.

En este caso nos ocupa Genesis, la división de lujo de Hyundai que en los últimos seis años ha crecido a pasos agigantados, con una gran aceptación en el mercado americano en base a una alta calidad y diseños al gusto de ese público.

Por fuera y por dentro

Diseño elegante con toques de clasicismo. En el frente, la gran parrilla cromada domina la escena y las ópticas de cuádruple led están divididas con una franja color carrocería al igual que los faros traseros y los de giro. Las llantas de 19 pulgadas son clásicas, con un toque de deportividad. El Cx de 0,27 lo sitúa en un buen nivel, pero no se acerca al 0,23 del Mercedes Clase E.

El interior se presenta espacioso tanto adelante como atrás, a lo largo y a lo ancho. El espacio trasero es superior al de sus competidores alemanes y solo la altura no es de las mejores, pero sin llegar a molestar. A priori, los asientos parecen estar orientados únicamente al confort, pero con solo cambiar el modo de conducción, modifica su configuración y parece envolvernos de repente. Por supuesto, todas las regulaciones son eléctricas y se pueden ventilar y calefactar. El diseño interior recuerda a las berlinas de lujo americanas de hace algunas décadas por su disposición transversal, al igual que el diseño del volante. Las marcas surcoreanas nos tienen acostumbrados a un alto nivel de terminaciones, y en este caso se suma la calidad de materiales, ubicando a este producto un peldaño más arriba: cuero, madera con terminación mate y aluminio se conjugan en su punto justo con las pantallas. Las puertas cuentan con servo cierre, hay un climatizador con salidas de aire en las plazas traseras y el techo corredizo panorámico crea un ambiente luminoso. También cuenta con luz ambiente configurable.

El baúl, de 371 litros de capacidad, no es de los más grandes, probablemente debido a su terminación con caída en la cola. La presentación está muy cuidada pero, aunque están ocultas detrás del tapizado, las bisagras se llevan gran parte del espacio y los respaldos fijos no lo hacen ideal para cargar bártulos.

Con la mecánica que merece

La versión evaluada es la más potente, con un motor V6 3.5 Twin Turbo que eroga 375 CV

a 5800 rpm. El torque máximo de 54 kgm está disponible desde muy bajas vueltas: a partir de las 1.300 y se mantiene hasta las 4.500 rpm. Es un motor dócil y suave que cuando se lo desafía responde con soltura. La caja automática tiene 8 velocidades y accionamiento por ruedita en la consola central, y con los distintos modos de manejo se puede cambiar su comportamiento. A diferencia de algunos competidores japoneses con motores aspirados, este biturbo tiene una respuesta sólida a cualquier régimen. Es suave y silencioso, a no ser que uno le pida lo contrario. Se ofrece de serie con tracción trasera y, opcionalmente, con AWD. Este conjunto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima, mientras que el consumo se mantiene en niveles lógicos para sus características, con un promedio entre ciudad y ruta de 8,92 km/l.

La suspensión inde

pendiente está gestionada electrónicamente adaptándose a las condiciones del camino y con la posibilidad de cambiar su tendencia de comportamiento. Muy suaves en ciudad y con la firmeza necesaria en ruta.

Seguro y bien equipado

En 2020, este modelo obtuvo 5 estrellas en el NHTSA, lo que nos da un indicio importante. Tiene airbags frontales, laterales delanteros y traseros y también de cortina y de rodillas. Pero más allá de estos sistemas conocidos, cuenta con mitigación de choques frontal y trasero, control de crucero adaptativo, cámaras 360 con sensores y aviso de tráfico cruzado, estacionamiento a distancia, y la lista sigue. Gracias a un dispositivo llamativo y muy útil, al activar la luz de giro, el cuadrante del tablero se transforma en pantalla y proyecta una imagen amplia del lado hacia el que queremos girar, sin dejar lugar a dudas ni puntos ciegos. El Highway Driving Assist II, además de manejar el control de crucero adaptativo, centra el auto en el carril y cuenta también con un asistente para cambiar de carril. Genesis asegura que utiliza inteligencia artificial para que este sistema aprenda las preferencias de conducción de quien está al volante, y sería la primera vez que se ofrece este sistema en un automóvil de serie. Permítanme sospechar de la utilidad de esta sofisticación.

Además de un completo equipo de seguridad, también cuenta con una dotación de confort muy competitiva. Tanto, que hace dudar frente a los referentes alemanes. Tapizados en Nappa, techo revestido en gamuza sintética, rejillas de parlantes (de una calidad destacable) en acero inoxidable, y madera real. A ese ambiente le sumamos una pantalla central multimedia bien apaisada de 14,5 pulgadas y de gran calidad, pero con un accionamiento que quizás no es de los más sencillos. Al ser tan ancha permite tener información extra en el lateral, pero una parte de la pantalla queda lejos para ser accionada con el touch. Para eso crearon la complicada ruedita, pero en este caso no sobresale de la consola porque ya hay otra ruedita sobresaliendo, que es la de los cambios. Tal vez si tuviera una palanca de cambios normal, se podría haber generado un joystick más interactivo.

Más allá de estos detalles, no le falta nada: cargadores USB y por inducción, memoria de las preferencias del vehículo, configuración de sonido y preferencias de navegación, 5 modos de conducción que pueden cambiar el mapeo de la caja, la configuración de asientos, el tablero y la respuesta del motor y el acelerador. Además de la apantalla central, también cuenta con un head-up display de 12 pulgadas con visión 3D, tablero digital configurable con vistas que parecen flotar en la pantalla, climatización con pantalla propia y botones físicos combinando lo mejor de ambos sistemas.

Precio y conclusión

El Genesis G80 se ofrece en los Estados Unidos desde 47.700 dólares en la versión 2.5T, hasta llegar al 3.5T AWD, a 62.250 de la misma moneda, con opcionales aparte. La garantía general es de 5 años o 100.000 kilómetros y 10 años o 160.000 kilómetros para el grupo propulsor.

Estamos frente a un auto con excelente equipamiento de confort y seguridad, muy espacioso, cuidadosamente terminado y con un motor que, gracias a la sobrealimentación, no cae en el vacío que generan los aspirados japoneses a bajas vueltas, y que se comporta más bien como una mecánica europea. Si a todo esto le sumamos que fue premiado como el auto más confiable de su categoría y a las mencionadas 5 estrellas en seguridad, arribamos a la conclusión de que tenemos que prestar atención a lo que continúe haciendo esta joven pero ya sólida marca.

IMPRESIÓN DE MANEJO / GENESIS G80

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2021-09-09T07:00:00.0000000Z

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