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HASTA LA ÚLTIMA VUELTA

La temporada más espectacular en muchos años brindó un final de película y coronó por primera vez a Max Verstappen. Repasamos aquí su lucha con Lewis Hamilton, tanto dentro como fuera de la pista.

Por Silvia Renée Arias. Fotos: S.R.A y Prensa equipos

Cuatro días le llevó a Mercedes enviar un comunicado después del cierre del campeonato en Abu Dhabi. Cuatro días de reclamos, reflexión, decisiones. No habría apelación al dictamen de la FIA sobre lo sucedido en esa carrera que brindó uno de los finales más controvertidos de la historia de la F.1. Ahora, una comisión analizará lo sucedido para clarificar el futuro y que los pilotos conozcan las reglas con las que compiten. Pero empecemos por el comienzo.

Cuando un piloto no tiene el auto ideal pero talento de sobra, se ve forzado a compensar la falta de potencia con su propia habilidad, arriesgando más allá de los límites, porque no hay límites para el ansia de ganar. Y mucho menos si de un campeonato se trata. Entonces, las posibilidades de cometer errores son mayores. Y ni hablar del temperamento…

Con eso ‒pero, sobre todo,con un rival de la talla del siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton‒ se

las tuvo que veruna vez más el neerlandés Max Verstappen (24 años).

En cualquier caso, por fin. Por fin un campeonato peleado hasta la última competencia, con dos pilotos llegando empatados a la carrera de cierre. Un nivel de competitividad que ya estaba haciéndose desear y que se reveló desde el inicio.

El primer podio, en Bahrein, no deparó sorpresas: Hamilton (Mercedes),Verstappen (Red Bull) y ValtteriBottas (Mercedes), resultado que se repetiría en la tercera y la cuarta, en Portugal y España, respectivamente, en tanto en la segunda, en Emilia Romagna, el ganador fue

Verstappen, seguido de Hamilton y el McLaren de Lando Norris. Pero es su triunfo en Mónaco el que pone a Verstappen por primera vez como líder en el campeonato, con 4 puntos de ventaja sobre Hamilton.

La suerte cambia en Baku, donde se le revienta un neumático a cinco vueltas del final. Afortunadamente para él, Hamilton, persiguiendo a Sergio Pérez (Red Bull), comete un error en la primera curva y termina séptimo. Tras el GP de Francia, la ventaja se extiende a 12 puntos, tras superar a Hamilton en las últimas vueltas.

¿A qué se debía esta superioridad demostrada por Red Bull, que se acrecentó con dos triunfos consecutivos de Verstappenen losGrandes Premiosde Estiria y deAustria disputados en Spielberg, y que le depararon 32 puntos más en el campeonato?Toto Wolff (director de Mercedes) la adjudicaba a que ellos habían dejado de desarrollar el auto, mientras que Red Bull continuaba… Más decidido a dar batalla, el director técnico, James Allison, lo contradecía: “No es así. Tendremos nuevas evoluciones a partir de Inglaterra”. Lo que estaba claro era que el motor Honda de Red Bull era más potente. Toda una sorpresa, y no sólo para Mercedes.

Siguió otro controvertido GP en Silverstone, cuyo fin de semana no comenzó de la mejor manera para el local, tras su pole del viernes: Verstappen le gana el sábado (¡en su propio terreno!), el primer Sprint de la historia de la F.1 (ver recuadro). El domingo,los dos entran en la curva 9. Maxlo hace en cabeza y Lewis ligeramente por detrás y por el interior, en una línea que no le permite llegar al vértice de la curva con espacio disponible hacia adentro. Cuando el Red Bull gira en la curva, el de Mercedes no evita el contacto y la parte delantera izquierda de su monoplaza impacta con la parte trasera derecha del Red Bull. “El auto 44 se considera predominantemente culpable", dictaminan los comisarios deportivos de la FIA. Diez segundos de penalización. Pero al campeón no hay con qué darle, y gana de todas maneras, para ponerse a apenas 8 puntos por detrás en el campeonato.

En el GP de Hungría, justo antes del receso de verano,

triunfa por primera vez en su vida el francés Esteban Ocon (Alpine), y Hamilton (segundo al ser desclasificado SebastianVettel por no tener suficiente combustible al final de la carrera en su Aston

Martin) se va de vacaciones con 8 puntos de ventaja.

Guerra sin tregua

Tras la pausa estival, en su carrera de casa, el GP de Holanda, otro EL VETERANO Alonso con el Alpine (en la foto, en Holanda) logró en Catar su mejor resultado tras su regreso: tercero. Fue el piloto que más sobrepasos realizó durante todo el año, especialmente en el primer Sprint en Silverstone. Y superó a su vecino de box Esteban Ocon por siete puntos.

triunfo pone a Max a 3 puntos por delante del inglés. Pero en Monza se reaviva la “guerra”:después de marcar un récord de cambio de neumáticos (en Hungría, con 1,88 segundos), esta vez en Red Bull demoran 11 segundos en hacer ese trabajo en el auto del holandés, que por este motivo sale a pista junto con Hamilton: en la vuelta 29 se tocan, el Red Bull se monta al Mercedes y ambos quedan afuera. Un incidente que Verstappen pagará con tres puestos en la carrera siguiente, en Rusia. Pero, sin los dos principales protagonistas, la italiana fue una competencia magnífica por la lucha entablada detrás del McLaren de Daniel Ricciardo (que sería el ganador), entre Charles Leclerc (Ferrari), Norris (McLaren), Pérez (Red Bull), Carlos Sáinz (Ferrari) y Bottas, para terminar con Norris y Bottas en el segundo y tercer lugar, respectivamente.

El triunfo número 100 en su descollante trayectoria llega para Hamilton en Rusia, con la “ayuda” de Norris, que se va afuera mientras liderala competencia, a causa de una inoportuna lluvia desatada a apenas dos vueltas del final. Verstappen llega segundo, después de largar último, y el inglés se pone dos puntos por delante de él en el campeonato. La misma diferencia que le saca el holandés después de Turquía, donde llega segundo detrás de Bottas. Y él, quinto.Pero puede ser peor…

La ventaja de Verstappen es de 12 puntos en Austin, después de ganar brillantemente gracias a una estrategia de dos paradas. Y la gloria vuelve en México, con una salida increíble que le permite al piloto de la escudería austríaca colocarse por delante delosMercedes. Su compañero Pérez, tercero en su tierra, cierra detrás de Hamilton un podio inolvidable frente a su público.

La carrera siguiente, en Brasil, marca un punto de intriga: desclasificado por la ilegalidad del alerón trasero de suMercedes, Hamilton larga último en el Sprint, llega quinto pero sale décimo por realizar cambio de motor. Tras una remontada con el sello de su mejor estilo, en el primer intento de pasar a Verstappen suscita una controvertida maniobra que los comisarios no consideran digna de investigación, y lo logra sin problemas en el segundo. Un triunfo sensacional.Verstappenqueda con 14 puntos de ventaja.

Electrizante final

Después de salir airoso de la protesta que durante la semana posterior planteó Mercedes por el modo agresivo con el que Max defendió su posición en Brasil, el holandés no pudo evitar,en el primer GP de Catar,una sanción de cinco puestos en la

parrilla(de segundo a séptimo), por no respetar las dobles banderas amarillas tras quedarse parado el AlphaTauri de Pierre Gasly en la clasificación.Pero eso no le impidió llegar segundo detrás del británico, que acortó a 8 los puntos en la puja por el título. Y llegó el primer GP de Arabia Saudita. Tres largadas, sobrepasos de Verstappen (incluido uno por fuera de la pista), sanciones y un momento clave en el que, por tener que devolverle el puesto a Hamilton, frenó de manera abrupta y el Mercedes impactó en su parte posterior. ¿Por qué lo hizo? Digamos que no hay ningún santo en la lucha por un campeonato, y que de los dos, Hamilton es el quesabe jugársela con elegancia: cuando un poco antes de esa frenada abrupta de Max pudo haberlo pasado, no lo hizo, a la espera de llegar segundo a una de las tres zonas del DRS. Con esa frenada, Vestappenintentó que lo hiciera antes de la curva. Lo dicho: cada uno utiliza las armas que puede. Sin embargo, el daño en el alerón delantero derecho no pudo parar a Hamilton, que alcanzó su octava victoria en la temporada y quedó a una de Verstappen. El campeonato se decidiría en AbuDhabi, y el que ganara sería campeón mundial.

La décima pole del año le sirve de poco a Verstappen.Hamilton le gana la salida. A cinco vueltas del final ‒a pesar de un sensacional Sergio Pérez conteniéndolopara favorecer a su compañero de equipo‒, le lleva más de 14 segundos. Ya está. Sólo un milagro puede cambiar la situación. Un “milagro” al que contribuirán muchos nombres. El primero se llama Nicholas Latifi: destroza su Williams-Mercedes (tan luego) y entra en escena el Safety Car. Con todo perdido, Red Bull se

juega una última carta: montar neumáticos blandos. Lewis está al límite con sus gomas duras, pero si entra a boxes quedará detrás de Max y si la carrera no se relanza perderá el campeonato. Con las vueltas descontándose, el director de carrera (Michael Masi, el otro “milagro”), no ordena bandera roja como en otras ocasiones, pero informa que Max no puede sobrepasar a los rezagados que lo separan de Hamilton. Sin embargo, cambia de idea. La definición se dará en la pista, como corresponde.Toto Wolff estalla: “¡Eso no es correcto!” La respuesta de Masi: “Toto, esto se llama automovilismo”.

Una vuelta para el final. El neerlandés (el único verdadero “milagro” es su aguerrida conducción) pasa a Hamilton ante el asombro, la emoción y el delirio de millones de espectadores. El inglésfalla en sus intentospor recuperar la punta, pero no es el estado de sus neumáticos el único responsable: le tomó dos vueltas pasar a Pérez, cuyas gomas estaban más comprometidas que las de él. Con lo que no puede es contra la determinación de Verstappen, a puro corazón y algo más. El campeonato, este año, no es para él por octava vez. Es el primero de un guerrero de 24 años. Justo y necesario: el piloto que más lideró durante la temporada, el que más carreras ganó (diez contra ocho).

Y entonces decíamos que Mercedes se tomó cuatro días. Cuatro, hasta expresar: “Por supuesto, es parte del juego perder una carrera, pero es algo diferente perder la fe en el automovilismo”. Cuatro días hasta la felicitación oficial al pilotoy su equipo: “Hicieron de esta lucha por el campeonato algo épico”. Y lanzar una frase como quien tira un guante, como desde el siglo XV lo hacía un desafiante, para lavar un insulto o una ofensa y restaurar el honor propio: “Max, estamos ansiosos por volver a pelear contigo en la pista la temporada que viene”. Los amantes de la F.1, también.

FÓRMULA 1 / BALANCE 2021

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