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DS 9 RIVOLI

Es, sin duda, el mejor producto de manufactura china que se vende actualmente en nuestro país en términos de calidad. Tiene la dura tarea de competir en un segmento en el que no hay lugar para improvisados.

Por WALTER TOGNERI / Fotos ALEJANDRO CORTINA RICCI

Este modelo llega desde China y es, sin duda, el mejor producto fabricado en ese país que hemos manejado hasta ahora. Con base en el diseño francés, excelente calidad y motor turbo de 215 CV, busca competir con los autos de gran categoría. .

En Parabrisas tuvimos la suerte de probar todos los modelos de manufactura china que fueron llegando a nuestro país. Desde aquellos iniciáticos Chery Tiggo de principios de la década del 2000 hasta nuestros días, vemos que, más de veinte años después de aquel desembarco, hemos criticado en la mayoría de esos vehículos la calidad de materiales y terminaciones, el diseño en algunos casos y el estilo de la decoración en otros. Incluso muchos modelos producidos en ese país también mostraron falencias en

la parte mecánica, como por ejemplo las respuestas del motor o la caja, o los comportamientos de suspensiones, frenos y dirección. Y hasta hemos mencionado, en varias ocasiones, defectos en el funcionamiento de los sistemas de infoentretenimiento.

Como es de público conocimiento, en China se fabrican productos de todas las calidades (desde la más básica hasta la más exclusiva), condición que también aparece en la industria automotriz. Por eso, considerar que a esta altura de la historia (y con la globalización como catalizador), los autos fabricados en ese gran país asiático son “todos malos” es un error imperdonable.

Pero para refutar ese criterio equivocado es necesario exponer el argumento correspondiente, y que no es otra cosa que resaltar las cualidades de los “autos buenos”. Efectivamente, China tiene un sector automotor especializado en productos de alta calidad, modelos que buscan competir con aquellos que atraen a los compradores más exigentes. Para ponerles nombre, Mercedes-Benz, BMW y Audi pueden, ahora, encontrar competidores de origen chino. En este contexto, DS, una marca francesa que nació como una división de lujo de Citroën hasta que tomó vuelo propio, fabrica en China varios de sus modelos, los cuales se animan a enfrentar a ese poderoso trío alemán sin ponerse colorados, marcando de alguna manera que aquella época de prejuicios está llegando a su fin.

Allí aparece el DS 9, un sedán grande que sigue muy pero muy de cerca los criterios aplicados por aquellas marcas estatutarias, presentándose como una alternativa válida para quienes desean invertir varios miles de dólares en un auto de lujo. Ahora bien, ¿vale la pena salirse de la tradición para apostar por la novedad? En esta nota buscamos una respuesta.

Un francés achinado

La estética de este modelo es llamativa. El diseño francés se impone sobre la manufactura china aunque hay algunos detalles que pueden, de alguna manera, orientar ese estilo hacia ciertas tendencias asiáticas. En líneas generales, la carrocería de grandes dimensiones (mide casi cinco metros de largo) muestra un trazo muy elegante (algunos encuentran en él similitudes con el Audi A6), que se hace más vistoso gracias a la presencia de grupos ópticos que se llevan todas las miradas: los faros de circulación son muy angostos y verticalmente alargados, mientras que los principales delanteros (full led) hacen un movimiento especial cuando el sistema detecta la llave, al mismo tiempo que se encienden las luces traseras, las de los retrovisores y unas de pequeñas dimensiones de color amarillo instaladas en la parte superior del parante C, justo

al borde de la luneta, detalle bautizado DS Cornets, con el que se intenta emparentar este modelo con el legendario Citroën DS de 1955.

En ese juego de “bienvenida”, el picaporte de la puerta del conductor de despliega como recibiendo al piloto. Es necesario mencionar que los cuatro picaportes están embutidos en las puertas y quedan a ras de la chapa. Salvo en la maniobra que acabamos de describir, si alguien quiere abrir una de las puertas debe presionar el picaporte en uno de sus extremos para que salga de su posición de descanso y se despliegue hacia afuera.

En el centro del capó, atravesándolo en forma horizontal, aparece un listón cromado, detalle en el que algunos ven “el toque chino” en el diseño de este auto. Llantas de aleación de 19 pulgadas, varios sectores cromados combinados con otros de acero y aluminio pulido, suman atractivo a una carrocería que no pasa inadvertida y que tiene en la parrilla frontal otro de sus signos particulares.

Puertas adentro se respira lujo y calidad. La insonorización es excelente, del mismo modo que la calidad de los materiales y terminaciones, todo en un entorno gobernado por trazos romboidales: la decoración y el diseño de las teclas y los gráficos de los diferentes dispositivos (incluyendo el instrumental, ciento por ciento digital) siguen ese patrón, el cual deriva del logo de la marca.

No obstante, a pesar de estas destacadas cualidades, hay un tema en el cual esta marca todavía necesita trabajar para

La caja automática de ocho velocidades funciona con una palanca tipo joystic. Desde la pantalla se pueden ajustar muchas de las funciones de los sistemas de confort y seguridad. Ofrece cargador inalámbrico para celulares.

saltar hasta ese espacio en el que se encuentran aquellas tres marcas alemanas que mencionamos más arriba: el interior del DS 9 es prácticamente idéntico, por ejemplo, al del DS 7 Crossback. Alguna diferencia en detalles puntuales (comandos, display, pantalla o el que fuera), tal vez podría ser útil para marcar aunque sea un pequeño signo particular en este sedán.

Mucho, pero no todo

Del mismo modo, el nivel de equipamiento es tan completo como el de sus hermanos SUV. En un ambiente dominado por un sistema de iluminación ambiental, en el DS 9 las dos butacas delanteras tienen regulaciones eléctricas, calefacción y cojines extensibles, aunque no disponen de las funciones de ventilación ni de masajes. La columna de dirección cuenta con doble ajuste: excelente posición de manejo.

Los tapizados son de cuero, el mismo material que se apodera también del torpedo y los paneles de las puertas y que tiene un tratamiento especial a través de las costuras denominadas “punto de perla”, en diseño romboidal.

Atrás, los espacios son generosos ya que el habitáculo es muy amplio gracias a una distancia entre ejes de casi 2,90 m. Dos adultos viajarán cómodamente: la plaza central es pequeña y en el piso aparece el túnel de la transmisión.

Los respaldos se abaten en proporción 60/40 para aumentar la capacidad del baúl que, en condiciones normales, es de 510 litros. Además, la boca de carga no está muy lejos del piso, motivo por el cual permite manipular bultos con facilidad.

Debajo del piso del baúl aparece la rueda de repuesto de uso temporal, solución que puede representar un problema en caso de que se rompa un neumático o una llanta (recordemos que utiliza cubiertas en medida 235/45), en ocasión de, por ejemplo, atravesar un pozo, no sólo por el costo de reposición o reparación, sino por los tiempos que actualmente demanda conseguir y hacer llegar a nuestro país autopartes importadas.

El techo solar de generosas dimensiones forma parte de una dotación amplia en la que también aparecen, entre otros,

climatizador bizona con salidas traseras con ajuste de temperatura y flujo, y pantalla táctil de 12 pulgadas de respuesta rápida y resolución promedio, aunque demanda un tiempo acostumbrarse a las diferentes funciones: para accionar algunas es necesario seleccionarla primero para luego ajustarla.

El tablero es ciento por ciento digital con gráfica romboidal. No es el que más nos gusta, porque las escalas no son muy claras. Los cuatro levantavidrios cuentan con sistema “un toque” de doble función, pero las teclas están mal ubicadas, ya que se encuentran en la consola central y no en el panel de las puertas, lugar que, a nuestro criterio, es el más indicado para esos comandos, especialmente en un auto que pretende ofrecer lujo y mayor comodidad.

Para completar la dotación de serie del DS 9, que en la Argentina se vende en una única versión, la Rivoli (en otros mercados se ofrece también en opciones Performance Line y una híbrida enchufable E-Tense como el DS 7 Crossback E-Tense que también se vende en la Argentina y que probamos en la edición número 518 de Parabrisas correspondiente al mes de diciembre de 2021), agrega un detalle que también aparece en el SUV: un reloj de la marca BRM que se despliega desde su posición de descanso cuando presionamos el botón que, ubicado justo debajo del reloj, tenemos que accionar para poner en marcha el motor; al detenerlo, el BRM vuelve a plegarse.

La seguridad está bien cubierta por el sistema DS Drive Assist que agrupa funciones específicas tales como control de velocidad crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril activo, aviso de choque inminente (bastante errático), freno automático y sensores de ángulo ciego. Cuenta también con alerta de cansancio del conductor y sistema activo de luces denominado DS Active Led Vision: se adapta tanto en anchura como en longitud a las condiciones de conducción y a la velocidad del vehículo, y activa automáticamente modos de alumbrado específicos: Parking, Town Beam (anchura del haz aumentada desde el tercer segundo de la conducción), Country Beam (enfocado hacia adelante desde 50 km/h), Motorway Beam (iluminación aumentada a partir de 110 km/h), Adverse Weather (activos desde que se ponen

en marcha los limpiaparabrisas, los módulos aumentan su potencia y se reduce la intensidad de los faros principales), y High Beam (alumbrado máximo acoplado a la conmutación automática de las luces largas). La función “faros giratorios” completa este amplio listado.

Empuje lujoso

Debajo del amplio capó (que se sostiene con dos amortiguadores) aparece un motor de la familia Pure Tech, un 1.6 turboalimentado y con inyección directa que entrega 215 CV de potencia y 30,6 kgm de par, y que trabaja asociado con una caja automática de ocho velocidades. Es una asociación que funciona bien en determinados rangos, sobre todo cuando se incrementa la velocidad. En baja, el sistema electrónico que gobierna el paso de marchas duda bastante cuando aceleramos inesperadamente: da la sensación de que el motor es muy rápido para esa caja.

Sin embargo, como este modelo está configurado como un vehículo de lujo y no como un deportivo, ese tipo de situaciones no serán de las más habituales para quienes lo conduzcan.

La selectora tiene el mismo diseño que varios productos de la ex PSA (5008, por ejemplo), y cuenta con una posición que permite pasar los cambios en forma secuencial o a través de las grandes levas que aparecen detrás del volante. Una de las teclas de la consola ofrece la posibilidad de seleccionar los modos de conducción entre Sport, Normal y Eco.

Ese equipo es el que logra desarrollar prestaciones adecuadas para un modelo de su tipo. La velocidad máxima que alcanzamos en nuestras pruebas fue de 224,4 km/h, mientras que en la de aceleración de 0 a 100 km/h marcó 8,8 segundos, una respuesta que podría ser mejor considerando que no es un vehículo tan pesado (1.615 kg en orden de marcha), y que goza del empuje de 30,6 kgm de torque. Tal vez esa lentitud de la caja de la que hablamos más arriba sea la responsable.

Por el lado de los consumos, este modelo se mueve entre dos mundos bien distintos. En la ruta ofrece un rendimiento muy bueno, con unos destacados 17,4 km/l cuando circula a 90 km/h estables. Pero, en la ciudad, el panorama es completamente diferente: el gasto de combustible se eleva de forma importante, marcando un rendimiento de 7 km/l. Pero como a 120 km/h la marca es de 14,6 km/l, el promedio se establece en unos aceptables 12,8 km/l.

Por otro lado, en las pruebas de frenado la respuesta fue muy buena, con interesantes 38 metros para detenerse por completo desde 100 km/h.

Respecto al comportamiento dinámico, nada que objetar. A pesar de las enormes ruedas de 19 pulgadas y perfil bajo (45), el DS 9 ofrece un andar muy confortable en la ciudad y entrega seguridad en la ruta, espacios en los que también es muy buena la respuesta de la dirección eléctrica.

En el mercado

El precio de lista del DS 9 Rivoli es de 87.000 dólares, es decir que es mucho más barato que aquellos alemanes tantas veces mencionados, aunque ninguno de ellos puede competir directamente con este DS. Por ejemplo, Audi ofrece el A6 3.0 TFSI (340 CV y tracción integral Quattro y motor de) por 124.000 dólares, mientras que el Mercedes-Benz Clase E está disponible solo en versión 450 4Matic (tracción total), a 142.000 dólares. También el Lexus ES podría ser un rival, aunque este modelo japonés en la Argentina sólo se vende en versión híbrida 300 H.

Por todo esto, tal vez el producto que podría aparecer como un rival más directo para el DS 9 en nuestro mercado sea el Jaguar XF Prestige Luxury, modelo de manufactura inglesa que, con motor de 250 CV, tracción trasera, baúl de 459 litros de capacidad y un nivel de equipamiento más completo, se vende por 105.900 dólares.

Algo interesante a tener en cuenta a la hora de evaluar el precio del DS 9 es que en la página de la compañía francesa ese valor está expresado en pesos, transformando aquellos 87.000 dólares al cambio oficial, el cual resulta (al cierre de esta edición) en 9.309.000 pesos. No es un dato menor teniendo en cuenta un mercado automotor tan convulsionado como el local, donde abundan los sobreprecios y en el cual muchas marcas que cotizan sus modelos en la divisa norteamericana sugieren (¿negocian?) el valor al cual cambiar esa moneda extranjera, jugando con el blue.

Donde no hay especulaciones es en los plazos de garantía: DS ofrece para todos sus modelos una cobertura de tres años o cien mil kilómetros, plazo "estándar" que ‒tratándose de un modelo que busca un lugar entre los Premium‒ podría ser mejor.

SUMARIO

es-ar

2022-01-14T08:00:00.0000000Z

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