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RENAULT OROCH ICONIC TEST.

Esta variante intermedia de la actualizada pick-up compacta de la marca del rombo, (la única con caja automática), logra aprovechar muy bien la potencia del motor turbo con destacadas prestaciones y un consumo promedio muy bueno, pero elevado en ciudad.

Por WALTER TOGNERI / Fotos ALEJANDRO CORTINA RICCI

Combina las virtudes del motor turbo de 163 CV y las de la caja CVT. La tracción es delantera. Esta es la opción intermedia de la renovada oferta de la pick-up liviana de la marca francesa.

La actualización de la Renault Oroch tiene por misión afianzar la presencia de esta camioneta compacta ante la llegada de nuevos (y futuros) jugadores en este creciente segmento. La Fiat Toro (una de las creadoras de este espacio junto con la Oroch), se está actualizando, mientras que unidades como, por ejemplo, la Ford Maverick y la futura Chevrolet Montana, se advierten como competidoras de peso en una contienda que, a priori, promete ser muy interesante. Renault hizo su jugada con la Oroch (recordemos que con esta actualización los responsables de la marca francesa decidieron quitar la denominación Duster del nombre) actualizando tanto su estética como el equipamiento y, especialmente, la mecánica.

Efectivamente, la unidad que aquí analizamos ofrece como principal novedad la combinación del motor 1.3 TCe (turboalimentado) con una caja automática del tipo CVT y tracción delantera, motivo por el cual se ubica en la oferta Oroch como la versión intermedia: denominada Iconic, está precedida por la opción Emotion, que equipa el conocido motor 1.6, caja manual y tracción delantera, mientras que en la otra punta de la familia aparece la

Outsider, con motor turbo, caja manual de sexta y tracción integral, cuyo test realizamos en la edición número 527 de Parabrisas correspondiente al mes de septiembre de 2022.

Como vemos, la Oroch Iconic es una especie de resumen entre las otras dos versiones y, de alguna manera, así es como responde.

Simpleza efectiva

La variante que marca el tope estético de esta actualizada familia es la Outsider, versión que equipa un paquete que modifica su apariencia dándole un aspecto más “aventurero”, una imagen lógica para la única versión 4x4.

En cambio, tanto en la Iconic como en la más básica, denominada Emotion, la presentación externa es más simple: ambas prescinden de agregados rutilantes, muchas veces innecesarios. Por ejemplo, no cuentan con ese aplique pronunciado en la trompa en el que aparecen los faros auxiliares, tampoco con la barra de San Antonio ni las calcos que identifican a la versión (en la zona baja de las puertas delanteras), elementos que forman parte de la

presentación de la Outsider.

Barras de techo, picaportes, carcasa de los retrovisores, parantes B y perímetro inferior (incluyendo fenders) son de color negro, como en la tope de gama. También son los mismos las llantas de aleación y los neumáticos en medida 215/65 R16.

Vale decir que ninguna versión dispone de, por ejemplo, luces led, estribos o techo solar.

Amplio para cuatro

En un habitáculo que presume de mejoras en la calidad general (hay mucho plástico duro y en la unidad de pruebas notamos falencias en la insonorización y en algunos encastres), la amplitud es una de las características de la nueva Oroch.

El habitáculo puede transportar a cuatro adultos sin problemas, pero quien se siente en la plaza central trasera tendrá que sufrir por la presencia del túnel de la transmisión y las acotadas dimensiones que ofrece. De todas maneras, los respaldos de ese sector están en una posición muy recta, no muy recomendada para viajes largos. Además, esos respaldos cuentan con anclajes Isofix, pero no se abaten.

Las butacas delanteras son confortables y la del conductor se ajusta en altura. Ese reglaje, en sociedad con la modificación de la altura de la columna de dirección, facilita la maniobra de encontrar la mejor posición de manejo, aunque un ajuste en profundidad del volante no le vendría mal.

En cuanto al equipamiento, esperábamos más. Ahora ofrece una pantalla táctil del tipo “flotante” en la que se pueden emparejar teléfonos celulares que funcionan según los sistemas operativos más populares, y desde la cual se pueden controlar varios ajustes del vehículo. Allí se reproducen las imágenes de la cámara de marcha atrás (también ofrece sensores de estacionamiento traseros), dispositivo que está instalado en el centro del logo de la marca en el portón de la caja de carga: no se pliega, motivo por el cual, por tratarse este de un vehículo preparado para el trabajo, siempre está expuesta a algún toque.

En este punto digamos que no se ha modificado la capacidad de carga, que sigue siendo de 650 kilogramos en una caja cubierta (piso, laterales y portón) por un

plástico que parece muy resistente, al tiempo que dispone de lona marítima.

Sí ofrece control de velocidad crucero, climatizador, cuatro levantavidrios “un toque” de doble función, equipo de audio de calidad promedio y un tablero que mezcla indicadores analógicos con un display digital y una computadora de a bordo básica.

El punto más flaco en el rubro equipamiento aparece en la seguridad: a pesar de que ahora cuenta con ESP, solo dispone de doble airbag y no cuenta con ADAS: en este ítem queda lejos de sus rivales.

Tiende al confort

Como dijimos al inicio de este artículo, la principal característica de esta versión Iconic de la nueva Oroch es la combinación del motor 1.3 turbo TCe con la caja CVT, una sociedad que se advierte muy aceitada siempre y cuando se la utilice a conciencia. La clave está en adaptarse a la respuesta de la caja, sistema conocido por su confiabilidad pero también por sus retardos para reaccionar.

Hay que tratar de darle a la caja ese tiempo que necesita para elegir la mejor combinación para cada situación. Es decir, si vamos a acelerar bruscamente para realizar un sobrepaso, tenemos que considerar que al pisar a fondo el acelerador primero el motor ascenderá rápidamente el régimen de giro y unas décimas de segundo después notaremos la reacción, una vez que la caja eligió la mejor relación.

En este caso estamos frente a un motor poderoso (163 CV) y de reacción inmediata (27,5 kgm de torque a 1.800 rpm), características que mitiga

en parte ese retardo de la transmisión. Pero también podemos ayudar utilizando la posición M de la selectora, conectando una o dos marchas más bajas (esta caja tiene ocho marchas preprogramadas), forzando así una respuesta más inmediata.

Este grupo motor entrega prestaciones adecuadas, con 187,8 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h de 9,2 segundos. Si comparamos estos números con los resultados de la prueba de la Outsider (el mismo motor pero con caja manual de sexta), vemos que la tope de gama mejora la velocidad máxima (193,5 km/h en quinta), pero queda relegada por la versión intermedia en la aceleración de 0 a 100 km/h, prueba en la que la Outsider marcó 10 segundos.

Las recuperaciones fueron muy parecidas: 8,1 segundos para pasar de 60 a 120 km/h contra 8,5 segundos de la Outsider cuando realiza esa prueba en cuarta. Prueba cabal de que la caja es eficiente.

En cuanto al consumo, la unidad que aquí analizamos fue muy gastadora en el ámbito urbano, con unos llamativos 7,5 km/l de rendimiento promedio. Pero, gracias a la caja que siempre busca el mejor régimen de giro posible, en ruta ese mismo registro fue de 13,3 km/l, beneficiado por los excelentes 19,7 km/l a 90 km/h y los 12,7 km/l cuando circula a una velocidad constate de 120 km/h.

Suspensiones y dirección respondieron correctamente, aunque el volante se mostró en ocasiones algo pesado en maniobras a baja velocidad.

Del mismo modo, los frenos se comportaron muy bien deteniendo al vehículo en distancias “normales”: para frenar a cero desde 100 km/h recorrió 42,3 metros.

Compite con...

Esta actualizada Renault Oroch compite con productos que están muy bien preparados para hacerlo y que, además, ofrecen un nivel de equipamiento superior a ella.

Al cierre de esta edición, la versión Iconic que aquí analizamos tenía un precio de lista de 7.310.200 pesos, es decir que es más barata que, por ejemplo, la Fiat Toro Volcano que, con el nuevo motor T270 de 175 CV y un nivel de equipamiento más amplio (pantalla de 10”, siete airbags y ADAS) se vende por 7.914.200 pesos.

Sin embargo, el nuevo modelo de Renault es más caro que la Ford Maverick XLT, que cuesta 7.200.100 pesos, con un motor EcoBoost de 253 CV y una dotación más generosa: cuatro discos, siete airbags y acceso con código, entre otros.

En donde no hay diferencias con sus rivales es en el plazo de la garantía: tres años o cien mil kilómetros.

SUMARIO

es-ar

2022-11-15T08:00:00.0000000Z

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