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Peronismo vs. Peronismo Schiaretti y Alberto F. en fase campaña

El cordobesismo definió el comando: González a Provincia; viguismo y delasotismo en Ciudad. Defensa del campo, vacunación y virtualidad, los ejes. Alberto toma el control del FdT en Córdoba y Caserio alinea a los duros.

De a poco, la política empieza a dividirse entre aquellos que deben seguir gestionando la pandemia y los que estarán más abocados a lo que viene: las Legislativas 2021 que, en Córdoba, tendrán el condimento de un peronismo que hasta ahora luce enfrentado y con muy pocas perspectivas de unidad por el momento. Aunque de ambos sectores, tanto en Provincia como en Nación, algunos jugadores estén dispuestos a seguir trabajando para llegar a un acuerdo y que la diferencia que obtenga Juntos por el Cambio no sea tan amplia.

Pensando, sobre todo, en lo que se viene: la conformación de la Cámara de Diputados y la disputa por el quórum en los próximos dos años del presidente Alberto Fernández.

Con más chances de tomar caminos distintos que de llegar a un acuerdo, el schiarettismo y el Frente de Todos ya pusieron el GPS rumbo a lo que viene, con reuniones, estrategias de una campaña atípica y la pandemia aún presente.

La virtualidad que pone en

duda a la Dama. “La campaña del schiarettismo va a estar marcada por tres ejes: defensa del campo, vacunación y la virtualidad en el mensaje. El encuentro con la militancia va a ser a través de la pantalla para todos: nosotros tenemos que guardar el bombo”, resumió a PERFIL CÓRDOBA un dirigente del PJ Capital, que advierte los primeros pasos de lo que viene.

Esa herramienta, la del Zoom, es la que hace dudar a algunos sobre si será o no la diputada Alejandra Vigo la candidata al Senado del peronismo cordobés. En lo que resta hasta la presentación de listas, y en función a lo que pase con las encuestas, en el Centro Cívico se definirá si es sí o no.

Por el momento, el equipo de campaña quedó liderado a nivel provincial por el legislador y presidente del PJ, Oscar González, y en Córdoba con una estructura colegiada compuesta por el diputado nacional Paulo Cassinerio; el viceintendente, Daniel Passerini; los legisladores Leonardo Limia, Diego Hak y Nadia Fernández, y el concejal Bernardo Knipscheer, pareja de la legisladora y casi con seguridad candidata a diputada, Natalia de la Sota.

Todos ellos, en línea directa con el gobernador Juan

Schiaretti y con el intendente Martín Llaryora, los rostros de la campaña del oficialismo cordobés.

En la semana ya hubo reuniones. González encabezó un encuentro con los legisladores provinciales, se transmitió también la incidencia que tendrá el ministro de Gobierno, Facundo Torres, y además hubo una charla con los ministros Julián López (Justicia) y Sergio Busso (Agricultura).

Estas conversaciones contaron con un análisis previo. Torres, además de encabezar la cartera que tiene diálogo con los intendentes, tendrá una disputa especial en su departamento, Santa María, con el albertismo que estará representado por el hombre de Carlos Caserio, Walter Saieg.

En tanto, el contacto con los otros dos integrantes del gabinete también responde a su lugar de origen: el departamento Presidente Roque Saénz Peña, en el extremo sudeste de la provincia. En ese distrito, como asimismo en los departamentos Río Cuarto y General Roca, hay intendentes que siempre tuvieron buena relación con el delasotismo y que son sondeados desde hace un tiempo por el FdT a través de Caserio. Sin olvidar, claro está, el rol que tendrá la relación con el campo en la campaña.

En tanto, la vacunación contará con más centros en toda la provincia. Logística que no reconocerán en el oficialismo pero que apunta, sobre todo, a la elección intermedia.

Halcones y palomas. “El Frente de Todos no confronta, pero Schiaretti tiene actitudes que ponen a pensar si no busca un acuerdo con el PRO. Y lo dicen hasta los radicales. Pero la relación institucional de nuestra parte está intacta, se está entregando todo lo que quedó debiendo (Mauricio) Macri”. Así graficó a este medio el vínculo Nación-Provincia una de las personas que más conoce el minuto a minuto del FdT en Córdoba.

El lunes pasado, Caserio reconoció a dirigentes cordobeses encuestas que llevó a los principales despachos del Gobierno nacional y sus argumentos de por qué sostiene que “no hay voluntad de Schiaretti de arreglar”. “‘El Gringo’ no va a bajar la candidatura de Vigo porque es la única que le puede responder a futuro”, reconocen aquellos que hablan con el senador.

Es cierto, sin embargo, que hay posiciones más críticas y otras más conciliadoras en la relación con la Provincia. Entre los más duros se enrolan Caserio y Olga Riutort, entre otros, mientras que el secretario de Obras Públicas nacional, Martín Gill, y la diputada de La Cámpora, Gabriela Estévez, tienen posiciones de más diálogo con el schiarettismo.

Con el funcionario nacional algunos albertistas locales no ocultan su enojo por ciertos encuentros virtuales que se dieron y donde manifestó que se debe esperar a 2023 en lugar de tomar distancia ahora. “Eso fue una infidelidad. Pero se entiende, tiene la espada de (Eduardo) Accastello y Schiaretti. O, a lo mejor, está esperando al 2023 para ver si puede ser compañero de fórmula de alguno de los ‘herederos’”, se despacharon en el albertismo en relación a la continuidad de la licencia en Villa María y al futuro postSchiaretti.

No es la única diferencia. También están aquellos que apuntan a un sectarismo de La Cámpora para vetar a dirigentes del PJ tradicional y es otra de las cuestiones que hace ruido.

Barbijo y alcohol en gel mediante, la campaña en Córdoba ya puso primera.

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