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Cansino pero contento

LIC. CLEMENTI ROSSO (*) SOMMELIER DE LA POLITICA

La reducción de las restricciones dentro de algunas actividades en Córdoba trajo alivio a ciertos sectores, pero dejó a otros más calientes que Luis Suárez con Otamendi. Desde El Panal sostienen que, entre aquellos cuyo reclamo es por demás atendible, se cuelan pedidos de ayuda económica insólitos, como los de los domadores de leones, los de los deshollinadores y los de los fabricantes de bombuchas. El todavía alto porcentaje de camas críticas ocupadas no otorga margen de maniobra al Gobierno provincial, que se vio forzado a desaconsejar las reuniones sociales para celebrar hoy el Día del Padre, recomendando a la vez los saludos por videollamada, por fax o a través de la telegrafía sin hilos.

Lo positivo ha sido que al fin Córdoba consiguió comprar vacunas Cansino, una marca de la que algunos extraen la inexacta conclusión de que podrían provocar decai- miento, fatiga y una irrefrenable adicción a la siesta. Así como de la Sputnik se dijo que transformaba a las personas en imanes vivientes y a la AstraZeneca se le adjudicaron consecuencias letales para la vida sexual de los hombres que recibían una dosis, también se han echado a correr rumores incomprobables sobre este producto chino, que estaría arribando en grandes cantidades en los próximos meses, y cuya inoculación sería mucho menos dolorosa que el pago de una factura de Epec.

La ola polar que arribó el miércoles a esta región y que desató una nevada pocas veces vista en la capital cordobesa, impulsó a que muchos de los que ocupaban mesas de bar en el exterior de los locales desistieran de la idea. Sin embargo, no faltaron los obcecados que permanecieron allí tomando café, hasta que de tanto tiritar se les empezó a derramar el líquido del pocillo. Solo los fumadores compulsivos, curtidos ya en el arte de aguantársela afuera con temperaturas dignas de la base Marambio, lograron sobrellevar con estoicismo el desafío. “Estamos pensando en contratar pingüinos como mozos, de paso ya vienen con el frac puesto”, me dijo el propietario de una cafetería del centro.

Más que con la nieve, en la Municipalidad se quedaron fríos cuando se enteraron de que se había viralizado el video donde se ve a Damián Córdoba cantando en un bar, en tanto el público baila sin barbijo y hace un trencito. Tal vez, después de que Alberto Fernández se confesó ‘europeísta’, la gente se convenció de que estamos en la Eurozona y que ya no hace falta mantener el distanciamiento. El intendente Martín Llaryora rotuló al episodio como “una vergüenza total” y un amigo mío que fue jurado del ‘Bailando por un sueño’ coincidió con esa opinión: según él, los que aparecen ahí “son todos unos pataduras” y no dudó en calificar con un 1 su desempeño en la pista.

Por su parte, Mauricio Macri tuvo que salir a corregir sus propias palabras después de haber declarado ante la prensa de Mendoza que el coronavirus es “similar a la gripe”, aunque “un poco más grave”. Si bien se trató de una afirmación desatinada, peor hubiera sido que dijera que el Covid-19 es “como las hemorroides”, aunque “pica un poco menos”; o que es igual que “los sabañones”, aunque “sin ampollas”. El líder del PRO continúa su recorrida de presentación del libro ‘Primer tiempo’, que por lo visto hasta ahora en la Selección Argentina en lo que va de la Copa América, parece haber encontrado en Lionel Scaloni a uno de sus más fanáticos lectores.

Tampoco le fue bien esta semana en sus apariciones públicas al actual Presidente de la Nación, quien recibió la repulsa de gauchos salteños en un homenaje a Güemes, que es más o menos como ser abucheado en el Sargento Cabral después de cantar un tema de la Mona Jiménez. Unos días antes, dirigentes agropecuarios bonaerenses habían asegurado que con su protesta habían obligado a cambiar de rumbo a un helicóptero que supuestamente trasladaba al primer mandatario hacia la ciudad de Pergamino, para inaugurar allí un tramo de una autopista. Desde la Casa Rosada desmintieron que Fernández viajara en esa aeronave, no obstante hay sospechas de que los custodios presidenciales temían que los chacareros arrojaran guano mediante catapultas o que lanzaran una bandada de avestruces kamikazes contra la comitiva oficial.

El libro ‘Primer tiempo’ de Mauricio Macri parece haber encontrado en Lionel Scaloni a uno de sus más fanáticos lectores

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2021-06-20T07:00:00.0000000Z

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