Con Gill y Caserio, el FdT cerró sus listas para competirle al schiarettismo

Un llamado de Alberto Fernández y el visto bueno de Cristina, convencieron al actual secretario de Obras Públicas de la Nación. Olga Riutort lo secundará pese a los enojos en el kirchnerismo duro.

El Frente de Todos no solo se enfrenta a otra elección de medio término en la provincia más antikirchnerista del país, sino que además lo hace en un contexto de pandemia que maximizó errores y minimizó logros.

Si a esto se le suma la pobre construcción de cuadros competitivos, la pelea por el segundo lugar en las Paso 2021 detrás de Juntos por el Cambio implica arrancar con notable desventaja por detrás de Hacemos Por Córdoba. Además, Juan Schiaretti supo en poco tiempo, construir con el eje puesto en el interior provincial para restarle fuerzas a Carlos Caserio, el primer candidato a senador y principal armador. Junto a él estará la titular de La Cámpora en Córdoba y segunda aspirante a la Cámara alta, Gabriela Estévez.

De hecho, la confirmación de Eduardo Accastello como el segundo de Alejandra Vigo en la boleta schiarettista para el Senado, precipitó un acuerdo con Martín Gill quien finalmente buscará renovar la banca que hoy sustenta Pablo Carro.

Es que, dependiendo la fuente dentro del FdT, el actual secretario de Obras Públicas de la Nación exigió “garantías” o “lo pusieron entre la espada y la pared”. Los primeros indicaron a PERFIL CÓRDOBA que el villamariense exigió el dinero suficiente para encarar una campaña importante en toda la provincia, inclusive en la capital provincial, donde el kirchnerismo apenas supera los dos dígitos de intención de voto.

La reticencia a este pedido se acrecentó cuando Pablo Chacón, secretario general del gremio de empleados de comercio (Agec), hizo público su apoyo a la lista de HpC.

La falta de uno de los principales aportantes generó dudas en el funcionario nacional, fuertemente impulsado por un Caserio molesto con las insinuaciones entre hombres muy cercanos a Alberto Fernández con Natalia De la Sota y Schiaretti, como así también con el apoyo de organizaciones de base, como el Movimiento Evita hacia Vigo, aunque a nivel nacional muchos militantes canten por Cristina.

La otra mitad de los consultados por este medio comentaron una situación radicalmente distinta: la venia de AF y CFK puso a Gill en la disyuntiva en