Un “timorato” borró cambiemos de Juntos, disciplinó macristas e impuso sus candidatos en Provincia y Ciudad
económica de Chicago y el monetarismo de Macri.
¿Puede ser competitivo un populismo que no pueda distribuir? Situación que atraviesa Alberto Fernández tras un año y medio de pandemia que dejará consecuencias económicas durante otro año y medio más hasta recuperar el producto bruto de 2019. Si las categorías inmanentes de cada coalición fueran estéticas y no puramente materiales, la respuesta sería sí porque, como sostuvo el historiador Ernesto Semán, “el kirchnerismo no solo trata de repartir, sino de fundar una narrativa”.
Lo mismo vale para el antipopulismo que obtuvo 41% de los votos en 2019 después de haber empobrecido a ricos y pobres con dos años de devaluaciones. Las elecciones de 2021 pueden ser el preludio de la consolidación de dos campos políticos policlasiales y multiideológicos, estables más allá de los candidatos.
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2021-07-25T07:00:00.0000000Z
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