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Otro tipo de historias

Autoras: Género: Editorial: GABRIEL TRIPODI

Mujeres letales. Obras maestras de las reinas del terror

Doce años después de que Mary Shelley publicara una de las obras más importantes de la literatura occidental, la autora escribió “La transformación”: un cuento en el que aparece otro monstruo sin nombre y quien le dará una lección, en más de un sentido, al inconformista y orgulloso protagonista. Este relato es el primero que acompaña a otros veinticinco de distintas mujeres escritoras del siglo XIX y principios del XX, quienes también abordaron aquel género de horror y ahora llegan al español en

Obras maestras de las reinas del terror.

A partir de una edición del inglés Graeme Davis, esta selección reúne a algunas autoras consagradas y otras muy poco conocidas por los lectores en español y por aquellos de la lengua inglesa. Lo interesante y curioso de esta recuperación de textos es que no presenta únicamente a narradoras ya asociadas al género de terror –como la propia Mary Shelly o Edith Wharton, a partir de algunos de sus escritos de fantasmas; sino a otras como Louisa May Alcott (foto), autora de la famosa novela En este caso, Alcott llega con “Perdidos en una pirámide o la maldición de la momia”, donde recrea las consecuencias de un conjuro que viene de la antigua tierra de los faraones: una temática que comenzaba a captar la curiosidad europea, a partir de las campañas napoleónicas de fines del siglo XVIII en Egipto.

En los cuentos nunca falta la introducción del acontecimiento sobrenatural como la estrategia literaria que estructura el relato, cuyo efecto –señalaba Tzvetan Todorov– destaca la vacilación entre un hecho improbable de la imaginación pura o la posibilidad real de aquello que se cuenta. ¿El chamán tiene capacidad para ver e interpretar el más allá en el cuento de Helena Blavatsky? ¿Es mera superstición la energía de los muertos en el texto de la Condesa de Munster? ¿Cuán incomprensible es la presencia de la parca en el relato de Lady Dilke? Las autoras no lo dejan muy en claro, pero sí lo que comenzaba a ser parte del espíritu decimonónico: cierta desconfianza con respecto a la racionalidad tajante del siglo iluminista anterior. El misticismo, lo esotérico, las creencias populares se convirtieron, entonces, en un modo otro de explorar y acceder a los saberes y al conocimiento del mundo. En este sentido las escritoras aquí presentes además de probar una enorme versatilidad de escritura, ya que muchas de ellas fueron capaces de abordar distintos tipo de géneros literarios y de no ficción; también demostraron una gran valentía para abrirse camino entre hombres que no veían con buenos ojos que escribieran y, muchos menos, terror. En Mary Shelley decía: “Ten cuidado porque no tengo miedo y, por lo tanto, soy poderoso”.

Y fueron ellas las que se animaron a crear otro tipo de historias no solo para darle forma a temas y tabúes que, de otra manera, no habrían podido expresar; sino también para ensayar a partir de la literatura una verdadera libertad.

Cultura

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2021-07-25T07:00:00.0000000Z

2021-07-25T07:00:00.0000000Z

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