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“Para las elecciones del 2023 hay que ver cómo administramos nuestros egos”

D.C.

—¿Se sintió ninguneado? —Sí. Las elecciones son como el fútbol: hay que seguir entrenando aun cuando las cosas no salen. El tema es cuando ves que el técnico mira para otro lado cuando vos estás esperando para entrar. A mí me pasó: Macri se paraba en el banco, miraba y yo decía ahí me llama. Y decía: ¡Entrá Oscar! Yo seguía corriendo y un día dijo vengan ustedes dos: y eran Negri y Mestre…

—Macri fue uno de los que lo ninguneó.

—No sé si me ninguneó, pero no me eligió nunca para jugar donde yo quería. Cuando me llamaron era para jugar en la reserva: vas como intendente, me dijeron. Pero no me pusieron solo, lo sumaron a Rodrigo. Entonces no me eligieron. No tengo despecho. Se lo dije a Mauricio la última vez que vino: yo voy a ser candidato a senador y no espero que vos me elijas. No me debe ni le debo nada, inclusive cruzamos mensajes.

—¿Su referente hoy es Bullrich?

—También estuve con Horacio, tenemos una gran relación con los dos.

—¿A qué aspiran ahora? —A nacionalizar la campaña, tener una elección superior y tratar de meter seis diputados, ese es el objetivo. Esta situación hace pensar que el kirchnerismo no va a tener los resultados que soñaron: en algunos lugares pueden empatar el partido y van a recurrir a aliados provinciales dentro del peronismo. Hay que preguntarles a los cordobeses si están dispuestos a darles supuestos aliados a los K, porque en los próximos dos años van a buscar aliados, no van a tener tropa propia. Del otro lado nos van a decir que quieren defender a los cordobeses y en estos 18 meses yo no vi esa defensa, votaron casi todo lo que el kirchenerismo propuso, tal vez sin tanta necesidad.

—¿Y después de las elecciones?

—Nadie esconde que hay un final de ciclo en Córdoba. Muerto, lamentablemente, el gobernador (sic) De la Sota y con Schiarertii sin posibilidad de reelección, hay un final de ciclo. O lo construimos con un grupo de dirigentes con Rodrigo (De Loredo) a la cabeza y los dirigentes radicales o lo agarra un intendente peronista cuarentón y olvídate: ahí si te jubilás.

—¿El resultado de las PASO en Córdoba fue el peor para Hacemos por Córdoba? —¿Por qué?

—Porque después de noviembre usted es candidato a gobernador casi de cajón.

–No sé si voy a ser candidato a gobernador, sí parte de un equipo que va disputar el poder.

—Pero usted dijo que quería ser candidato en el 2023…

—Hoy la cabeza está puesta en el 14 de noviembre, después va a depender de cómo administremos nuestros egos. Me encantó descubrir a tipos del radicalismo que volvieron a sentir esa adrenalina de diputar el poder, pero también me encantó ver a algunos dirigentes del PRO que se animaron a desafiar a las autoridades y decir pará, pará: hicimos todo lo que nos pidieron pero tenemos derecho a opinar, elegir. Antes venía todo libretado. Desafiaron a Lennon en Liverpool. No es poco. Los que no se animaron a disputar esa autonomía están con la cara contra el piso, pero también los necesitamos.

—¿Ahí también entra Gustavo Santos?

—Por supuesto, pero deberá adecuarse. No puede decir ‘vengo con un padrino que dice que paga el bautismo y la comunión y decide quiénes son los que entran y los que no’; mirá donde terminó Gustavo, pero los necesitamos a todos. Eso sí: yo no voy a tolerar a ningún interventor, ya sea Bullrich, Larreta o Macri. Nos vamos a juntar con todas las fuerzas y no vamos a aceptar que vengan de Buenos Aires a decir qué tenemos que hacer. Hay algo que ustedes (los periodistas) no ven pero es clave y es el principal activo que tenemos: ganamos una autonomía increíble. Eso también destruye la vieja política de enroscar en Buenos Aires y que acá todo el mundo se disciplinaba. Podía salir mal, pero salió bien.

POLÍTICA

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2021-09-19T07:00:00.0000000Z

2021-09-19T07:00:00.0000000Z

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