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El acuerdo con el FMI, casi listo, fue uno de los detonantes del estallido del gabinete

JOSE BUSANICHE

Es una de las lecturas que hacen analistas y empresarios. Para el economista Raúl Hermida, la caída del salario real fue letal

y el ajuste del déficit que hizo el ministro Guzmán fue muy importante. Pide mirar de cerca al nuevo hombre del FMI para la

región: el brasileño-israelí Ilan Goldfajn.

El viernes por la noche se confirmaron los nuevos nombres que ingresan al gabinete nacional. Para muchos, el retorno a primeras líneas de nombres como Juan Manzur, Aníbal Fernández, Julián Domínguez o Daniel Filmus, completa la hipótesis que se tenía desde antes de las PASO: que una derrota del oficialismo activaría la radicalización puertas adentro de la coalición.

Pero aunque la conformación del nuevo gabinete calme un poco los ánimos —mañana

será la jura de los nuevos mandatarios— lo cierto es que el daño sistémico que se generó hacia adentro de la coalición gobernante tardará en recomponerse. Por ahora, el Presidente logró sostener en el cargo a uno de los apuntados como responsable de la derrota electoral: el ministro de Economía Martín Guzmán, a quien se tildó de “neo” (por neoliberal), de no tener sensibilidad social y de trabajar para el mandato del FMI.

Como se sabe, tras la derrota del 12S, en su primer acto de gobierno, el Presidente presentó junto a Guzmán la nueva ley de hidrocarburos, un marco normativo que allanaba más el acuerdo con el

Fondo. Ese dato y la constatación de la subejecución de muchas partidas en medio de la pandemia, terminó por detonar la crisis con la renuncia de los funcionarios K y el desplome del diseño original del gobierno.

Cuánto avanzó Guzmán en la reducción del déficit fiscal es el dato clave, para comprender que las bases para el acuerdo con el que se busca rollear US$44 mil millones de deuda del FMI ya estaban.

En la tesis de algunos analistas, un acuerdo con el FMI durante octubre o en los días previos a la elección, le devolvería buena parte del capital político que Alberto Fernández dilapidó en el último año.

Es decir, operaría como un desbalance de fuerzas a favor del albertismo.

“El déficit primario se redujo sustancialmente en el primer semestre, hay que mirar ajustadamente los números, pero todo indica que el déficit primario estuvo por debajo del 1%. Son cifras provisorias, pero hubo un ajuste grande, muy importante y fue un ajuste que fue hecho por el ministro con el propósito de poder gastar lo que estaba presupuestado en el segundo semestre, teniendo en cuenta las PASO y las generales de noviembre. Hasta este momento se habría gastado 2,1% y el total a gastar en el año era de 4,5%. Esa diferencia de 2,4% es lo que el kirchnerismo está presionando para que se gasten lo más rápido posible”, dice Hermida.

En concreto, la ‘bolsa’ que le reclaman haber ahorrado a Guzmán ronda los $840 mil millones (un punto de déficit serían $420 mil millones).

Para Hermida, el ministro habría previsto gastar algo más, aunque no necesariamente todo eso, para reducir un poco el déficit y cerrar el año con un déficit rondando el 3,3%.

“Le serviría para encarar en mejores condiciones las negociaciones con el Fondo”, plantea el analista.

—El bosquejo inicial del presupuesto de Guzmán para 2021, era un déficit de 2%. Y siempre se dijo que ese borrador llegó al Instituto Patria y le devolvieron un 4,5%. En definitiva, lo que pasó es que Guzmán se estaba ajustando a su idea original de presupuesto para este año.

—Efectivamente, Guzmán quería mostrar un déficit menor porque de esa manera encaraba la negociación con el FMI en mejores condiciones. Ahora, hay que tener en cuenta que ha cambiado el responsable del Fondo para América del Sur y han puesto al frente a un hombre que aparentemente es más ortodoxo que Werner, quien estaba antes.

Hermida se refiere al economista brasileño-israelí Ilan Goldfajn, nuevo director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo. Goldfajn es expresidente del Banco Central de Brasil, asumiría en 2022 y se prevé que llegaría con una mirada más ‘dura’. Como antecedente sobre su perfil, se puede mencionar que fue uno de los principales críticos de la política expansiva y de estímulos al crecimiento que encaró Lula, en 2010, por los efectos inflacionarios y el desbalance de la cuenta corriente que esto genera.

“Guzmán es una persona seria, honesta, con contactos en el exterior, que se da cuenta de que no se puede negociar de cualquier manera y que hay que presentar alguna carta ganadora en las negociaciones a largo plazo. Me parece que está bien. Partimos de la base que el gasto público es muy elevado para las condiciones en que se encuentra el país. Si ese gasto fuera eficiente, si cumple un rol social importante, que genera progreso, crecimiento, uno podría decir que es alto pero bueno. Ahora, todos sabemos que el gasto público tiene muchas ineficiencias y en vez de ser un promotor del desarrollo es un obstáculo para que la Argentina salga del escenario de estanflación en que se encuentra hace tantos años”, remarca Hermida.

—Una crítica que se hace

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2021-09-19T07:00:00.0000000Z

2021-09-19T07:00:00.0000000Z

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