Kiosco Perfil

Excentricidad y cercanía

A mí el Conurbano me da cercanía. Hay algo del barrio, de cualquier barrio, que puedo identificar como propio; es algo que no me pasa cuando las historias suceden en la Capital. Para mí, la Capital es anónima, extraña, incluso habiendo vivido ahí más de diez años. Pero ahora que volví a mi barrio de casi toda la vida, me doy cuenta de que las calles donde mejor me muevo están acá. Que el miedo de una cuadra desierta me es tan familiar que lo tengo incorporado en el cuerpo, sé cómo moverme. Las historias que suceden en el Conurbano, ya sea primer cordón o tercero, me definen, me identifican. Son un espejo de mi vida pero también de otras vidas que compartí, de mis amigxs y de mi familia, de barrios más chetos y de barrios con calles de tierra que se inundan. Con vecinxs que salen a los tiros por las dudas y vecinxs que están para lo que unx necesite. De hecho, lo primero que hice cuando volví al barrio fue presentarme con la vecina de adelante, con la del negocio de la puerta, con la del dúplex contiguo. Y a nadie le pareció raro que me presentara. Por el contrario: me dieron la bienvenida, me pasaron datos de la cuadra, me contaron de sus casas, de sus vidas, acá en la cuadra ya conozco a todxs.

La excentricidad del Conurbano, la picardía que se maneja, sus mezclas imposibles: la estética que combina casas ampulosas con edificios nuevos cinco estrellas, con casas de más de cien años, con chalets prolijitos, con plantas descontroladas, con jardines de alegrías del hogar, con fachadas grises de humedad, todo el abanico que se ve, los olores que se sienten, la cloaca algo tapada, los baches que hay que esquivar, el negocio de la esquina que pasa de abuelo a padre a hijo, el club medio derruido, las motos, las motitos, el olor a jazmines de la primavera: toda la literatura que se mueve en esos márgenes, que hace mezclas imposibles, que habla de la oscuridad sin perder ninguna un rayito de luz que da alegría, la bestialidad de la noche, la violencia internalizada hasta con fines recreativos. Toda la literatura que se mueve ahí y que sucede en estas calles me atrapa, me conmueve, siento los olores de los que hablan, escucho los tonos de voz, son elementos que me son propios, que podrían ser míos.

CULTURA

es-ar

2021-09-19T07:00:00.0000000Z

2021-09-19T07:00:00.0000000Z

https://kioscoperfil.pressreader.com/article/283171496666419

Editorial Perfil