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“Si no hay delito ni ninguna otra cosa, me lo sacaron por ser una chica trans”

—¿Qué sentís?

Damaris Álvarez se quiebra emocionalmente cada vez que nombra a “su hijo”. Para ella no hay otra opción. No entiende en su buena fe y dedicación hacia el niño, que la Justicia haya decidido sacarlo de su ámbito familiar para ponerlo en adopción.

Responde a la entrevista de PERFIL CÓRDOBA porque brega para que ese niño sea restituido al ámbito afectivo primigenio que ella le brindó. Tiene las esperanzas intactas, a pesar de todas las vicisitudes negativas que le tocaron vivir con la Justicia.

—¿Hace cuánto no lo ves?

—A mi hijo lo vi hace cinco o seis meses. Cuando me lo sacaron y la Cámara retrocede todo hacia atrás porque habían hecho todo mal. Con las abogadas hemos estado pidiendo que lo pueda visitar: nunca me dieron la posibilidad de verlo.

—¿Cómo fue el encuentro en tribunales para verificar el vínculo entre ambos?

—(A la madre pretensa adoptante) La citaron dos veces y no fue. En tribunales trabajaban 15 días sí y 15 días no, por la pandemia. Finalmente se concretó el encuentro y ahí mi hijo le dijo mamá a ella una sola vez y después se quedó conmigo en una pieza jugando casi 40 minutos. Me dijeron que tenía que estar con el barbijo puesto. Imagínense, si a un adulto le cuesta identificar a alguien con media cara tapada…

—A mí me discriminaron desde el primer momento. No quieren que mi hijo sea criado por una mamá trans. Nunca se fijaron en el sufrimiento de él ni el mío como personas. Cuando me lo sacaron, al mes le dieron el papel de adoptabilidad. Se lo dieron a una mujer profesional, hija de jueces (N.deR.: no son de Córdoba). Decime si no hay un acomodo. Yo conozco gente que hace más de 10 años que espera para adoptar. en adopción en una situación similar. Reconoció, no obstante, que esta es una “causa compleja y difícil”.

Damaris apeló esa resolución y desde abril de este año el expediente está en la Cámara de Familia de 1ª Nominación, donde las abogadas que la patrocinan acaban de presentar el fallo del juez federal que sobreseyó a Damaris para solicitar su restitución. Así como la sospecha de supresión de identidad pesó en su contra, ahora debería ser tenida en cuenta para subsanar las decisiones que se derivaron, erróneamente, por aquella duda.

El bebé nació el 8 de abril de 2018 en la maternidad de barrio San Vicente. Fue inscripto ocho días después en el Registro Civil como hijo de quien lo dio a luz y de Álvarez. Intervino la Senaf por el contexto vulnerable de la gestante, una mujer con problemas de adicción que impactaron en la salud del recién nacido.

Según fuentes de los tribunales de Niñez consultadas por este medio, el relato de la

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2022-06-26T07:00:00.0000000Z

2022-06-26T07:00:00.0000000Z

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