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Argentina no puede retroceder en materia de transparencia electoral

ADRIáN PéREZ*

ruptura, cuando en realidad la ley está justamente pensada para fomentar la democracia interna y que las candidaturas se diriman con el voto de la ciudadanía. De hecho, otros países más entrenados en el ejercicio de la democracia interna como Chile, Estados Unidos y Uruguay, demuestran que se puede hacer uso de las primarias sin dramatizar. Así sucedió también en las primarias de Cambiemos en 2015. Pero en todo caso, deberíamos pensar en reformas que fomenten la competencia, como la fórmula presidencial abierta, de forma que la candidatura a la vicepresidencia pueda integrar por ejemplo, a alguien derrotado en las primarias de la agrupación.

Suspender o derogar abruptamente las PASO, a sólo meses de que comience el proceso electoral generaría un vacío normativo e incertidumbre sobre cómo las agrupaciones seleccionan a sus candidatos, aspecto regulado por prácticamente todas las democracias de la región. Si observamos lo que sucede en las provincias con mecanismos de selección alternativos, el panorama es más sombrío. En San Juan, por ejemplo, este año se suspendieron las PASO para reemplazarlas por el sistema de doble voto simultáneo, conocida popularmente como “ley de lemas”. Se trata de un claro retroceso, porque es un mecanismo que ha mostrado su fracaso en la década del 90. En primer lugar, porque tergiversa la voluntad popular, ya que la ciudadanía no sabe a quién está votando en última instancia. Y también porque se fracciona la oferta en la elección general generando confusión en el cuarto oscuro y faccionalismo partidario. Estos problemas fueron detectados por la propia Corte Suprema de Justicia. Basta con observar a las provincias donde la ley de lemas aún sigue vigente para darnos cuenta de que no son precisamente ejemplos de calidad democrática.

El ámbito de discusión para cualquier reforma debe ser el Congreso Nacional, con el consenso de las distintas fuerzas políticas. Así fue en 2021 cuando, a pesar de algunos impulsos de suspensión unilateral, se acordó una prórroga para celebrar las primarias en un mejor contexto sanitario. Ahora nuevamente debemos pensar, en todo caso, cómo mejorar las PASO y evitar falsos argumentos que solo nos llevan a caer nuevamente en reglas engañosas que ya han fracasado. No es una suspensión a las apuradas ni mucho menos la ley de lemas el camino para un voto informado y un sistema de partidos institucionalizado.

“La interna será contra Mauricio”. Contra lo que creyó hasta hace un par de semanas, Horacio Rodríguez Larreta se terminó de convencer de que la batalla final por la candidatura presidencial en Juntos por el Cambio la disputará con Mauricio Macri.

Colaboradores muy allegados al jefe de Gobierno porteño estiman que esa creencia se terminó de consolidar tras el último encuentro que ambos tuvieron a solas a mitad de septiembre, en la casa del ex presidente.

Larreta jura que Macri no le blanqueó en privado sus intenciones, por más que en público el fundador del PRO insiste – cada vez de manera más sinuosaque él jugará para apoyar la candidatura que mejor refleje “el cambio” y que “no necesito una revancha”, como acaba de decir en España.

Pero el convencimiento larretista parte de señales dobles que no se exponen a simple vista. Unas las percibe por conocimiento personal de su ex jefe político. Otras, de lo le llega de una parte del círculo que los rodea y aún comparten, en ciertos casos puntuales.

Ante esa certeza, comenzó a rediseñar ciertos matices de su estrategia de instalación electoral. Hacia afuera, Larreta aceleró mayor firmeza ante las protestas docentes y, sobre todo, frente a las tomas de edificios escolares, ratificando que por las cuestiones educativas pasará una de sus banderas proselitistas. La apertura de las escuelas porteñas durante la pandemia fue uno de los caballitos de batalla de las legislativas 2021.

Ese endurecimiento comienza a extenderse con los cortes piqueteros, como ocurrió el jueves 29 al despejar con la infantería de la Policía de la Ciudad la interrupción de la autopista 25 de Mayo. Al mismo tiempo, se garantizaba que el acampe en la 9 de Julio no interrumpiera el metrobus ni el tránsito lateral.

Hacia adentro también ha dado pasos en el mismo sentido. A su proclama pública de que no hay mayor halconismo hoy que buscar diálogos y acuerdos, internamente la traduce en un nivel de rosca política que no sabe de pausas.

Varias de ellas se vinculan a este nuevo escenario que imagina Larreta en JxC. Hubo, por ejemplo, salidas e ingresos en su equipo de campaña, como ya anticipó Ezequiel Spillman en este diario.

También decidió empezar a ahogar a quienes se mantienen en la indefinición respecto a si lo apoyan decididamente en su carrera hacia la postulación presidencial. Las miradas están casi todas dirigidas al vasto territorio bonaerense, donde han florecido aspiraciones PRO de todo tipo y color.

Ante la presunta candidatura de Macri, que para Larreta será un hecho, tiene la convicción de que Patricia Bullrich se bajará de la competencia. No tanto por la voluntad de ella sino más de quienes política y financieramente la respaldan, que serían casi los mismos donde abreva el macrismo, según las especulaciones porteñas.

Del GPS larretista obviamente no queda fuera la otra pata central de JxC: el radicalismo. Para disputarle a Macri la candidatura presidencial imagina un acuerdo institucional con la UCR para que aporte el lugar de la vicepresidencia. Intuye que si Facundo Manes no acepta el convite tal vez sí lo haga el gobernador correntino, Gustavo Valdés.

De ese posible entendimiento con los radicales no estaría ajeno el destino de la Ciudad de Buenos Aires, donde el centenario partido se agrupó detrás del senador Martín Lousteau, que ya cuenta con oficina propia en la sede porteña de la calle Uspallata. Se encienden luces de alerta en torno a Jorge Macri, el ex intendente de Vicente López “importado” por Larreta como ministro de Gobierno y posible sucesor en la Capital.

Más que nunca, la idea larretista como estrategia electoral es a partir de ahora armar un gran frente para ganarle la interna a Macri y despejar cualquier tutela que el ex presidente pretende tener si la oposición vuelve al gobierno en 2023. Ello contaría además con la validación de Elisa Carrió, una socia tan minoritaria como ruidosa.

La batalla opositora amaga con una nueva temporada de altas intrigas.

“Suspender o derogar abruptamente las PASO generaría un vacío normativo”

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2022-10-02T07:00:00.0000000Z

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