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“El Orfeo está muerto”

DIEGO CANIGLIA

Joan Manuel Serrat cenaba en la parrilla del Dino cuando de repente se acercó a saludarlo Euclides Bugliotti. “Un gusto, soy el dueño del Orfeo”, se presentó Tati. “¿Cuándo lo va a reabrir?” fue lo primero que preguntó el Nano. “El Orfeo está muerto”, fue la lacónica respuesta de Bugliotti. Los testigos que cuentan la anécdota aseguran que Serrat sintió tristeza por perder un espacio de las características del Orfeo. Es más: aseguran que el catalán se siente (o sentía) particularmente contento cuando se presentaba allí porque “es perfec- to, desde la acústica a la ubicación de la gente. Un lugar maravilloso”. No es el único que piensa de esa manera. Otros artistas (nacionales e internacionales) que han pasado por Córdoba destacaron las bondades del Orfeo y hasta se sorprendían porque el lugar posee aire acondicionado.

De todas formas, hoy por hoy no hay nada (ni el más mínimo indicio) que indique que el Orfeo reabra sus puertas para recibir espectáculos. Bugliotti ha sido claro y desde su entorno no dudan: “No hay chances, por un montón de razones, pero dos en particular. En primer lugar, Bugliotti no cree que el Orfeo sea rentable enfocándose de lleno en la organización de shows, más allá de que el nivel de espectáculos se viene recuperando a un ritmo superior al estimado en plena pandemia. El otro argumento, y de mayor peso, es que Bugliotti es consciente de que el negocio que implica gestionar un espacio como el Orfeo es muy complejo y no quiere que sus hijos (los herederos de Grupo Dinosaurio, que incluye al estadio cubierto) deban hacerse cargo de esa unidad de negocios.

En el tira y afloje con la Municipalidad pasaron cosas. Bugliotti recibió un par de ofertas por el Orfeo y las rechazó de manera tajante. “La primera, ni bien pasaron las restricciones por la pandemia fue muy importante y hasta el día de hoy nadie se explica por qué no aceptó. Era muy buena”, dice alguien que conoce a Bugliotti.

La segunda, ni siquiera llegó a concretarse. Cuando le avisaron que los dueños del Movistar Arena querían una reunión, ‘Tati’ dijo no. “Si es por el Orfeo, que ni vengan”, respondió. En el medio, intentó crear un polo de salud, pero para los centros de salud implicaba altos costos para instalarse allí. Aunque el propio Bugliotti encabezó las negociaciones, las mismas no prosperaron.

¿Cómo sigue la historia? Bugliotti tiene un par de ases bajo la manga para tratar de torcer la historia a su favor. Eso sí: no será con esta administración.

Para Bugliotti el Orfeo no es rentable en la organización

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2022-12-04T08:00:00.0000000Z

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