Las pruebas acusatorias

Los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa llevan tres años detenidos. Los apresaron a pocas horas de cometido el hecho frente al boliche Le Brique, en Villa Gesell. El dilema está puesto en saber si los jueces, que definirán su futuro, entienden que los ocho tiene el mismo grado de responsabilidad o no.

Para la fiscalía y para los abogados de la familia de la víctima, “todos hicieron todo”, “todos atacaron a Fernando” y actuaron para que nadie pudiera ayudarlo. Así sostienen que planificaron el ataque para matar. Por las pruebas expuestas en el juicio, Máximo Thomsen es el más comprometido de todos. La suela de su zapatilla quedó impresa en la cara de Fernando. Además, el ADN de la víctima quedó en la ropa de Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi. En una uña de Fernando, los peritos hallaron el perfil genético de Blas Cinalli. Los testigos mencionaron a Enzo Comelli como uno de los primeros en golpear a Fernando.

Lucas Pertossi filmó con su celular cuando Fernando es abordado desde distintos puntos por tres de sus amigos y luego deja de filmar para golpear a un amigo de la víctima fatal. Para la fiscalía, Ayrton Viollaz dio la señal de ataque como agredir a Fernando.