Caso Guadalupe. Sigue la búsqueda de la nena de San Luis. Su papá cree que fue secuestrada.

Eric Lucero, el padre de la nena de 5 años que desapareció en san Luis, les habló a los supuestos captores: “Déjenla en algún lado si se sienten acorralados”.

La hipótesis que Guadalupe Lucero se encuentra retenida en algún lugar es cada vez más fuerte y, aunque la angustia y el temor continúan como el primer día, esta posibilidad abre un camino esperanzador: que la nena de 5 años esté con vida y esperando el momento para poder reencontrarse con sus padres.

El propio ministro de Seguridad de San Luis, Luciano Anastasi, confirmó esta teoría: “Guadalupe no está perdida; Guadalupe está retenida en algún lugar”, reveló el funcionario al diario La República.

Guadalupe desapareció el pasado lunes entre las 19 y las 19.30 cuando jugaba en la vereda de la casa de su tía, jun- to a otros ni- ños en medio de un cumpleaños familiar. Ya se hicieron cerca de 150 allanamientos en la ciudad de San Luis y otras localidades cercanas, pero todavía no pudieron ubicar a la nena.

En los operativos trabajan más de 400 policías de distintas reparticiones, personal de bomberos, buzos tácticos y perros rastreadores. La zona cercana al Barrio 554 Viviendas, donde la nena de 5 años fue vista por última vez, fue rastrillada varias veces. Allí –y en otros puntos– realizaron un operativo puerta a puerta que no arrojó resultados. Este viernes, incluso, drenaron el Dique Chico, pero tampoco obtuvieron pistas relevantes.

Al igual que el ministro de Seguridad, el papá de la nena, Eric Lucero, está convencido de que su hija está secuestrada y les pidió a los captores que “no le hagan daño”.

“Quiero a mi hija de vuelta y la quiero con vida. Les pido que no le hagan daño y si se sienten acorralados la entreguen o la dejen en algún lado”, dijo ayer a la prensa.

“Queremos que no se pare la búsqueda de Guadalupe, para que esto siga haciendo ruido en todos lados, y que quien tenga algún dato lo dé. Porque la investigación se está quedando sin pistas”, precisó.

Lucero, que realiza trabajos de limpieza en un hospital de la zona sur de la capital provincial, también salió a desmentir versiones periodísticas que mencionaban la posibilidad de una venganza narco o un ajuste de cuentas. “Yo no tengo antecedentes. Nunca vendí droga ni acompañé a nadie a ningún lado llevando droga”, aclaró y pidió que la Justicia abra otras pistas de investigación.

“No tengo dudas de que la policía la está buscando y todos estamos haciendo de todo para encontrarla y nada. Es desesperante”, expresó Lucero, en declaraciones a TN.

En tanto, su abogado, Héctor Zavala, adelantó que pidieron ampliar la declaración que hicieron en un primer momento para aportar otros datos que le fueron llegando en las últimas horas.

“Pensamos que la investigación tiene que tomar otro rumbo”, dijo Zavala y explicó que “no solo nosotros lo estamos diciendo, sino que se está diciendo también en la Justicia. Ya se peritaron todos los teléfonos y no hay antecedentes en los padres de la niña que refuercen esta hipótesis”.

Zavala no descarta la hipótesis de un ataque sexual, pero destacó que los datos que tienen “apuntan a otro sector, a una relación cercana a otros miembros de la familia, que en su momento darán a conocer”. “Queremos que quede sentado en la causa que nosotros aportamos este dato”, señaló, sin dar demasiadas pistas.

¿Dónde está? Guadalupe fue vista por última vez el lunes 14 de junio pasado a las 19 en la manzana H del barrio 544 Viviendas, en el sur de la ciudad de San Luis. Según fuentes policiales, estaba en la vereda junto a otros niños cuando supuestamente apareció una mujer y se la llevó.

“Tomábamos chocolate adentro y ellas quisieron salir a la calle. Mi mamá salió a ponerle una campera (a Guadalupe) porque estaba frío. Mi sobrinita más chica, que tiene 3 años, entró y dijo ‘la Guada no está’, y mi mamá salió ahí nomás, pero

todos pensando que estaba escondida”, explicó la dueña de casa, en declaraciones a Lafinur FM Radio.

De acuerdo a los voceros, la nena fue al cumpleaños de su tía junto su abuela. Desde el entorno familiar todos coincidieron en señalar que la familia no tenía conflictos ni había recibido amenazas como para sospechar que la desaparición de la niña podría estar vinculada con una cuestión personal, una venganza o un ajuste de cuentas.

La pequeña vive en el Barrio 208 Viviendas y su papá en el barrio San Luis XXIII, ambos cercanos al lugar donde Guadalupe fue vista por última vez. “Sabe dónde vive su papá, pero jamás ha buscado irse sola. Cuando mi hija avisó que no estaba, mi suegra salió a buscarla y fueron en una camioneta hasta lo del padre”, agregó la tía de la nena.

De inmediato, la Policía montó un fuerte operativo en la zona para ubicar a la menor, pero hasta el momento no obtuvieron indicios de su paradero.