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La utopía impracticable

Autor: Género: Otras obras del autor: Editorial: GABRIEL BELLOMO

Como un ladrón en pleno día

Menos que nada; Viviendo en el final de los tiempos; Contragolpe absoluto; El acoso de las fantasías; Pedir lo imposible; Acontecimiento

Desde la introducción de Como un ladrón en pleno día, Slavoj iek lanza la provocación de la provocación, la sentencia de Sócrates replicada por Alain Badiou de que la filosofía tiene como función extrañar a la juventud, literalmente: “Del orden ideológicopolítico imperante”. Para el alemán, que dispone de vocablos que entrañan conceptos: verfremden. Extrañar, descentrar, poner en crisis. El objetivo: dudar de las verdades del sistema para que el pensamiento sea autónomo. Sublevado, desafiante. Pero imprescindible. No se puede hablar de filosofía –aunque sí de los temas que esta aborda– en términos filosóficos. Y precisamente, es ese el muro de cómo comunicar conceptos, refutarlos o revolucionarlos, el que derriba violentamente Zizek. Contextualiza conceptos capitales (“Nuevo Desorden Mundial”), e incluso más trágico aún: “civilización sin mundo”. Y en ese desorden pareciera que las opciones son irreductiblemente binarias para los jóvenes: vivir plenamente (lo que incluye goce sexual, drogas, alcohol e incluso violencia) y ansia de triunfar (estudiar, tener una carrera profesional, ganar dinero pero dentro del sistema capitalista existente). Y concluye que la transgresión permanente se convierte así en norma. Y como si el desafío de fulminar el milenario principio de norma (moral, ética, jurídica) no fuera suficiente, vuelve al lance conminando a pensar: “¿Acaso no son los jóvenes terroristas suicidas la forma más radical de juventud corrupta?”.

No se entra a Zizek sin trazar una línea de tiempo filosófica, política, artística. La cuestión parece ser la resistencia en todas sus formas y en todos los campos del conocimiento. Desde la resistencia al psicoanálisis, lo que permite realmente el tratamiento psicoanalítico, hasta la resistencia que provoca la propia destrucción. “Lo que complica todavía más la cuestión –dice Zizek– es que, si uno escucha a Kim Jong-un, cuando habla de asestar un golpe devastador a Estados Unidos, no puede sino preguntarse cómo ve su propia posición. Habla como si no se diera cuenta de que su país, él mismo incluido, quedará destruido: es como practicara un juego de fantasía”.

El autor no soslaya destacar como el trabajo preparatorio de Lenin para la revolución de octubre (El Estado y la revolución) fue el opuesto justo al adoptado después de la revolución. De Lenin a la Revolución Francesa. De esta al compromiso político planteado por Hegel. De

El autor no soslaya destacar como el trabajo preparatorio de Lenin para la revolución de octubre fue el opuesto justo al adoptado después de la revolución

nuevo Lenin afirmando que no son utopistas y planteando, lo que para Zizek – no sólo para él, desde luego– es la utopía impracticable: la fuerza del pensamiento noble y la naturaleza del hombre que debe trabajar para conseguirlo. Como un ladrón en pleno día es un (otro) libro admirable del esloveno que debe ser leído porque nos angustia al hacernos reír. No más al rememorarnos el chiste de Ninotchka de Lubitsch:”¡Camarero!, ¡Un café sin crema, por favor”, “Lo siento, señor, no tenemos crema, solo leche, ¿Le parece bien que le traiga un café sin leche?”.

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2021-06-20T07:00:00.0000000Z

2021-06-20T07:00:00.0000000Z

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