la felicidad de una batalla que regresa

Bomberman siempre ha sido uno de esos juegos que nadie adora, pero que todos juegan y no dejan de jugar. Ahora Super Bomberman R Online trae una sorpresa maravillosa: la actualización de un clásico que definió como pocos la felicidad de jugar de a muchos en un mismo escenario. La base de Bomberman es siempre la misma: un laberinto, lleno de bloques de ladrillos, y bloques de ladrillos que pueden ser demolidos, claro, por las bombas de nuestro Bomberman. Desde ahí, pelear contra criaturas, otros jugadores y, por supuesto, con nosotros mismos (no vaya a ser cosa que nos encerremos entre una bomba de mecha gigante y un ladrillo, sellando así nuestro destino final). La dinámica es simple, pero como todo juego que sabe lo que hace, la dinámica es también adictiva. Dios sabe que Pac Man es el Monte Everest de esa maravillosa idea gamer.

Ahora, Super Bomberman R Online genera una maravilla insospechada. Sus gráficos son clásicos, también su mapa. ¿Y dónde aprovecha entonces las posibilidades de las consolas de alta gama? En la cantidad de jugadores que se pueden dar cita en línea para generar un combate. Más cerca del Fortnite que de su modo clásico, sin nunca perder su metodología, la locura ahora consiste en algo que era inimaginable por los años 90: 64 jugadores en línea. Así es un megaduelo de lanzadores, y con suerte pateadores, de bombas. Obviamente el lugar en la batalla implica puntos, puntos implica la posibilidad de comprar determinados ítems, pero lo fascinante es la actualización del clásico sin perder ni una sola de las dinámicas que lo hacían, como celebrábamos antes, simple y directo. Es un juego que incluso alguien que da sus primeros pasos en el mundo de las consolas puede entender. Es decir, el agregado se entiende perfectamente y se genera así algo extraño, casi marciano: un clásico que no reniega nada y que gana mucho.