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El policía que fue asesinado en Tres de Febrero recibió ocho disparos

COMITE DE CRISIS. ESCENA. VÍCTIMA.

La falta de elementos de prueba que indiquen un secuestro extorsivo o un caso de trata de personas impide que la causa pase al fuero federal, como reclaman los padres de la menor. De hecho, el fiscal federal de San Luis, Christian Rachid, consideró que “no es propicio” un cambio de fuero porque entre la prueba recolectada “no prevalece ninguna” que amerite “la intervención federal”.

¿Cuál es la principal hipótesis? A esta altura del caso, no hay una que tenga más fuerza que otra. Esa es la realidad. La pista que apunta a una red de “trata de personas” figura entre las posibilidades como la de un secuestro extorsivo o un mensaje mafioso dirigido a la familia.

Por la falta de indicios, nadie se anima a descartar que los captores se hayan llevado a Guadalupe por error y que se trate de un ajuste de cuentas que salió mal. Siguiendo esa línea es que la policía realizó excavaciones en la zona donde la niña fue vista por última vez y buceó en arroyos y diques, aunque sin resultados hasta el momento.

Otra posibilidad es que haya sido víctima de un ataque sexual. “Puede ser un secuestro al voleo con características de perversión sexual”, fue la última hipótesis que deslizó el abogado del papá de Guadalupe, Héctor Zabala.

La pista narco, como otras tantas, también aparece en la lista, aunque esta línea perdió fuerza con el paso del tiempo. Si bien es cierto que hay familiares lejanos vinculados al narcomenudeo, nada indica –al menos hasta ahora– que esto pueda tener relación con la desaparición de la niña.

Los padres no tienen antecedentes y además está demostrado que no tienen vínculos con ningún grupo criminal como para sospechar que la desaparición de la niña pueda tratarse de un mensaje mafioso dirigido a ellos.

Sobre la red de trata, no hay indicios concretos que sostengan esta teoría, más allá de algunas manifestaciones públicas realizadas por Susana Trimarco, figura emblemática de la lucha contra la trata de personas, la participación en la investigación de la Procuración de Trata y la denuncia de una mujer que fue víctima de una red, pero que no prosperó.

nAriel González (35), el oficial inspector de la Policía Federal (PFA) que este jueves fue hallado asesinado adentro de una camioneta estacionada en una calle de la localidad bonaerense de Loma Hermosa, recibió ocho disparos, según reveló la operación autopsia.

El informe preliminar que fue entregado a la fiscal Gabriela Disnan, a cargo de la investigación, detalló también que el asesino del policía efectuó doce disparos en el interior del vehículo.

Por estas horas, los investigadores del caso buscan determinar si el crimen de González tiene relación con otros hechos ocurridos en la última semana en Loma Hermosa, cuya localidad tiene una parte del territorio que pertenece a Tres de Febrero y otra a San Martín.

Al respecto, el miércoles por la noche cinco personas fueron baleadas con escasos minutos de diferencia entre sí y a unas 30 cuadras del lugar en el que apareció asesinado el policía.

En primer lugar, tres jóvenes (dos hombres y una mujer) ingresaron al Hospital Carlos Bocalandro con diversas heridas de bala tras ser atacados desde un auto en movimiento en Güemes y Balcarce, en el barrio Costa Esperanza de Loma Hermosa, partido de San Martín.

Las víctimas fueron atendidas por los médicos que determinaron que las lesiones no eran de gravedad.

Minutos después, un hombre, identificado como Clau

Ariel González era oficial inspector de la Policía Federal Argentina (PFA).

El martes pasado fue asesinado a tiros en el interior de su camioneta Peugeot Partner, que estaba estacionada en la calle Congreso al 8000, en el partido de Tres de Febrero.

Su cuerpo fue hallado recién el jueves a la tarde cuando un vecino advirtió que en el interior había una persona desvanecida.

En el vehículo hallaron un papel con un mensaje que apunta a un capo narco de San Martín. dio Correa (45), fue trasladado de urgencia al mismo centro asistencial por una herida de bala en el coxis por la que finalmente falleció.

Ese ataque ocurrió a unas cinco cuadras del otro, en

French y San Luis, donde los agresores descendieron de un vehículo y también lo atacaron sin mediar palabra.

Además, cerca del mismo horario un hombre de 34 años fue baleado en un pie en el cruce de El Parque y Catamarca del barrio Puerta 8 de Tres de Febrero, a unas veinte cuadras del hecho anterior.

Las fuentes policiales añadieron que esta misma madrugada un joven de 22 años recibió perdigonadas de escopeta en el rostro y el cuello al ser atacado en el barrio Costa Esperanza.

Con estos antecedentes inmediatos, los pesquisas investigan la hipótesis sobre una lucha entre bandas de narcotraficantes que operan en la zona.

“Evidentemente hay algún problema grave entre los narcos que se disputan el territorio”, dijo a Télam un vocero encargado de la pesquisa.

En ese sentido, el mensaje mafioso encontrado en el asiento del acompañante de la camioneta en la que apareció asesinado el policía en el que rezaba “Rengo Pacheco 10 millones por mi acá tenés tu 10 millones atentamente San Martín” (sic) refuerza la hipótesis de un crimen vinculado a ese tema.

Pacheco, sindicado líder de una banda narcocriminal que operaba en asentamientos del partido de San Martín, fue detenido en mayo en una lujosa residencia de Parque Leloir, desde donde dirigía las operaciones.

La causa avanzó poco y sigue siendo investigada como averiguación de paradero

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2021-07-25T07:00:00.0000000Z

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