Aníbal y Domínguez, dos que compartirán equipo tras sus peleas

La nueva composición ministerial abrió una puerta para que vuelvan a compartir gabinete dos dirigentes que terminaron duramente enfrentados luego de competir como precandidatos a la Gobernación bonaerense en 2015. Son Aníbal Fernández y Julián Domínguez, quienes asumirán en Seguridad y Agricultura, respectivamente.

“Mugre, burro y traidor”; en esos términos se había referido Fernández sobre su nuevo compañero de equipo cuando corría 2017. Domínguez había planteado que la etapa de Cristina Kirchner en la política electoral estaba concluida. Ahora deberán volver a trabajar en conjunto.

El desembarco de Aníbal Fernández en lugar de Sabina Frederic (ver aparte) fue uno de los que más impacto político tuvo el viernes por la noche. Era una figura que cada vez que había rumores de cambio sonaba como alternativa e incluso el domingo por la noche, con los resultados de las PASO puestos, ya aseguraba que eran necesarios cambios.

El Presidente siempre definía a Aníbal como un buen consejero, pero advertía que no era el estilo que quería imprimirle al gabinete, ya que no está catalogado entre los moderados. Ahora hay quienes temen que, por su histrionismo, el Gobierno se termine transformando en una especie de show de Aníbal.

El lado positivo, sobre todo, es que creen que el nuevo ministro de Seguridad servirá para frenar a su par bonaerense, Sergio Berni, en las embestidas que tenía contra la política de seguridad nacional.

Quienes también celebraron la llegada de Aníbal a Seguridad son los intendentes del Conurbano, que tienen en la delincuencia una problemática recurrente y de alto impacto en el clima social. Con Frederic no les faltaba diálogo, pero no tenían las respuestas que necesitaban y sus peleas con Berni terminaban dificultando cualquier gestión.

La figura de Domínguez, por el contrario, tiene un perfil más moderado, como el que en un principio intentaba imprimirle a su administración el Presidente. Por eso recaerá en un área como Agricultura, que viene en estado de tensión permanente con el campo luego del cepo a la exportación de carne que se implementó.